Por Rolando Sasso(*)
Cumplida la contienda electoral del último asueto de octubre, comprobamos nuevamente que el acto de votar es apenas un momento. Poca cosa para los que buscan participar en política sin encontrar eco. En parte porque los que deberían cambiar las reglas del juego no se molestan para no perder privilegios. En el fondo fue una jornada donde se ejerció el voto de los representados, de los que casi nunca son escuchados. Son los mismos que piden democracia directa, no lo olvidemos.
Fue como una nube de números que impidieron ver con objetividad los resultados de la jornada electoral del domingo 27 de octubre. Cada uno manejaba los números a su gusto y conveniencia. Todos festejaban pero nadie se proclamaba vencedor; la Corte Electoral ratificaba que se jugaría una final (balotaje) para conocer la fórmula del nuevo Poder Ejecutivo.
En un comienzo ganaba claramente nuestro Frente Amplio, luego se dijo que la coalición multicolor había votado mejor de lo esperado y todos juntos marcaban casi 3 puntos por encima del Frente. En otro momento se destacaba el importante aumento de los votos frenteamplistas respecto de la elección de 2019. Otros señalaban que el Frente ganó en el interior y en casi todos los barrios de Montevideo, recuperando lo perdido en anteriores elecciones.
Lo cierto es que el Frente Amplio fue el partido más votado por lejos, algo así como un 15% por arriba del segundo; logró un 5% más que en las pasadas elecciones. Se llegó a la mayoría limpia en el Senado (16 bancas sin contar con la de la vicepresidenta) y faltó un pelito en diputados para alcanzar la superioridad.
El piso desde donde arranca el Frente esta última etapa de campaña es bien alto (el FA ganó en 12 departamentos, 3 más que en la anterior disputa) y eso nos conducirá sin dudas al triunfo. Victoria que sin embargo habrá que construir entre todos, para recuperar el gobierno, aún falta pasar por el debate obligatorio que puede ser decisivo. Yamandú tiene todo para salir vencedor.
La coalición multicolor perdió casi 9 puntos respecto a octubre de 2019; perdió 3 senadores y 10 diputados; perdió el plebiscito de los allanamientos nocturnos; perdieron Álvaro Delgado y Andrés Ojeda en la interna con Javier García y Pedro Bordaberry además de los liderazgos en la coalición.
Pérdidas que le ocasionaron fricciones en el funcionamiento diario, roces entre Manini Ríos y Pablo Mieres además de roces entre Ojeda y Mieres que se suman a la disconformidad con la elección de la vice.
En resumidas cuentas se cierra un ciclo, se cumple una etapa y se vuelve al pasacalle, la pintada y el volante para pasar las próximas instancias. Nosotros por nuestra parte en lo relativo al aporte menor (la columna semanal en el Mate Amargo) que hacemos semanalmente proponiendo temas para reflexionar en clave colectiva, creemos también haber cumplido una etapa, que se verá prolongada hasta la próxima jornada electoral del 24 de noviembre.
Continuaremos entonces proponiendo (en nuestra columna) temas para reflexionar entre todos que sirvan para seguir construyendo un Uruguay más igualitario, más solidario, proyectándose al mañana sin niños viviendo en la calle, sin ollas populares ni refugios contra el frío invierno, sin gente buscando trabajo desafortunadamente, sin violencia originada en la marginación y las penurias cotidianas. Después del 24 pasaremos raya y festejaremos el triunfo, mirando adelante, disfrutando de un tiempo que seguramente será más promisorio y sin dudas será para todos.
Entonces no podemos dejar de recordar la primera elección en que participó nuestro Frente Amplio en noviembre de 1971, donde no llegó a 300.000 votos. Comicios donde se tensaron las fuerzas y no ganamos la partida, una elección en la que no votamos por ser menores de edad pero gastamos las suelas de los zapatos caminando las calles llevando un volante con la voz del Frente. Y ahora nuestro Frente cosecha más de 1.000.000 millón de votos. ¡Si habremos crecido en este tiempo! Lo seguiremos haciendo.
(*) Rolando Sasso es fotógrafo, Periodista y escritor. Tiene en su haber varios libros de profunda investigación periodística sobre el accionar histórico del MLN-T