Por Ricardo Pose(*)
El VIII congreso del Frente Amplio tuvo como denominación la de Tabaré Vázquez. Un más que justo homenaje a uno de los principales líderes de Izquierda, primer Intendente de Montevideo y primer Presidente de Uruguay, abriendo de alguna manera los consecutivos gobiernos progresistas.
Al congreso se llegó en condiciones de superar la derrota del Gobierno Nacional y de algunas Intendencias, con una autocrítica madura, y desde hacía mucho tiempo que no sucedía, con una Presidencia de la fuerza política (con Fernando Pereira) que encausó organizadamente un intercambio y debate, con una Comisión de Programa que fue recogiendo insumos, hasta llegar a la propuestas de Bases Programáticas 2025-2030.
Es imposible soslayar la carga emotiva presente durante el congreso, no solo por la presencia de la imagen de Tabaré sino por los recientes fallecimientos en este período de Mariano Arana, Danilo Astori, Eduardo Bonomi, y la incorporación como miembro del Plenario Nacional de José Pepe Mujica.
La tónica de debates congresales fue un reflejo de las pre candidaturas; a diferencia de otros congresos donde los perfiles de los espacios mayores (Comunistas, MPP, socialdemócratas) trazaban los nudos de definiciones, en este congreso se pudo apreciar acuerdos al que arribaron en cortes casi horizontales.
Decimos reflejos de las candidaturas porque en ellas también se expresan, fundamentalmente en la de Cosse y Orsi, acuerdos puntuales de espacios que antes estaban claramente polarizados. En el caso de la primera el espectro va desde el Partido Comunista a Michellini y en el caso del segundo desde el MPP hasta Daniel Martínez.
De todas maneras, en una síntesis que aún la izquierda tiene en construcción, en los temas Economía, Educación y Defensa es donde emergen las diferentes visiones.
Un nuevo tema tangencial como expresión de las nuevas visiones que permean la sociedad toda y sus fuerzas políticas, fue la de los feminismos que impulsó para incluir en el programa la creación de un Ministerio de la Mujer, propuesta que no fue aprobada.
En materia de Defensa, una propuesta de eliminar los liceos militares, tampoco fue aprobada, al igual que en materia Educativa, otra propuesta que planteaba la universalización Estatal de la Educación.
Lo económico es donde se concentró el mayor esfuerzo de acuerdos; había un acuerdo de no elaborar un programa que de alguna manera “atara” con sus definiciones al nuevo equipo económico.
Se partía del análisis, que lo que se debía definir era un rumbo, teniendo presentes el Uruguay que el gobierno herrerista dejará como deuda.
En este sentido, una señal clara de arribar a acuerdos es que la comisión de congreso relativa al programa económico realizó agregados y pocas sustituciones.
Entre algunas de las propuestas que se agregaron o sustituyeron se podrían señalar entre las de más alto impacto las que impulsan: “Desplegar una Estrategia Nacional de Desarrollo a largo plazo, lo que conlleva retomar la planificación estratégica por parte del Estado sobre la base de las actuales empresas públicas y otros instrumentos que puedan crearse, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. La Estrategia Nacional de Desarrollo planteada debe incluir la participación de diferentes actores de la sociedad, en particular los trabajadores. Además, entre los instrumentos se incluyen los incentivos fiscales que deberán reorientarse a los objetivos del plan, para uso más eficiente de los recursos públicos. También se enfocarán en el mismo sentido las compras públicas y el crédito para el desarrollo productivo”.
“Revertir el desmantelamiento del Instituto Nacional de Colonización y potenciar sus funciones a efectos de fortalecer las políticas de adquisición de tierras para facilitar el acceso a la producción familiar con énfasis en mujeres y jóvenes, repoblar la campaña, dar un apoyo integral a los colonos y promover la gestión cooperativa con base en diversificar los tipos de propiedad de la tierra ante el actual modelo predominante. En consonancia con planes que eviten la concentración de la tierra”.
“Tomar las medidas necesarias para combatir los monopolios privados en los puertos, fortaleciendo la capacidad reguladora del Estado, en defensa de la soberanía nacional”.
“Impulsar la implementación de proyectos piloto de redes de producción en base a modelos asociativos y cooperativos de la economía social y solidaria, facilitados por las tecnologías de la información, logrando coordinar inversiones, logística, comercialización y economías de escala y complementariedad entre pequeñas empresas y cooperativas, mejorando su competitividad frente a grandes capitales. Incluyendo las cooperativas de trabajo vinculadas con los temas ambientales, recolección de residuos, reciclaje, etc.”.
“En el marco del diálogo por el agua reglamentar el artículo 9 de la ley de política nacional de aguas integrando los aspectos que inhiban las asimetrías entre los actores sociales y productivos. Priorizar la concreción del Proyecto Casupá y proyectos complementarios tendientes a asegurar el abastecimiento de agua potable”.
“Avanzar” por “Invertir sobre la base del 6+1”
“Atendiendo a los cambios en el mundo del trabajo, se implementará la reducción de la jornada laboral. La reducción de la jornada laboral implicará que la jornada diaria máxima será de 8 horas y la jornada semanal máxima será de 40 horas, sin desmedro de los sectores que ya cuenten con regímenes más beneficiosos que los mantendrán”.
“Avanzar en la transformación del sistema tributario reduciendo impuestos al consumo y fortaleciendo la imposición a la renta, el gran capital y el patrimonio con el criterio de progresividad. Con el objetivo de avanzar en la reducción de la desigualdad, estudiar las formas para incrementar el aporte fiscal por concepto de dividendos y utilidades, así como los patrimonios y las transferencias patrimoniales de muy alto porte y los depósitos en el exterior. Las modificaciones en la política tributaria tendrán como concepto que paguen más los que tienen más riqueza y más ingresos, aliviando la carga tributaria sobre los que menos tienen. Se propone como objetivo la reducción del IVA a los bienes y servicios de primera necesidad, teniendo a un IVA personalizad”.
Hora de patear
Los pre candidatos Cosse, Orsi, Lima y Bergara fueron ratificados por el Congreso y ahora se inicia una campaña hacia las internas de junio.
Será un buen momento para empezar a hablar de las propuestas programáticas con la sociedad y ver los distintos énfasis dados por cada colectivo detrás de su candidato.
La actual coyuntura que atraviesa el Frente Amplio, y a la luz de la experiencia, no permite avizorar que la fórmula presidencial no esté integrada por el primero y el segundo más votado de los cuatro.
Si este octavo congreso es un jalón para la movilización (a pesar de que ingresamos en la etapa estival), quedará demostrado en los obligados a meter pata, esto es una izquierda que globalmente no iba a construir una alternativa política a la Presidencia en base a los errores del actual partido de gobierno.
Y nos referimos a las “patas”, porque los mamotretos de documentos congresales son imprescindibles para la toma de definiciones (una suerte de acuerdo global), pero poco útiles para ir con el abajo del brazo a buscar la conversa con quienes siguen asistiendo a comer a una olla, están saturados por las penurias económicas o viven el drama cotidiano de la inseguridad en los barrios o la violencia doméstica.
Ninguna de éstas relaciones complejas entre la gente, los vínculos deteriorados, escaparon al análisis del programa, programa que ahora deberá hacerse carne y gastar suela.
(*) Ricardo Pose es Periodista en Caras y Caretas, Presidente sector Prensa Escrita (APU). Columnista en Mate Amargo, CX 40 Radio Fénix, Radio Gráfica, Tierra de periodistas Rocha FM, Notero en Telesur y tvg China
