Vacunas contra el Covid-19 ¿Entramos todos? Estado de situación en Uruguay y Latinoamérica

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@mateamargouy

Gimena Morales

La competencia para la obtención de una vacuna contra la Covid-19 ya es moneda corriente en todo el mundo y Latinoamérica no es la excepción. Dudas en los acuerdos, desinformación sobre la seguridad de las vacunas y un 44% de uruguayos que no planean vacunarse generan un clima de pocas certezas.

Algunos países como Uruguay, Argentina, Brasil y Bolivia ya lograron acuerdos con los principales laboratorios, pero hay otros casos, como el de Cuba, que planea producir sus propias vacunas para inmunizar a toda su población.

En Uruguay, según informó el presidente Luis Lacalle Pou el 22 de enero, son dos los laboratorios con los que se llegó a un acuerdo hasta el momento: Pfizer BioNTech (dos millones de dosis) y Sinovac (1.75 millones de dosis).

En los últimos días, sin embargo, surgieron dudas generadas por un documento que publicó el laboratorio chino, Sinovac, donde se asegura que el laboratorio no participa en la distribución de la vacuna fuera de China.

Dimas Covas, director del Instituto Butantan (centro de investigación en biología y biomedicina ubicado en Brasil) e intermediario para la venta de la vacuna china en la región, aseguró, en cambio, en una conferencia virtual que Uruguay fue uno de los países en la región que consiguió “una interlocución directa con Sinovac”.

Días antes, en el programa radial No Toquen Nada, el director del instituto había contado que Uruguay solo tenía un preacuerdo con Sinovac para la entrega de vacunas, información que desmintió el presidente en conferencia de prensa y aseguró que hay un acuerdo con una empresa confiable que hace de intermediaria e incluso una factura para el pago de las vacunas.

Finalmente, desde el ejecutivo se aseguró que llegarán a Uruguay, como era estipulado, 1.75 millones de dosis de Sinovac entre fines de febrero y principios de marzo.

El doctor Leonardo Cipriani, presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), informó en una rueda de prensa el 27 de enero que se espera la llegada de cuatro ultra-freezers comprados a Estados Unidos como una de las últimas medidas que se han tomado en torno a la pandemia. Los ultra-freezers estarán destinados al almacenamiento de estas vacunas y llegarán al país alrededor del 4 de febrero.

Los freezers “de última generación”, según informó Cipriani, costaron 13.700 dólares, “mucho menor al costo actual en el mercado”. Estos aparatos, sin embargo, no son novedad en nuestro país ya que actualmente hay varios de ellos en el territorio. Fuentes del Instituto Pasteur de Montevideo (IP) dijeron a Mate Amargo que en la institución cuentan con alrededor de 8 freezers de ese tipo.

Con respecto al plan de vacunación, la especialista en enfermedades infecciosas y asesora de campaña de vacunación de COVID-19, Graciela Pérez Sartori explicó al portal de presidencia que el personal de salud, adultos mayores y los trabajadores vinculados a la educación serán quienes tengan prioridad en el acceso a la vacuna.

Le seguirán los mayores de 75 y quienes viven establecimientos de larga estadía para adultos mayores y así se seguirá con otros grupos de riesgo como los mayores de 60 y “personal esencial, como los educadores, policías y bomberos”.

Vacunas sí, vacunas no

El pasado miércoles, la Usina de Percepción Ciudadana presentó una encuesta que arrojó que el 44% de los uruguayos no se vacunará. Esta información generó un debate, principalmente en las redes sociales, sobre por qué los uruguayos no confían en las vacunas que llegarán al país en los próximos meses.

No me llama la atención la duda de la gente porque hay poca difusión y participación de los especialistas”, dijo a Mate Amargo el doctor en biología Molecular y director del Laboratorio de Virología Molecular de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina.

El especialista explicó al semanario que “hay que informar más y hablar más de la vacuna” para generar confianza en la gente. Sin embargo, opinó que a medida que la primera parte de la población comience a darse la vacuna, muchos otros van a decidir hacerlo también. “Es natural que al comienzo los números no sean los mejores y al final la gente ve que el resto se vacuna y va adquiriendo más confianza”, agregó.

En cuanto a la velocidad con la que se produjeron las vacunas -uno de los factores que genera desconfianza en la población- Cristina explicó que no es raro que en un contexto de pandemia hayan podido acelerar los procesos de creación y desarrollo.

Sinovac de origen chino, por ejemplo, es una vacuna que demoró poco porque usa una tecnología que se emplea hace más de 60 años, entonces se tienen pasos que ya están cumplidos desde antes de la pandemia”, explicó el experto y aclaró que en una situación de pandemia donde trabajan en conjunto tantos laboratorios, pueden acelerarse procesos sin saltearlos.

Hay un grupo de especialistas, como por ejemplo el doctor Javier Sciuto, docente de bioestadística en la Santa Casa de São Paulo-Brasil, que en cambio aseguran que no es posible crear una vacuna en tan poco tiempo. “Es todo una farsa, farsa los tests, farsa las vacunas y farsa la estadística”, declaró Sciuto en el programa radial Bien Igual.

Podemos estudiar la eficacia en un breve período pero la seguridad se estudia en años”, aseguró el doctor y sentenció: “No se sabe el conflicto que se puede generar a posteriori con todo esto”.

A raíz de este tipo de argumento, el Instituto Pasteur también se pronunció, esta vez en un hilo de twitter donde afirmó que “la desinformación es lo peligroso”, y brindó una serie de explicaciones sobre la importancia de vacunarse y la seguridad que tienen las vacunas que serán traídas al país. “El avance científico suele ir acompañado de incertidumbre por lo nuevo, pero también de beneficios”, comenzó el hilo.

Las vacunas para covid-19 se hicieron en menos de un año (cuando en general lleva al menos 5 años) gracias a avances tecnológicos, un escenario mundial inédito, experiencia en vacunación, y sobre todo a investigación previa”, agregaron los especialistas ya que una de las principales cuestiones que se ponen en duda es la rapidez con la que las vacunas salieron al mercado.

Por último, se aseguró desde el Instituto que aunque todas estas vacunas surgieron en tiempo récord, “todas cumplieron los ensayos necesarios para respaldar su seguridad y eficacia”.

El panorama en la región

En Argentina la situación es muy diferente. No solo el 76% de los ciudadanos está dispuesto a vacunarse según la encuestadora WIN Internacional, sino que ya arribaron las dos primeras tandas de vacunas Sputnik a Buenos Aires y se espera una tercera en los próximos días, llegando a 1.200.000, según informó el gobierno argentino.

Según el plan de vacunación detallado por el gobierno y al igual que en Uruguay, los primeros en vacunarse serán quienes integran el personal de salud (763.000 personas). Le seguirán los adultos mayores de 70 años y quienes vivan en establecimientos geriátricos. Luego siguen los mayores de 60. El Personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de servicios penitenciarios serán los siguientes en la lista seguidos por adultos de entre 18 y 59 años.

El personal docente y no docente de centros educativos ocupa el sexto lugar en la lista de prioridades del gobierno argentino. En último lugar, estarán “habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, migrantes».

Sin embargo, y a diferencia de Uruguay, los argentinos cuentan con un tratamiento para contrarrestar los síntomas de pacientes en estado de gravedad, el suero equino hiperinmune desarrollado por científicos del país. “Se trata de un enorme logro de la ciencia argentina”, relató Alberto Fernández al respecto en su cuenta de Twitter.

El caso de Brasil fue muy criticado en la región por la demora que tuvo en asegurarse las dosis suficientes para inmunizar a sus 212 millones de habitantes.

Luego de que Bolsonaro se opusiera a la compra de vacunas que había negociado el ministro de Salud, Eduareo Pazuello, finalmente se llegó a un acuerdo para acceder a 10 millones de vacunas del laboratorio chino, Sinovac y dos millones del laboratorio AstraZeneca.

El plan de vacunación se puso en marcha el 17 de enero, siendo el primero en vacunarse el gobernador de São Paulo, João Doria, uno de los principales opositores políticos de Jair Bolsonaro en el país.

En diciembre, Bolivia se convirtió en uno de los primeros países en latinoamérica en cerrar acuerdos con Rusia para recibir la vacuna Sputnik V. El país acordó la compra de dosis suficientes para inmunizar a 2.6 millones de personas.

El jueves pasado llegó a la ciudad de La Paz el primer lote de vacunas, con 20.000 dosis según informó el ministerio de Salud en un comunicado y la primera persona en recibirla fue una enfermera en el Hospital Japonés de Santa Cruz con la presencia del presidente, Luis Arce, el sábado pasado.

El panorama en Cuba es muy distinto al de los demás países de la región ya que es el primero en latinoamérica que se propone inmunizar a toda su población utilizando vacunas desarrolladas en el país.

Cuba tiene una larga experiencia en desarrollar y producir vacunas”, aseguró Eduardo Martínez, presidente de BioCubaFarma (Industria Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba). La isla tiene cuatro vacunas en proceso: Soberana 01, Soberana 02, Mambisa y Abdala, pero la segunda es la que va más avanzada, actualmente en fase II. El gobierno Cubano ya tiene un acuerdo con el Instituto Pasteur de Irán para llevar a cabo allí la fase III de los ensayos clínicos.

Cuba es uno de los países menos afectados por el covid-19 de la región, con 25.674 casos positivos en total y 213 muertes, el gobierno tiene pensado inmunizar a toda la población para fines de este año.

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