Elecciones en Chile: los retos de la izquierda

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Por José Ernesto Novaez Guerrero (*)

El 16 de noviembre de este 2025 está previsto realizar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile. Estas elecciones se realizan en un contexto de ascenso de la derecha y la ultraderecha a escala nacional e internacional. Los partidos de izquierda y centro izquierda, que de alguna manera se vincularon con el gobierno del presidente Gabriel Boric, vienen golpeados por las insuficiencias e incumplimientos de este ejecutivo en materia de políticas sociales. La no realización e incluso frustración de las esperanzas que auparon al gobierno, está detrás del evidente desencanto de una parte importante de la sociedad chilena con su gestión.

La ultraderecha, donde destaca la figura de José Antonio Kast, aunque no es el único, cuenta en su ascenso con un escenario internacional marcado por la emergencia de figuras y partidos con posiciones ideológicas afines y enfrentados, en lo interno, a una izquierda dividida. No es de extrañar entonces que, en la medida en que se acerque la fecha electoral, veremos un escenario de mayor polarización ideológica, donde se dispute de modo cada vez más abierto no solo derechos sexuales y laborales, sino también los mismos sentidos de la historia reciente del país.

Para conversar sobre el escenario político chileno actual, contactamos a Marco Antonio Enríquez-Onimami, cineasta y político chileno. Es fundador del Partido Progresista y del Grupo de Puebla, exdiputado y candidato presidencial en varias oportunidades.

José Ernesto Novaez Guerrero (JENG): El gobierno de Boric es resultado de un extroardinario proceso de rebeldía popular en el Chile contemporáneo. Rebeldía no solo contra las injusticias palpables de la sociedad chilena, sino también contra la iniquidad del modelo neoliberal impuesto por la dictadura pinochetista. En medio del actual contexto electoral ¿cómo valora el legado del gobierno de Boric respecto a las promesas y expectativas sociales que lo auparon y respecto a su propia gestión?

Marco Antonio Enríquez-Onimami (MAE-O): Yo creo el presidente Boric y su gobierno son un gobierno de buenas intenciones, que no tiene el instinto mafioso que tenía la derecha cuando gobernó recientemente. Sí creo que abrazó banderas, que luego dejó abandonadas. Sí creo que se puede ser buena persona e ineficiente. Se puede ser buen intencionado e inepto para cambiar Chile. Se puede ser buena persona y humillar las banderas que nos constituyen: la justicia tributaria, la justicia social, la educación pública gratuita, terminar con los abusos del sistema previsional chileno, que es una estafa feroz, que el sistema de pensiones privado. Entonces tengo una opinión de dos vías, de afecto y de gran decepción.

JENG: La derecha en Chile ha ido ganando en fuerza y organización, a tono con un fenómeno que es global. ¿Cuáles son, en su opinion, los principals elementos en la sociedad chilena actua de los cuáles se nutre esta agenda conservadora de ultraderecha?
MAE-O: Creo que la ultraderecha representa bien, mejor que nosotros, la rabia contra el estado y la democracia. El estado, porque convive con demasiada comodidad con el narcotráfico, con la violencia, con el crimen organizado y la democracia porque también la democracia ha demostrado no permitir cambios profundos en nuestra sociedad, en varias de nuestras sociedades. Eso sí, creo que la confrontación con la ultraderecha no es una opción, es una obligación por la fuerza de Internet. Exige la confrontación.

Creo que la izquierda se ha ido acobardando en el debate. Yo en eso creo y hago un llamado a la izquierda latinoamericana a ponerse de pie, a defender nuestras banderas, a frenar la ultraderecha y también a proponer la justicia social en un modo de prosperidad social con crecimiento económico. Nuestras sociedades son riquísimas y al mismo tiempo se han ido empobreciendo por las políticas de la derecha. Y de nada sirve rendirse y equivocarse respecto de que la derecha no respeta los valores democráticos, la gran parte de ella y que la derecha detesta el estado, pero se nutre del estado y hay que denunciarlos y ofrecer un camino mixto en la complejidad. Las soluciones son complejas y la izquierda debe complejizar frente a sociedades cada vez más complejas.

JENG: ¿Cuál es la situación interna de la izquierda chilena en la actualidad, frente al nuevo proceso electoral?

MAE-O: La izquierda está dividida. Acaba de cerrar el gobierno una primaria oficialista. Es la primaria de la exclusión, la primaria de la continuidad. No quieren hablar de cambio. Es la primaria de las excusas, que están dando explicaciones por todo lo que no hicieron y diciéndole a los chilenos, desde la derecha, que después de gobernar 28 años, ahora sí lo van a hacer. Son primarias decepcionantes. Yo no criminalizo a los que van a ir a votar a la primaria. Lo entiendo. Sí quiero decir que me parece que muy pronto pareciera confirmarse que la primera vuelta será una gran primaria y no esta primaria de las excusas.

JENG: ¿Cuáles considera las tareas sociales y políticas más urgentes a resolver por un gobierno de izquierda en el plano interno y en el internacional?

MAE-O: Creo que la tarea más urgentes para resolver desde la izquierda es la pobreza. Como dice Andrés Manuel López Obrador en México, primero los pobres por el bien de todo. No es razonable que los países tengan una economía sana, los estados tengan deuda pública baja en algunos casos y un pueblo pobre. Creo que México es hoy día el gran, gran ejemplo en materia de construcción de un proyecto político transformador, sin complejos, nítido, democrático, respetuoso del estado de derecho, pero también defensor de los pobres, que son la primera prioridad. Y creo que la izquierda muchas veces olvida hablar de pobreza y creen que están gobernando en Finlandia. Estamos en América Latina y el Caribe, agredidos por el narcotráfico, por el crimen organizado, por la pobreza, por la desigualdad, por la inmigración regulada, por la violencia, la política institucional de Estados Unidos hacia nuestros pueblos.

JENG: Usted es hijo de uno de los grandes revolucionarios de nuestro continente, Miguel Enríquez. ¿Qué premisas de su pensamiento considera que siguen siendo válidas para este Chile actual y el que vendrá, para América Latina?

MAE-O: Esta pregunta sobre mi padre para mí es un orgullo. Mi padre fue el gran rebelde, pero también un gran rebelde que se suma a muchos líderes latinoamericanos respecto a no aceptar la dominación. La política es la historia respecto a la dominación. Los que quieren dominar y los que no queremos ser dominados. Y Miguel Enríquez murió luchando contra los que querían dominar una sociedad. La dominación es la lucha: la dominación del capital, la dominación del sistema financiero, etc. Es Miguel Enríquez, a su vez, a mi juicio, una cierta idea del sacrificio en la política. La política no puede ser solo ganar, solo cálculo. También es saber enfrentar tus convicciones con tu vida. Y creo que Miguel le dio una dimensión gigantesca a la causa y es el ejemplo junto al Che Guevara y a tantos más que han hecho de la izquierda una familia de valores, pero también una familia de valientes.

 (*) José Ernesto Novaes Guerrero, Escritor y periodista cubano. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Coordinador del capítulo cubano de la REDH. Colabora con varios medios de su país y el extranjero.

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