MERCOSUR: Rompiendo amarras

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@mateamargouy

EconomíaPolítica.Uy

Mientras la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) lanza un fuerte discurso sobre la necesidad de integración latinoamericana, hoy más que nunca ante la pandemia, el gobierno uruguayo pone marcha atrás al MERCOSUR, vocifera contra la Cuba Caribeña y Latinoamericana, e interviene en medios de difusión argentinos, entre otros menesteres que poco tienen que ver con aquello de la “Patria Grande” artiguista.

Por un lado, Alicia Bárcena (secretaria ejecutiva de CEPAL) pidió a la región unirse por el acceso a las vacunas de COVID-19 con una postura común frente a los países ricos.
«Vivimos en un mundo muy dividido respecto a los países desarrollados y los en vía de desarrollo, tenemos entonces que unificarnos para buscar posiciones conjuntas en vacunas, medicamentos, sin lugar a dudas, en la fabricación y producción de estos productos en la región»1, expresó. Bárcena, destacó el avance de la integración regional y de «cosas concretas» como la cooperación aeroespacial y un fondo común para desastres naturales; exhortando a ejecutar proyectos conjuntos con base en cadenas regionales de valor.

UN MERCOSUR QUE CREARON ELLOS.

El MERCOSUR fue una creación de los gobiernos de derecha en épocas del 4+1 (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay + EEUU), que luego se trastocó en una aspiración a mercado común que no traspasó la fase de aranceles comunes para un conjunto de bienes y servicios que provocaron para Uruguay, un proceso de desindustrialización y extranjerización de la industria nacional en tanto país pequeño en un marco de integración asimétrica. Nada tenía que ver aquel MERCOSUR con un proceso de integración regional, campeando la ley del más fuerte (o de las trasnacionales con asiento fundamentalmente en los dos socios mayores de la región). Pasaron los años, y se dieron procesos progresistas en cada uno de los países que originalmente lo integraron, el MERCOSUR creció, amplió su radio de acción, y profundizó lazos, aunque sin destrabar encrucijadas productivas y competitivas de fondo. Pero luego, algo así como que “si el Mercosur no avanza como yo quiero, Uruguay va a avanzar” detuvo el proceso, pues lo que ellos armaron como derecha, ya no les sirve a los “malla oro”, los demás…no importa.

La decisión sobre acuerdos comerciales extrazona, adoptada en junio del 2000, reconoce a la institución en cierta medida como Unión Aduanera, y establece que los socios plenos del Mercosur reafirman “el compromiso” de negociar “en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”. Desconocer este acuerdo es irse del Mercosur.

Dicha decisión el gobierno la toma, bajo la hipótesis de que la decisión 32/2000 que prohíbe negociar aparte con otros países, no está vigente porque nunca fue internalizada en Uruguay (no aprobada por el parlamento gran debe del gobierno anterior).

ALGUNOS INDICADORES

Una de las características distintivas que aporta el Mercosur a las exportaciones uruguayas es la diversificación a nivel de productos, en comparación con las exportaciones al resto del mundo. Esto es, al Mercosur se exportaron 1.640 sub-partidas en 2020, unas 80 partidas más que al resto de los bloques. Dentro de la clasificación Uruguay XXI, Mercosur es el principal destino de 20 categorías en un total de 50. En general se trata de productos no tradicionales; entre los que se destacan: plásticos, malta, autopartes, vehículos, trigo, aceites y grasas, energía eléctrica y vino. En ello, las Mipymes uruguayas. Estas empresas exportaron de forma exclusiva el 42% de las partidas de la canasta exportable de bienes de Uruguay en 2020. Las Mipymes tienen una mayor dependencia regional que las grandes empresas. En 2020, el 36% de las exportaciones de las Mipymes fueron al Mercosur, mientras que el bloque representa el 24% para las empresas grandes. La participación en el total de las exportaciones de las Mipymes hacia el Mercosur creció 16 puntos porcentuales entre 2017 y 2020. Es importante destacar que hay nueve categorías de bienes que tienen una dependencia muy fuerte con Mercosur; entre las que se incluyen energía, cemento, vehículos, autopartes, aceite, caucho, plástico, malta y artículos de limpieza1. Aproximadamente 17.000 personas trabajan en estos sectores (Fuente: Uruguay XXI – Informe Comercio Exterior mayo 2021)

En suma, desde su creación hace treinta años, el Mercosur se ha posicionado como un oferente relevante de alimentos a nivel mundial, de allí la importancia que puede tener para el gobierno y sus aliados naturales, los grandes de siempre, los agroexportadores o “malla oro” como se les dice ahora, romper su marco.

No obstante, uno de sus principales aportes se concentra territorialmente dentro del propio bloque. Esto es porque el bloque juega un rol fundamental para sus miembros, dada su participación en el comercio intrarregional de bienes, en particular de manufacturas. La cercanía geográfica y el esquema arancelario son algunos de los factores que explican la intensidad del comercio intrabloque. Pero en esta post-pandemia, el gobierno multicolor no parece tener en cuenta el futuro de las Mipymes ni de la industria nacional cuando se posiciona de esa manera en el Mercosur.

1 Bárcena, A. en (consultado 5/8/2021)

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