Vamos por más Igualdad

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Uruguay se convirtió en el segundo país de América del Sur en aprobar la ley de matrimonio igualitario, luego de las leyes de identidad de género y cambio de nombre y sexo en los documentos identificatorios, la ley de adopción por parejas homosexuales, la ley de reproducción asistida y la ley de unión concubinaria. Son sin dudas, íconos en el camino de la igualdad para todos los ciudadanos en nuestro país.

Particularmente, la ley de matrimonio igualitario vino a desandar un camino de más de cien años de estructuras familiares muy estereotipadas y discriminatorias que estaban integradas y naturalizadas en la sociedad. Hoy empezamos a ver como algo común que dos personas del mismo sexo puedan manifestar sus afectos en su entorno familiar o amistoso. Pensar en inseminarse a una pareja de dos mujeres, que las personas que decidan no casarse puedan tener amparo en la ley concubinaria, no es menor. Todo esto se ha dado muy rápido, tanto que a veces se pierde la perspectiva y nos parece que siempre tuvimos estos derechos. Y es mucho lo que se obtuvo, y es mucho lo que no se obtuvo aún.

Existen enormes dificultades legales que no han sido resueltas aún. No solo tenemos que hablar de igualdad de derechos y reformas, sino que tenemos que tener protecciones una vez que los derechos han sido vulnerados. Si no tenemos mecanismos para resarcir a las víctimas, no estamos protegiendo los derechos humanos, o lo estamos haciendo de forma parcial. Por ejemplo, está pendiente una ley que genere acciones positivas a largo plazo para la población transexual. Si comparamos con la nada que había antes de medidas ministeriales en este gobierno, ha habido enormes cambios a favor de esta población y si lo comparamos con las necesidades insatisfechas, queda mucho por hacer. La población trans sigue siendo el grupo más vulnerado, golpeado, discriminado. El ejemplo son los casos de crímenes de odio a personas trans sin resolver y sin avances que existen aún. A la mayoría de las personas trans se les discrimina por ser transexual, por ser mujer, por ser pobre, por ser del interior, por no tener trabajo, por donde viven. Entonces terminan viviendo justamente en los márgenes de la sociedad y como única opción de supervivencia tienen el trabajo sexual, el cual no solamente tiene riesgos sino que los arrima una etapa muy corta de verdadera sobrevivencia. Hay cambios y mejoras que son incipientes que deben continuarse, mejorar y aumentar.

Una educación inclusiva que trate los temas de diversidad en todas sus áreas: Primaria, Secundaria, Educación Terciaria y sobre todo en la formación de formadores, educadores, profesores, maestros, es fundamental tratar estos temas y dar elementos para poder educar en la diversidad y en la inclusión e integración de todos.

Estos son temas fundamentales en la agenda para la igualdad de todos los ciudadanos, que lo convierten aún más en un país donde no hay ciudadanos de primera y de segunda, sino donde todos son iguales.

Esto ha posicionado a Uruguay a nivel mundial, un país que emite a un mundo lleno de discriminación, violencia y odio, un mensaje de madurez, modernidad, integración, inclusión, comprensión y solidaridad para todos. Un país donde todos sus ciudadanos tienen derecho a vivir plenamente y manifestar su felicidad.

Por ese país es que vamos por más igualdad para todos.

Agradecimiento especial a la Dra. Michelle Suárez, primer abogada trans del Uruguay, redactora de la Ley de Matrimonio Igualitario del Uruguay.

Por: Sergio Miranda

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