¿Centro – Periferia otra vez?

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Por EconomíaPolítica.uy (*)

Dibujo Adán Iglesias Toledo (**)

Nuestro pasado colonial nos circunscribió a una relación de dependencia con los centros de poder que tuvo su continuidad en el desarrollo capitalista, con su expansión planetaria. En primer lugar, nos hizo dependientes de Inglaterra, que era el taller del mundo, luego Estados Unidos y ahora prácticamente China se ha transformado en ese taller mundial, no precisamente un 100% capitalista. Esa relación de dependencia, de desarrollo desigual y combinado como se la ha caracterizado, ha definido a América Latina como exportadora a China, principalmente de productos primarios, básicamente soja, petróleo, hierro, carne y minerales de cobre. Lo describe la propia CEPAL de Prebisch, quien justamente definió esta relación como de centro – periferia. Esos productos primarios representan la mayor parte de las exportaciones de la región hacia China. Según la CEPAL, el grueso de las exportaciones de América Latina hacia China se concentra en esos seis productos que juntos suman el 72% del total exportado a ese país. Por otro lado, completando la relación comercial, América Latina le compra a China principalmente productos manufacturados e intensivos en tecnología (productos electrónicos, maquinaria, vehículos, textiles, etc.)

Esta dependencia de China y especialmente de estas importaciones limita la diversificación de la economía, porque prácticamente en esos rubros es imposible competir y por lo tanto, desarrollar nuestras propias industrias. La competencia de productos chinos más baratos ha llevado a la desindustrialización en algunos países de América Latina nada menos que, por ejemplo, Argentina y Brasil. ¿Cuál puede ser una estrategia de diversificación para mejorar la relación comercial? América Latina debe buscar diversificar sus exportaciones y evitar la sobreexplotación de recursos naturales.

Sin embargo, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, conocidas como CELAC, ha desarrollado en Beijing un encuentro con China, Esta es la 4.ª cumbre de cancilleres. Aún no se ha logrado una cumbre de presidentes. Esta cumbre arrancó con una oferta de la misma China para elevar su línea de crédito para los países de la CELAC en 66 mil millones de yuanes, algo así como 10 mil millones de dólares.

La CELAC, fue constituida el 23 de febrero de 2010, con 33 países. Esta vez, como dijo Pepe Mujica, “sin Estados Unidos ¿Cuánto tiempo nos llevó?”, se refería a encontrarnos entre nosotros sin el gigante del norte. Este foro regional se pensó para promover la integración regional, el desarrollo sostenible, posicionar a la región en eventos con otros países y también constituir la voz central de la región para proyectar al continente hacia una agenda global, buscando una mejor inserción en el ámbito internacional. Obviamente que todo esto tiene que ver también con objetivos de una integración mayor de nuestros países y por lo tanto de mayor comercio y de mayor integración en la explotación propia de los recursos naturales. Pero hasta ahora lo que ha preponderado han sido los encuentros para definir cómo posicionarse en el mundo, una voz conjunta en los mecanismos y en los instrumentos de gobernanza mundial como las Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), entre otros.

Esta nueva reunión con China, estuvo precedida por la 9.ª Cumbre de la CELAC en Honduras, que se llevó a cabo a partir del 9 de abril de este mismo año. En esa cumbre, si bien se habló mucho de la coyuntura actual internacional, y de la agresividad del imperialismo en decadencia y de su líder Trump, también se caracterizó por una carencia de una estrategia común frente a toda esta problemática. La crisis del capitalismo mundial, desembocó en la guerra tarifaria de Trump y se materializará en medidas concretas. Tampoco había plan concreto frente a China, más allá de las este propuestas que en todos estos encuentros usualmente se realizan.

De ese encuentro salió un plan de acción conjunto de cooperación en áreas prioritarias entre China y los 33 países que integran la CELAC. Indudablemente el relacionamiento con China tiene otras características diferentes al histórico con Estados Unidos o con Europa, centros colonizadores. Con China no sucede lo mismo, su avance planetario lo ha hecho en función fundamentalmente de su fortaleza económica y de su expansión comercial y de inversiones. China, manifiesta políticas más flexibles, un discurso conciliador que no pone condiciones sobre nuestras estrategias políticas, excepto en relación a Taiwán. El presidente Xi Jinping, ha propuesto la cooperación en energía, tecnología y comercio, que obviamente se alinean con su objetivo principal: el desarrollo de la Ruta de la Seda del Siglo 21. El objetivo es instalar a China en todos los circuitos comerciales y de inversión, financieros. Es esa relación de la que hablábamos anteriormente, o sea fundamentalmente acceder a recursos naturales como el litio, el cobre, petróleo, las tierras raras, etc., y también acceso a un mercado tan grande como es nuestro continente para toda su manufactura, sus adelantos tecnológicos, sus automóviles eléctricos, etc.

Debemos tener en cuenta que la mitad de la inversión china, aproximadamente 250 mil millones de dólares en el último año, 2024, fue destinada a Brasil (120 mil millones). Y fueron a financiar producción automovilística, energía renovable, industria farmacéutica, semiconductores, etc. Sin embargo, Lula se ha mantenido en una posición más equilibrada, si lo comparamos, por ejemplo, con lo que había planteado nuestro expresidente Lacalle Pou con su idea de establecer un tratado de libre comercio con China. Para Lula, América Latina y el Caribe deben mantenerse independiente de las disputas hegemónicas. Obviamente también piensa en ese balance de fuerzas frente a Estados Unidos, pero reafirma que el destino del continente depende de sí mismo. Lo cual nos remite nuevamente a Pepe Mujica con aquello que decía de que nadie va a venir a resolver nuestros problemas.

América Latina y el Caribe en todo este marco de relacionamiento internacional tiene un desafío muy importante que es su propia integración, de tal forma de que se pueda desarrollar económica y socialmente en base a una profunda integración regional y que por lo tanto la potencie y le dé más fortaleza en todas estas relaciones económicas con el resto del mundo. Fijémonos que solo el 20% del comercio del continente se realiza entre sus propios países, mientras en otros ámbitos de relacionamiento económico, la Unión Europea, por ejemplo, es casi la mitad y la ASEAN, de Asia, el 40%. O sea, estamos muy lejos. De ahí nuestro titular: ¿Centro y periferia otra vez? Tenemos un comercio con China de 500 mil millones de dólares. donde las exportaciones son principalmente alimentos, madera y energía, y una inversión de 250 mil millones centrada fuertemente en Brasil. El tema de la inversión en infraestructura es fundamental y la energía renovable es un tema esencial en el cual tenemos que desarrollarnos nosotros mismos, porque a su vez tenemos enfrente los objetivos de China de desarrollar una cadena de infraestructura vial y portuaria, de tal forma que prácticamente podría competir con el canal de Panamá.

Otra cuestión interesante es cómo China entabla estas relaciones con el continente sudamericano y el Caribe, en un marco común de lo que ellos denominan el Sur global. China apoya a las relaciones de América Latina y el Caribe para que amplíen su influencia en el ámbito multilateral, algo que obviamente le interesa es que el multilateralismo se vaya implantando con cada vez con mayor fuerza, de tal manera de que la hegemonía de Estados Unidos en todos estos ámbitos, se debilite. Según el líder chino, América Latina y el Caribe y China son miembros importantísimos del sur global, y plantea la necesidad de salvaguardar firmemente el sistema internacional y hablar con una sola voz en los asuntos internacionales y regionales, una integración económica más fuerte y duradera que sin duda puede beneficiar a todo el continente. Por lo que China en el mundo de hoy, se distancia mucho de las acostumbradas relaciones nuestras con Estados Unidos e incluso Europa.

Yamandú Orsi instó asimismo a defender un sistema multilateral de comercio transparente, no discriminatorio y abierto e inclusivo, basado en normas predecibles con el fin de promover el comercio mundial y el desarrollo sostenible, en un momento de incertidumbre comercial, sin duda desatada por Estados Unidos y su presidente Donald Trump.

(*) EconomiaPolitica.uy es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Política, dirigido por el Ec. Héctor Tajam.

(**) Prof. Adán Iglesias Toledo, dibujante grafico cubano, director del Medio humorístico DEDETE del Periódico Juventud Rebelde, miembro de la UNEAC. Colabora con varios medios de prensa en su país y en el extranjero, posee más de 40 premios otorgados por su país y el extranjero.

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