Por Economíapolítica.uy
Cuando observamos la volatilidad de los precios internacionales del crudo, nos damos cuenta realmente en qué menudo lío nos mete la LUC. Cómo “la ley se hizo para no cumplirla” o para “cumplirla cuando lo entiendan conveniente”, cosa totalmente ilegitima e irregular, pero es así. Hemos venido zafando de los incrementos de combustible, porque los que ya hubo, son solo una muestra menor de lo que acontecerá si la LUC se aprueba.
En el artículo 235, se plantea que el informe de la URSEA determinará el precio de los combustibles, ya no ANCAP. Se define como un “informe preceptivo”, es decir que debe ser cumplido obligatoriamente, aunque como quieren ganar en el referéndum del 27 ellos mismos no lo cumplan. Se plantea que se calculará el Precio de Paridad de importar de cada combustible terminado, más su costo de distribución y los impuestos, y en función de ello se definirán precios cada dos meses (sesenta días), independientemente de los volúmenes almacenados. Es una fijación de precios técnica, alejada de la política económica que siempre debe estar presente en una empresa estatal que no se maneja solamente por criterios mercantiles, sino de estrategia de desarrollo y sostenibilidad global nacional.
El artículo 236 determina la revisión integral de la metodología de cálculo, algo que está muy cuestionado. Se argumenta que es para reducir el precio final de los combustibles y dar más competencia al mercado. Sin embargo, en cuanto a la reducción de precios, se utiliza como base el Precio de Paridad de Importación (PPI, cálculo del precio de importación de cada derivado de la refinación del petróleo).
Nada más observar la volatilidad de los precios internacionales da una idea del problema en que nos introduce esta ley. ¿Puede una economía sostenerse así? Entre marzo 2021 y febrero 2022 el precio internacional pasó de 64.67 dólares el barril a 93.72 dólares promedio mensual. Aumentó más de un 45%. Cómo muestra la gráfica, la tendencia era ascendente, pero los últimos días de guerra Ucrania – Rusia los precios se elevaron aún mucho más, guerra que sí nos afecta directamente por este y otros motivos más.
Veamos también el impacto en algunos sectores del agro, y ni hablemos del transporte que en el IPC se pondera en un 10.13%, si a ello le sumamos el peso en la conformación de precios al consumo de los combustibles llegamos a superar en total el 15%. Y si al agro le sumamos la industria, el comercio y el resto de los sectores de la economía, llegaremos a tener una idea global del impacto del precio de los combustibles directamente en nuestros bolsillos, en la inflación.
Todo esto pone en serios peligros una infraestructura estratégica para el país y sus habitantes. Tan es así que hasta la consultora CPA Ferrere en su estudio “El precio de los combustibles en Uruguay” alerta: “Por un lado, que se trata de un mercado donde existen economías de escala y, ´la libre importación no asegura necesariamente precios competitivos para los consumidores´. Esta acción, implicaría sustituir el monopolio de Ancap por un mercado oligopólico o incluso por un monopolio privado. Desde esta óptica, asegurar la provisión eficiente bajo un esquema de libre importación requiere: analizar las economías de escala y analizar la escala mínima eficiente del negocio de importación … Por otro lado, que esto podría afectar la viabilidad económica de la refinería de Ancap en la medida que sus procesos podrían ubicarse “potencialmente por debajo de la escala mínima eficiente”. La eventual pérdida de esta podría ocasionar costos económicos como efectos patrimoniales sobre el sector público y pérdidas de empleo”.
El artículo 237 crea un Comité de Expertos para proponer al Parlamento la aprobación de una Reforma del Mercado de Petróleo Crudo y Derivados, que entre otros temas polémicos contiene el cuestionamiento de los subsidios directos e indirectos que operan en y entre las diferentes actividades que desarrolla ANCAP. Especialmente los que se desarrollan en competencia (gas, cemento, biocombustibles). Corre peligro entonces el subsidio al supergas, al flete y precio único en todo el territorio, al boleto estudiantil. Y si hablamos de encarecimiento del costo de vida por todo lo que impacta el precio de los combustibles en el conjunto de la economía, cuanto más se encarecerá la vida en las ciudades y poblados del interior del país, dónde el costo de traslado es mayor, si además le quitan estos subsidios.
El apartado (A) del artículo encomienda al Comité de Expertos a un estudio sobre las actividades de ANCAP de acuerdo a las posibilidades de la actual infraestructura del país. La Inter social promotora del referéndum lo interpreta como una afirmación de “que la infraestructura de ANCAP está sobredimensionada, con el claro objetivo de arrendar a privados la infraestructura logística del Ente y cerrar plantas de abastecimiento del interior”, ya habíamos referido a la suerte de ALUR, sumándole además las complejidades que implica el artículo 285 como antesala de las privatizaciones.
Podríamos decir que en cuanto al precio de los combustibles Uruguay se ha quedado SIN ESTRATEGIA Y SIN ESTABILIDAD. La aplicación de la LUC hace impredecible la evolución de una variable estratégica en la toma de decisiones, y ANCAP deambula sin política de inversiones ni de compras de crudo.
