En los 94 años de la República Española

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Por Maribel Acosta Damas (*)

GUERNICA

París, primavera de 1937: Pablo Picasso despierta y lee.

Lee el diario mientras desayuna, en su taller.

El café se le enfría en la taza.

La aviación alemana ha arrasado la ciudad de Guernica. Durante tres horas, los aviones nazis han perseguido y ametrallado al gentío que huía de la ciudad en llamas.

El general Franco asegura que Guernica ha sido incendiada por dinamiteros asturianos y pirómanos vascos enrolados en las filas comunistas.

Dos años después, en Madrid, Wolfram von Richthofen, comandante de las tropas alemanas en España, acompaña a Franco en el palco de la victoria: matando españoles, Hitler ha ensayado su próxima guerra mundial.

Muchos años después, en Nueva York, Colin Powell pronuncia un discurso, en las Naciones Unidas, anunciando la inminente aniquilación de Irak.

Mientras él habla, el fondo de la sala no se ve, Guernica no se ve. La reproducción del cuadro de Picasso, que decora la pared, ha sido completamente cubierta por un enorme paño azul.

Las autoridades de las Naciones Unidas han decidido que ése no es el acompañamiento más adecuado para la proclamación de una nueva carnicería”.

Eduardo Galeano

(en Espejos. Una historia casi universal, Ed. Casa de las Américas 2008)

El 14 de abril de 1931 fue proclamada la República Española. ¡Ganaron los republicanos! Sobrevino un periodo de luchas y logros sociales. En ese mismo año la naciente República proclamaba en su constitución, por primera vez, el reconocimiento del voto femenino. Pero el 17 de julio de 1936 los generales Emilio Mola y Francisco Franco iniciaron una sublevación para derrocar a la República elegida democráticamente, periodo histórico conocido como Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939. Está considerado el conflicto más sangriento de Europa occidental después del final de la Primera Guerra Mundial en 1918 con el apoyo y alianza del fascismo alemán e italiano.

A partir del triunfo de las tropas franquistas, se instaura en el país una feroz represión que resultó en miles de represaliados/as, asesinados/as y desaparecidos/as que fueron a dar a fosas comunes aun por descubrir y cuya extensión en el tiempo fue hasta los años 70 del siglo pasado.

A 8 kilómetros de Valencia, Paterna fue lugar del horror. En el cementerio de esta localidad iban a parar las víctimas de la represión franquista, luego de ser ejecutadas en el Terrer.

A finales de los años 70 y principios de los 80, familiares de víctimas republicanas empezaron a recuperar los cuerpos de sus seres queridos, sin apoyo técnico ni forense. No sería hasta el año 2000 cuando comenzaron las exhumaciones contemporáneas.”

Ya en 2016, se iniciaron las exhumaciones de fosas comunes en el cementerio de Paterna en Valencia.

Cada palmo del cementerio de Paterna es una herida, un homenaje, un compromiso. Y en cada aniversario de la República Española, el peregrinaje es hasta donde están los muertos, muchos aun sin identificar, pero rompiendo el silencio cómplice del crimen. Cada palmo de tierra en Paterna es una batalla para seguir recuperando sus muertos, por identificarlos, por justicia y reparación …. Y contra el olvido.

Cada 14 de abril termina con el saludo de la bandera de los colores rojo, amarillo y morado, que ondea en el cielo azul de primavera: ¡Salud y República!

(*) Maribel Acosta Damas, Dra. en Ciencias de la Comunicación Social, Periodista cubana y docente de la Universidad de La Habana, trabaja y colabora con varios medios de su país y de otros países.

Fotografía: Maribel Acosta

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