Por Colectivo Mate Amargo (*)
Otra muestra más de la brutal injerencia del imperialismo yanki en América Latina y el Caribe han sido las elecciones en Honduras del pasado domingo 30 de noviembre y todo un proceso electoral, caracterizado por una campaña sucia que recuerda la intervención directa de Trump pocos días antes de tales comicios. Trump dio su respaldo a uno de los candidatos, y descalificó a los otros por lo que ponía en duda su apoyo posterior, además de liberar a un narco ex presidente del partido del “supuesto” ganador revelando la farsa de toda la política antidrogas del presidente norteamericano. ¿Y quién es el “supuesto” ganador de esos comicios? ¡O casualidad! El candidato que apoyó Trump, Nasry Asfura.
Pero hubo mucho más. Por ejemplo, demora de más de una semana en terminar los conteos, “dificultades” con la publicación de los mismos, al punto que el sábado, Cossette López, una de las tres integrantes de la CNE declaraba que «Todo el proceso electoral ha sido una batalla constante», y el otro candidato de la derecha, Nasralla, ante las repetidas caídas del conteo y la ventaja de su contrincante principal, dijo este lunes en su cuenta de la red X que «el sistema está manipulado». La OEA, sin embargo, esta vez no hizo una gran observación, solo pidió celeridad en el proceso para poner fin a la incertidumbre, además de señalar «la marcada falta de pericia en el desarrollo y ejecución, especialmente de las soluciones tecnológicas».
La BBC explicaba que entre las causas de la lentitud de los conteos estarían los problemas técnicos que presentó la empresa ASD, contratada para la transmisión de los datos preliminares, más dos ataques cibernéticos denunciados por las mismas autoridades electorales, al tiempo que el último domingo otro miembro del CNE, Marlon Ochoa, denunció que alguien modificó «el código fuente del sistema de transmisión de datos y de escrutinio general» y que «El software de la transmisión fue modificado sin utilizar las tres llaves, es decir, que alguien tuvo acceso al sistema ya sellado, lo abrió, introdujo cambios y volvió a cerrarlo al margen de las garantías previstas en la Ley Electoral de Honduras”.
En una localidad cercana a la frontera con Nicaragua, San Antonio de Flores, irregularidades obligaron a suspender las votaciones, que se retomaron con grandes medidas de seguridad el domingo 7, hecho que de por sí podría cambiar los resultados. Se agrega que se detectaron muchísimas anomalías en las actas (inconsistencias entre votos y actas). Qué raro que nadie a pedido que presenten las actas, que tanto se le reclamaron a Venezuela y que SI fueron presentadas ante la autoridad correspondiente (el tribunal supremo electoral). Además, en Honduras aún no se contaron los votos del exterior.
Así fue como el partido de gobierno, Libre, solicitó anulación total de la votación según la siguiente publicación, recordando que de acuerdo a los resultados hasta el momento publicados existiría una diferencia del 1% entre los candidatos de la derecha, quedando Rixi Moncada, candidata apoyada por la presidenta Xiomara Castro en tercer lugar en esta contienda.
Pero lo más importante a recordar es que Honduras es uno de los países con mayor pobreza de la región, pues según datos de la CEPAL para el año 2024 el 51,6% de la población se encontraba en situación de pobreza y un 20% más en situación de pobreza extrema, a pesar de la disminución que de manera sostenida se produjo ante la presidencia de Xiomara Castro, su Partido Libre y el progresismo. Para el 2022, cuando asumió Xiomara Castro, la pobreza afectaba al 59% de la población y la pobreza extrema al 27%, o sea, se produjo una caída de 7 puntos porcentuales en ambos casos, lo que para Honduras significó 1.258.000 personas menos en situación de pobreza y 1.190.000 personas menos en situación de pobreza extrema.
(*) Colectivo Mate Amargo es un colectivo integrado por las y los compañeros que construimos a diario este medio de comunicación popular y alternativo.
