Por economíapolitica.uy *
Dibujo Prof. Adán Iglesias Toledo **
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó sus últimos datos sobre la pobreza en Uruguay. El cambio de metodología que se introdujo a partir de 2015, otorgó al indicador un mayor alcance en la comprensión de dicha problemática social, y nos revela cambios dramáticos en torno a su gravedad. No más observar que la pobreza se extiende al 17,3% de la población (618.976 personas pobres), y que la pobreza en los menores de 6 años alcanza al 32% (86.350 niños). Si ampliamos hasta la edad de 12 años, los niños pobres se duplican, llegan a 175.500.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los resultados de la estimación de la pobreza en Uruguay mediante el método del ingreso, basado en el análisis de las líneas de pobreza (LP) e indigencia (LI). Esta publicación incorpora la metodología de pobreza 2017 y presenta una comparación entre los resultados obtenidos con la metodología anterior (2006) permitiendo analizar los cambios en los indicadores de pobreza a lo largo del tiempo.
La forma en que se estima la pobreza en Uruguay se basa en la definición de ciertos umbrales de ingreso, representados por la línea de pobreza (LP) y la línea de indigencia (LI). Estas líneas se construyen a partir de dos componentes: la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que cubre las necesidades alimentarias mínimas, y la Canasta Básica No Alimentaria (CBNA), que incluye otros gastos esenciales como vivienda, salud y educación. En 2017, el INE adoptó una nueva metodología para calcular estas líneas, que incorpora diferencias según la condición de ocupación (inquilinos y no inquilinos) y las características sociodemográficas de los hogares, lo que permite un análisis más preciso de la situación de pobreza en el país.
Para determinar si un hogar o persona se encuentra por debajo de estas líneas, se calcula el ingreso disponible ajustado per cápita de cada hogar. Si el ingreso es inferior al valor de la CBA para la LI o a la LP para la pobreza, se considera que el hogar o la persona está en situación de indigencia o pobreza, respectivamente.
Sobre los principales resultados se destaca que, en 2024 el 13,4% de los hogares y el 17,3% de las personas se encuentran por debajo de la línea de pobreza (LP), de acuerdo al ajuste metodológico que detallamos Esto significa que, en términos de hogares, de cada 1000 hogares, 134 se encuentran en situación de pobreza, y de cada 1000 personas, 173 no superan el ingreso necesario para cubrir las necesidades básicas.
En cuanto a la indigencia, el 1,2% de los hogares y el 1,5% de las personas viven por debajo de la línea de indigencia (LI). Esto implica que 12 de cada 1000 hogares y 15 de cada 1000 personas no alcanzan el ingreso necesario para cubrir únicamente sus necesidades alimentarias.
Al comparar estos resultados con los datos del año 2023, se observa una ligera disminución en las tasas de pobreza, la proporción de hogares pobres ha disminuido del 13,8% en 2023 al 13,4% y de personas de 17,9 a 17,3 en 2024, mientras que la indigencia, permanece relativamente estable.
Ahora bien, en un contexto quinquenal los cambios adquieren otra dimensión. Si atendemos a la información que proporciona el Cuadro 1, en 2019 la indigencia en personas se había reducido en 0,7%, lo que había significado una disminución de 23.564 personas en situación de indigencia (con ingresos insuficientes para cubrir las necesidades alimentarias básicas). En el último quinquenio esta situación se revirtió, pues el grado de indigencia aumentó a 1,5% de la población en el año 2024. Esto es un aumento de 18.483 personas en situación de indigencia, con lo cual el número de indigentes llegó a un total de 53.668.
Si ahora observamos en el Cuadro 1 la realidad en cuanto a la pobreza en nuestro país, en 2015 había 627.537 personas en dicha situación. En 2019 el cambio fue positivo, la pobreza se redujo en 0,8%, traducido a personas, 18.827 ´pobres menos. Al cierre del quinquenio que culminó el año pasado, el porcentaje de población en situación de pobreza se mantuvo, pero en términos absolutos los pobres se multiplicaron en función del aumento de la población en 10.483 personas.
CUADRO 1
La pobreza sigue siendo un problema persistente en el país, lo cual refleja la complejidad y la dificultad de reducir la pobreza de manera sustancial. A ello se agrega un problema adicional, dramático, el aumento a un ritmo acelerado de personas en una situación de vulnerabilidad extrema, como lo es no disponer de un ingreso suficiente para alimentarse.
Ahora, si miramos según regiones, entre Montevideo y el interior del país, se observa que la pobreza es más pronunciada en el interior del país (13,7%) en comparación con Montevideo (13%). Además, las localidades con menos de 5000 habitantes y las zonas rurales son las que presentan los valores más altos de pobreza, con un 14,1% de los hogares bajo la línea de pobreza. Esta disparidad refleja importantes diferencias en el acceso a servicios básicos, infraestructura y empleo, que son más acentuadas en las áreas rurales y en las localidades pequeñas.
Según sexo, en 2024, la pobreza sigue afectando más a los hogares con referente mujer, tanto en Montevideo como en el interior del país. En total, la tasa de pobreza en los hogares con mujeres como jefas es del 16,1%, frente al 10,0% en los hogares con referente hombre. Esta disparidad resalta las brechas de género existentes, donde las mujeres, especialmente las que son responsables del hogar, enfrentan mayores dificultades económicas. Por otro lado, según edad, los grupos etarios más afectados por la pobreza son los menores de 6 años (32,2%).
La persistencia de altos niveles de pobreza e indigencia en Uruguay muestra que sigue siendo un desafío estructural. La pobreza continúa afectando especialmente a ciertos grupos y regiones, como las áreas rurales, los hogares con referentes femeninos y la población más joven. Aunque la medición de la pobreza en términos de ingresos es fundamental para entender ciertas dificultades económicas, asociadas a una muy desigual distribución del ingreso en Uruguay, también es esencial desarrollar políticas públicas que mejoren el acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la vivienda, además de fomentar el empleo.
(*) EconomiaPolitica.uy, es un Programa de asesoramiento, investigación y formación en Economía Política, dirigido por el Mag. Héctor Tajam.
(**) Prof. Adán Iglesias Toledo, Director del Medio humorístico DEDETE del Periódico Juventud Rebelde, miembro de la UNEAC. Colabora con varios medios de prensa en su país y en el extranjero