Mate Amargo, continuando el homenaje a Raúl “Bebe” Sendic en el acto del 25 de abril pasado. Extracto del discurso del compañero Sebastián Valdomir.
Saludos, compañeros y compañeras. ¡Qué alegría ver Tristán Narvaja lleno de compañeros, lleno de tupamaros, lleno de compañeros del Frente Amplio que se arriman otro abril a compartir con nosotros en este año tan especial como son los 100 años del nacimiento del “Bebe” Sendic!. Y la verdad, verlo de aquí y ver tantos compañeros y compañeras juntos, nos llena de alegría, nos llena de compromiso y sobre todo nos redobla la responsabilidad de seguir viva la tradición, la identidad, la historia tupamara que todos ustedes supieron de manera coherente, de manera sentida, llevar adelante cada uno de los días que les tocó vivir por esta vida.
¡Qué decir este año del 100 aniversario del “Bebe” que no haya dicho el “cabeza” Otero, que no haya dicho Carlitos con su poema y la canción que nos cantó Pablo! Saber que al “Bebe” lo tenemos presente cada uno de los días, los que nos consideramos tupamaros. Políticos, no profesionales, sino políticos tratando de transformar la realidad y, en cierto sentido, tratando de llevar adelante un poquito de justicia y un poquito de revolución en cada una de nuestras acciones.
El “Bebe” salió del molde. Fue hacer campamento en la intemperie, allá donde más se necesitaba. Y eso hoy es una enseñanza que todos los días lo tenemos que practicar. Salió del lugar que tenía en una zona de confort, dentro de un partido histórico de la izquierda uruguaya y sin renegar de nadie ni de nada fue a organizar, a dar una mano a los peludos, a los trabajadores rurales, a los trabajadores de la caña, a los trabajadores del azúcar, a los trabajadores de la naranja. Y ¡vaya si marcó un antes y un después en la historia de la sindicalización rural y la lucha por la tierra en nuestro país!
Al “Bebe”, en cierto sentido, lo grafica esa frase histórica que la tenemos en varios de nuestros cuadernitos y que siempre la leemos: “El río da muchas vueltas, pero sabe a dónde va”. Y el “Bebe” desde que se fue de Montevideo, desde que se fue de su Flores natal y vino a estudiar a Montevideo, y luego cuando abandonó su carrera como procurador estudiando en la Facultad de Derecho y fue a dar una mano allá donde más se necesitaba…sabía dónde quería llegar. Y luego, mientras hacía ese litoral para arriba y para abajo, mientras recorría el Uruguay entero, siempre dejando una senda de organización, una seña de identidad y sobre todo su ejemplo, su humildad y su compromiso militante. Así que ¡vaya si nosotros, los tupamaros, vamos a recordar al “Bebe” Sendic cada año, cada abril, en esta calle y en cada una de las acciones en las que nos encontramos presentes todas y todos nosotros también!
Este es un año muy especial porque es el año en el cual el Frente Amplio vuelve al gobierno. Es un año en el cual todas las tupamaras y todos los tupamaros insertos en la campaña que hizo el Frente Amplio el año pasado en cada barriada, en cada coordinadora, en cada comité de base del Frente Amplio, puso su granito de arena con un objetivo claro que era sacar a la derecha del gobierno. Así que cada una de las acciones que se emprendieron el año pasado y antes también, cuando juntamos firmas, cuando fuimos a dar una mano a las ollas, cuando fuimos a tratar de organizar a la gente que estaba más en la mala, porque no solo la pandemia le pegó al pueblo uruguayo, le pegó la coalición y sus cinco años de ajuste salvaje. En cada una de esas acciones había un compañero o una compañera presente, sabiendo de dónde venía, pero también sabiendo a dónde apuntaba. Y esa fue una campaña histórica que los uruguayos pudimos concretar el último domingo de noviembre, depositando nuevamente a un compañero en el gobierno, con un montón de sueños a cuestas, con un montón de compromiso, con un montón de prioridades y sobre todo con un montón de responsabilidades para cumplir y ahora dar la cara por aquellos que están más jodidos.
Esta etapa también es una etapa de responsabilidad, porque claramente nosotros no trabajamos solo en la arena política, trabajamos también en los barrios, en los territorios y tener un gobierno es muy importante porque es un instrumento enorme para facilitar y tratar de darle un poco más de derecho, un poco más de dignidad a los que más necesitan. Es un portaaviones gigante cada gobierno para aplicar las políticas públicas, para aplicar las políticas sociales que necesita la reactivación de nuestro sector productivo y necesita nuestra gente para tratar de llegar de una manera más digna a construir sus sueños y a construir su identidad.
Pero ningún gobierno es una fortaleza en sí mismo, por más grande que sea, por más o menos plata que tenga el Ministerio de Economía, con más o menos diputados, con más o menos senadores o con más o menos intendentes. Su fortaleza estará si hay gente que lo defienda, si hay gente que banca y si hay gente que le lleva las prioridades para que esas políticas aterricen finalmente en los territorios donde más se necesitan.
Y hoy nos encontramos con un país que está sumamente comprometido. Nos dejaron el déficit económico más grande de los últimos 35 años. Nos dejaron una empresa pública fundida como hoy se denunció por parte del compañero Yamandú y la compañera ministra de Industria, con un ANCAP que tiene más de 250 millones de dólares de deuda. Nos dejaron una OSE, que tiene nada más y nada menos que la responsabilidad de darle agua potable a la gente, sin inversión, sin gente, comprometida por varios años para adelante y todavía con la amenaza de un proyecto que es claramente inconstitucional y que este gobierno tiene que volver a renegociar para tratar de evitar el juicio que se nos viene. Nos dejaron empresas públicas comprometidas y ¡vaya si las empresas públicas son el motor del desarrollo de este país, son el motor para llevar más dignidad y más servicios públicos de calidad a nuestra gente! y nos dejaron justamente ese instrumento sumamente comprometido.
Nos dejaron una fractura social dramática. Ya va a salir dentro de un poco, unas pocas semanas o pocos meses ¿en qué nivel de pobreza y desigualdad se encuentra la sociedad uruguaya luego de cinco años de gobierno divertido de Lacalle Pou y de coalición? Pero vamos a tener claro que lo que vemos en las calles de Montevideo, en las calles de Canelones y en cada uno de los territorios de nuestros departamentos, es más gente viviendo en la calle, más gente con problemas de salud mental, más gente con problemas de adicciones, más gente sin tener acceso a un plato de comida decente todas las noches. Esa fractura la estamos viendo día a día, la conocemos, y es algo que nosotros nos tenemos que encargar de dar vuelta y sobre todo, de reconvertir a un montón de compatriotas que hoy no tienen una esperanza y una expectativa porque lo dejaron a la vera del camino.
Nos dejaron una fractura enorme, una sociedad más violenta, un país penetrado claramente por la estructura del narcotráfico en la región y todo eso es lo que tenemos que de alguna manera tratar de levantar con el programa del Frente Amplio, pero todavía con la acción organizada de la gente en los barrios, en los territorios y en las organizaciones sociales. Porque reitero, no hay gobierno fuerte y no hay gobierno que pueda aterrizar las políticas públicas si no tiene gente que le esté marcando en cada uno de los lugares donde tiene que aterrizar y donde tiene que ponerse la prioridad de la vivienda, de la salud, de la educación y de los cuidados.
Se nos ha preguntado en ese marco ¿qué tenemos nosotros los tupamaros para aportar en esta nueva etapa política y en este nuevo gobierno del Frente Amplio? Y nosotros tenemos vigencia, tenemos historia, ¡vaya si tenemos historia!, pero tenemos una tarea para cumplir. Como la cumplimos en la campaña, como la cumplimos en la campaña contra la LUC, como la cumplimos cada vez que de alguna manera se requería una mano solidaria para tener una olla, para tener un lugar de achique en los barrios que estaban más impactados por la crisis. Y ahora esa vigencia se pone a prueba porque nosotros no tenemos que abandonar los lugares de las organizaciones sociales y tenemos que tratar de aportar nuestra perspectiva, que no es mejor ni peor que ninguna. Es una perspectiva del pueblo uruguayo, que está vigente desde los albores de la década del 60’ y que nos ha distinguido y que nos ha, de alguna manera, enorgullecido porque nuestros viejos llevaron adelante una lucha histórica de la cual nosotros nunca nos vamos ni a arrepentir ni a avergonzar.
Y a esos viejos siempre los vamos a encontrar acá. Los vamos a celebrar, como lo celebramos al “Beb2, como celebramos al “Pepe”, como celebramos a todos los compañeros que dejaron el cuero en la estaca por un país para todos. Mientras haya desigualdad, mientras haya pobreza, mientras haya una doña que no tenga como alimentar a sus nietos o a sus gurises, con una miseria de pensión. Mientras haya una madre que no tenga contención para sus gurises, mientras haya un laburante al cual se le nieguen los derechos. Como nos enteramos hace pocas semanas que allá por Cerro Largo había una parienta de un dirigente político del gobierno pasado que le negaba los derechos a trabajadores rurales…mientras exista esa desigualdad, va a haber una estrella amarilla anidada en el medio de la bandera de Artigas y va a haber lucha tupamara y van a haber compañeros que van a levantar la bandera, que nos enorgullece y que nos cobija a todos.
Nosotros tenemos que ayudar a organizar lo que no está organizado, como hizo el “Bebe”, como hicieron los compañeros que levantaron nuestra historia, como hacen los compañeros día a día, aún hoy, porque siguen habiendo compañeros que se identifican con la causa de Tristán Narvaja y siguen habiendo compañeros que se identifican con la historia de los tupamaros y que se reivindican tupamaros sobre todo. Entonces, ¡vaya si tenemos vigencia! ¡Vaya si tenemos responsabilidad para el futuro, porque este gobierno también es nuestro gobierno y nosotros le tenemos que marcar las cosas que hay que hacer y tenemos que poner nuestro compromiso militante para que esas políticas públicas lleguen a los lugares donde tienen que llegar! Ayudar a organizar lo que no está organizado. Aportar nuestra perspectiva. Tratar de dar una mano al que está más jodido. Tratar de seguir, de alguna forma, convirtiéndonos y encontrándonos con nuestro compromiso, como parte del pueblo uruguayo y de la lucha del campo social y popular de este país. Esa es nuestra vigencia, ese es nuestro compromiso y por eso todos los abriles nos encontramos acá. Para celebrar y para recordar el pensamiento del “Bebe” y en cada octubre nos encontramos para recordar y para homenajear a nuestros compañeros caídos en Pando.
Pero sobre todo, además de historia, tenemos futuro, tenemos vigencia y tenemos algo para aportar en este contexto político que nos toca vivir. Así que nada de sacarle el culo a la jeringa. Vamos a estar presentes en cada una de las luchas que se nos haga partícipe y que de alguna forma se nos requiera para dar una mano y para aportar una perspectiva. Y miren, si no tenemos gente y compañeros para aportar.
Un saludo compañeros.
¡Viva la lucha del pueblo uruguayo!
¡Habrá patria para todos!