Inés Cortés
El pasado domingo 13 de marzo se llevaron a cabo las elecciones legislativas y las consultas Interpartidarias en Colombia. En las elecciones legislativas se eligen los integrantes de la cámara de representantes y la cámara de senadores, mientras que en la consulta interpartidaria se vota a los precandidatos presidenciales de cada fuerza política o coalición de cara a la siguiente contienda electoral en mayo de 2022, donde se elegirá al próximo presidente del país.
Esta elección nacional fue de gran importancia para el pueblo colombiano y con connotaciones históricas importantes a resaltar:
Por un lado fue la continuación del proceso de Acuerdo de Paz firmado en 2016 que habilitó mecanismos y nuevas formas de llevar adelante las prácticas políticas colombianas, donde por ejemplo se votaron 16 nuevas Curules (o escaños) de Paz, dirigidos a comunidades y víctimas especialmente afectadas por el conflicto armado. Este fenómeno se dio por primera vez en esta elección a raíz de un fallo de la Corte Constitucional a pesar de la negativa del gobierno de Duque a cumplir con lo pactado en el acuerdo de 2016.
Y por otro lado, fue la primera elección donde la izquierda colombiana y las fuerzas alternativas a quienes gobernaron durante 200 años el país, fueron juntas en una alianza denominada Pacto Histórico y alcanzaron niveles de votación inimaginados para la realidad histórica de la izquierda en dicho país.
El pacto histórico
El Pacto Histórico es una coalición de izquierda, alternativa al establishment colombiano que gobernó durante toda la historia de este país. Está integrada por partidos de izquierda y centro izquierda al igual que por movimientos sociales de derechos humanos y sociales.
Surge como respuesta a una de las peores crisis económicas y sociales que atravesó Colombia en 2021, recogiendo el sentir de miles de colombianos y colombianas (principalmente jóvenes) movilizados contra el gobierno en un paro que duró 49 días.
Para las fuerzas alternativas de Colombia esta elección fue un mojón importantísimo, donde por primera vez en la historia de Colombia lograron posicionarse como la primera fuerza electoral.
En el senado alcanzaron 21 curules, en la Cámara 31 curules (cuando tenían 2 únicamente), y en la consulta más de 5.700.000 votos, encabezado por Petro 4.487.000 votos como candidato presidencial y seguido por Francia Marquez, militante feminista y afro con más de 700.000 votos.
El establishment colombiano
La derecha y la centro derecha fueron agrupadas en dos coaliciones para la consulta presidencial, y disgregadas por partidos para las elecciones legislativas.
A la interna del Espacio por Colombia (coalición de derecha), triunfó la candidatura de Fico Gutiérrez con gran diferencia sobre sus correligionarios, aunque quedaron como coalición 1.600.000 votos por debajo del Pacto.
La colación de centro, denominada Centro Esperanza logró una magra votación, con 2.280.000 encabezada por Fajardo con 700.000 votos.
Una lectura interesante que se puede sacar de esta elección es la contundente derrota del uribismo, que se expresa en Centro Democrático quedando muy debilitada. Este resultado podría tratarse de un voto castigo a la gestión del presidente Iván Duque, que está muy deslegitimada y se va con la peor aprobación de los últimos tiempos.
Con estos resultados se siente incómodo el establishment político porque la contienda no sólo no se dirime entre dos sectores de derecha sino que particularmente existen posibilidades reales de que Colombia gire al progresismo por primera vez en su historia.
Las cámaras y la distribución de las curules
En las cámaras, la sorpresa la dio por un lado el triunfo del Pacto Histórico que pone por primera vez a la izquierda como primera bancada, y por otro la pérdida de bancas del Centro Democrático.
Comparando con el actual senado salido de las elecciones de 2018, las siguientes fuerzas ganan senadores:
• El Pacto Histórico aumento bancas, pasa de 5 a 21
• El Partido Conservador gana una banca (pasa de 15 a 16)
• El Partido Liberal gana una (pasa de 14 a 15)
• La Alianza Verde y Centro Esperanza gana 4 bancas (pasa de 10 a 14)
• El Partido de la Unión por la Gente Partido de la U, gana 4 bancas pasando de 10 a 14 senadores.
Por su parte, los que perdieron representación fueron:
• El Centro Democrático, que pierde 5 senadores, de 19 a 14
• Cambio Radical, pierde 5 senadores, de 16 pasa a 11.
• La Lista de la Decencia se quedó sin representación
perdiendo sus cuatro bancas.
En cuanto a la Cámara de Representantes de acuerdo a los resultados las bancas se distribuyen:
• Pacto Histórico (31)
• Partido de la U (15)
• Cambio Radical (16)
• Partido Liberal (32)
• Centro Democrático (16)
• Partido Conservador Colombiano (25)
• Alianza Verde (11)
Por otra parte, hubo unas 20 bancas que se reparten en coaliciones de partidos de índole local que luego se incorporarán a los espacios mayores.
El triunfo del Pacto Histórico le da a la izquierda como mínimo 31 bancas cuando tenía sólo 2, un crecimiento que cambiará la lógica del trabajo político en la Cámara.
En comparación con 2018 el Centro Democrático perdió la mitad de su bancada (de 32 a 16); Cambio Radical perdió otro tanto, pasando de 30 a 16 y el Partido de la U perdió 9, pasando de 25 a 15. También perdió 3 bancas el Partido Liberal, consiguiendo 32. Por su parte los conservadores ganan 4 bancas. Y Alianza Verde gana 2 nuevos congresistas.
Las curules de paz
Cómo se mencionó anteriormente, en esta elección se sumaron 16 curules de Paz, para que las Víctimas del conflicto armado tengan representación en el congreso.
Si bien significa un avance para el pueblo
Colombiano, varios colectivos sociales han denunciado que dichas curules fueron coptadas por el la derecha mediante compra de votos y la falta de garantías a la hora de competir por dichas curules. De hecho en una de las zonas ganó una curul Jorge Trovar, el hijo del ex paramilitar y narcotraficante “Jorge 40” conocido por ser uno de los paramilitares más sangrientos y corruptos.
El proceso electoral de cara a las presidenciales de Mayo
Las consultas interpartidarias concentraron la atención pública y se transformó la elección en una medición hacia la primera vuelta presidencial.
El triunfo de Petro es contundente, pero no le asegura la presidencia, con los números de esta elección habría segunda vuelta y en ese escenario sus posibilidades de constiturise presidente de Colombia disminuyen.
Para que Petro gane en primera vuelta tiene que acercarse a los 10 millones de votos, lo cual podría lograr ampliando su marco de alianzas electorales. El desafío es grande, pero la posibilidad de cambio para Colombia es por primera vez, en muchísimos años, real.
