Por Rolando W. Sasso
Muchos saludos por los 50 años del Mate han llegado a la redacción. También hemos recibido algún llamado de atención por no evocar a grandes compañeros que también pasaron por el periódico.
Mencionemos algunos, sin dejar la lista cerrada.
Después de la dictadura, siendo Edmundo Canalda el director responsable y Fernando Tejera el administrador, el Mate llegó a la cifra récord de 60.000 ejemplares.
Se vendía en quioscos y a mano militante, llegando a sindicatos, organizaciones sociales, a los cantes y otros centros populares.
Para que el Mate llegara espumoso requería de más esfuerzo colectivo. Supe del «Camello»; Diego Picardo; de Daniel Erosa y su pluma afilada; de Alejandro Sequeira con sus dibujos del gauchito. Las fotografías de Nancy Urrutia, Santiago Possamay, Carlos Américo, Ana Casamayou que hacían tomas, revelado, impresión fotográfica para entregar a redacción.
Los informes económicos del «Pato» Jorge Quartino o de Héctor Tajam y su equipo; los imperdibles de Raúl Sendic llegando a fondo con los temas y al corazón de los lectores. Las columnas magistrales del "Ñato" Fernández Huidobro o de Andrés Cultelli, quien escribía con la misma vehemencia con la que hablaba.
Los aportes de la periodista Anahí Canelas quien, para un informe sobre salud mental enUruguay, eligió internarse y escribir con propiedad.
No quiero olvidarme de los trabajos de Carlitos Fazio, Pablo Uribe, Jorge Blanco, Julio Marenales, Piero Sabini, Antonio Vadell, Santiago Alzugaray, Sebastián Valdomir, Andrés Berterreche, Tati Sabini, Daniel Placeres, Leticia Benítez, Ricardo Soca, Jorge Zabalza, Raúl Zibechi, José Luis Baumgartner …
Memorable la barra del taller que hacían el tipeado manual cuando los periodistas entregábamos notas en papel A4.
Recuerdo un reportaje que hice a “Pepe” Mujica en la campaña electoral de 1999, para el cual no encontraba título. El “Ñato” dijo “Un diputado insólito”, así lo escribí y fue un acierto,reflejaba la esencia del entrevistado.
Mucho tesón aplicado, muchas más anécdotas, seguramente falten otros nombres, pero la idea del Mate Amargo seguirá abriendo mentes y corazones.
