RICA

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Por: Quatre gats

En Cataluña (Catalunya) hay quienes pretenden iniciar un “proceso de liberación nacional” sin tener idea de lo que es eso. Nosotros sí. Así nos fue. Lo único que nos disculpa es que nosotros teníamos derecho a intentarlo. Siempre habíamos estado bajo la pata del “imperialismo”. Seguimos estándolo pero algo más cómodos. Ante la resistencia, han aflojado la presión de la bota y hemos llegado a una entente, no muy cordial pero que funciona (es el tercer período electoral que tienen que soportar al FA en el gobierno y hasta se tuvieron que comer al Pepe de Presidente).

Los catalanes soportaron el franquismo, al igual que el resto de España. Como les gusta hacerse las víctimas se creyeron la mentira de que sufrieron más que los demás. Sin embargo no tuvieron empacho alguno en recurrir a Samaranch −un franquista y fascista de pro− para que les organizara los Juegos Olímpicos del 92 (fue un “socialista”, Pasqual Maragall el que lo promovió). Daba igual, si barre para dentro, viene bien venga de donde venga. Y así con todo. El actual President de la Generalitat, Artur Mas, y su organización política, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), no tuvieron empacho alguno en apoyar la investidura de José Mª Aznar y en aplicar los recortes que impuso posteriormente el actual Presidente de España Mariano Rajoy siguiendo los dictados del Fondo Monetario Internacional y la Troika.

La oligarquía catalana, cobarde, corrupta y maquiavélica nunca se planteó la independencia pero coqueteaba con ella para presionar al Gobierno de España, se planteaban: para qué compartirlo todo con ellos si podemos quedarnos con una parte mayor de la tarta. Fue así que enviaban a sus lacayos (los políticos) con propuestas que implicaban que, a cambio del apoyo político querían más concesiones para Catalunya y, por supuesto, que la justicia (española) hiciera la vista gorda respecto a algunos negocios turbios: cuentas en el exterior, fraudes al Estado, apropiación de fondos de la UE para los parados, etc. La aportación del 3% a las arcas del Partido de Jordi Pujol (CDC) del total de cada obra concedida a una empresa privada por parte de la Administración Catalana era tan vox populi que se le escapó a Pasqual Maragall en el Parlament y fue tal el escándalo que tuvo que desdecirse. Ahora está más que probado que fue y es así.

Pero la cosa se les fue de las manos a las autoridades del Estado español. De las concesiones, los catalanes pasaron a las exigencias. Y como no encontraron resistencia se envalentonaron. Fue así que Mas, acorralado por la corrupción, cuando el propio Pujol –héroe de Catalunya− y toda su familia fue acusada de corrupción y está (estuvo) a punto de ser procesada y perdiendo votos a favor de Esquerra Republicana de Catalunya −que de republicana puede que tenga algo pero lo que es de izquierdas…− se volvió independentista. Y se inventó el slogan de: “España nos roba” cuando aquí el mayor ladrón fue su padre político, Jordi Pujol y su familia, y la organización política que lo llevó a ser President de la Generalitat: Convergencia Democrática de Catalunya

Apelando a sentimientos y emociones, admisibles en el pueblo catalán, pero también a una cantidad de mentiras que no admiten un mínimo razonamiento lógico Artur Mas logró, no importa cómo, forjar una alianza con el que era su máximo opositor político, el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras y lo obligó a formar una coalición: “Junts pel sí” en la que el cabeza de lista es Raúl Romeva.

En muchas publicaciones se refieren a él como Raül Romeva. Será para destacar que es catalán, puesto que habiendo nacido en Madrid, lo más probable es que lo hayan inscrito como Raúl.

El tal Raül R., que hasta el momento no conocía nadie, fue europarlamentario por Iniciativa per Catalunya Verds durante 14 años. Tiene cuarenta y pocos años y de pronto, en su salto a la política catalana (de Bruselas a Catalunya) se encontró con que terminó de número uno a las elecciones catalanas, de una candidatura apoyada por dos organizaciones de las que nunca formó parte y en la que, una de ellas, la principal, tiene todas sus sedes embargadas (14) para responder por “responsabilidad civil” por los delitos cometidos por financiación ilegal. O sea que está al frente de una coalición que, en vez de llamarse Junts pel Sí (Juntos por el sí), debería llamarse Juntos (en la corrupción) por el Sí (a la corrupción). En su defensa deberíamos decir que se niega en redondo de hablar del tema de la corrupción, solo habla de la independencia. Eso sí promete que si se declara la independencia “eso” (la corrupción) se va a arreglar.

Como número dos y tres en la lista de la coalición van dos señoras a las que tampoco conoce nadie (deberían dedicarse a cuidar a sus nietos) pero que dicen representar a la “sociedad civil” y como número cuatro va Artur Mas (actual y futuro Presidente de la Generalitat, según se dice) y como número cinco Oriol Junqueras, exlíder de la oposición al actual (y futuro, según dicen) Presidente de la Generalitat.

Las encuestas predicen que esta coalición tendría mayoría de escaños en el “Parlament de Catalunya” siempre que los apoyen los de la CPU (Candidatura d´’Unitat Popular) independentistas supuestamente “de izquierdas” que, de tan radicales, no quisieron entrar en la coalición y que, con sus votos impondrán condiciones (radicales) a los socios de la coalición para prestarles su apoyo en la declaración de independencia.

Las elecciones convocadas para el próximo domingo dirimirán esta cuestión. Son elecciones dentro de la Comunidad Autónoma de Catalunya por las que se elegirán los representantes al Parlament de Catalunya. Estos, a su vez elegirán al President (casualmente va a ser el que va de número cuatro en la lista presentada: Artur Mas). Pero resulta que, según los convocantes (Artur Mas las convocó como actual President) las elecciones son “plebiscitarias”. Esto significa que, si la coalición (Junts pel Sí) o la coalición con algunos apoyos (CPU) logra mayoría de escaños declararán la independencia de Catalunya. Algo no contemplado en ninguna ley ni en la Constitución española.

Una vez declarada la independencia, la República Independiente de Catalunya (RICA), al no formar parte ya de España quedará fuera de la Unión Europea y tendrá que ponerse a la cola para pedir su ingreso (Turquía hace años que espera). Uruguay podría adelantársele si tiene interés en ello y lo hace antes de su solicitud.

Y se ha avanzado tanto por este camino de la independencia que, al darle las encuestas la mayoría absoluta de escaños a los independentistas, todo el mundo se dijo: “Y la van a declarar nomás”. Fue así que los últimos días de campaña −las elecciones son el domingo− empezaron a abundar las declaraciones de entidades políticas, sociales, económicas, etc. porque se dieron cuenta de que la cosa iba en serio. Hubo declaraciones del Círculo de Empresarios, de algunas federaciones de empresarios, de algunas empresas, de los bancos, de los sindicatos (nacionales), etc. Y se habla claramente −la derecha comenzó una campaña basada en el miedo− de los riesgos que se correrán. Lara, el de Editorial Planeta, antes de morir, declaró que trasladaría la empresa a España (o a lo que quede de ella), CaixaBank (antes “La Caixa”) que tiene su sede social en Catalunya, dejó claro que, en caso de independencia, estaría obligada a trasladar su sede social para no perder la financiación del Banco Central Europeo (BCE), se habla de la posibilidad de un “corralito” ante la posible fuga de capitales, se cuestiona la continuidad del pago de las pensiones, se recuerda que el principal comprador de lo que se produce en Catalunya es España y obviamente, si Catalunya se independiza la colocación de esos productos se transformaría en exportaciones a España…

Los independentistas creen (o dicen creer en):

1) Que la independencia caerá como una pera madura.

2) Que Catalunya seguirá dentro de UE y por lo tanto seguirán con el euro como moneda y el respaldo, para financiarse, del BCE.

3) Que no tendrán deuda alguna, ni con Europa ni con España: fueron los españoles los que se endeudaron, no ellos.

4) Que, al comenzar a recaudar ellos los impuestos, el superávit (que les roba España) será tal que hasta se podrán aumentar las pensiones un 10%.

5) Que España tendrá que aguantarse la independencia, apoyar la permanencia de Catalunya en Europa, quedarse con y saldar, la parte alícuota de la deuda pública que corresponde a Catalunya y seguir comprando los productos catalanes como hasta ahora.

Los anti-independistas creen (o dicen creer en):

1) Que los independentistas no tendrán los votos suficientes para poder declarar la independencia. La “mayoría silenciosa” les impedirá ganar las elecciones.

2) Que si obtienen mayoría no declararán la independencia porque los catalanes solo quieren buscar una mejor financiación y respeto y reconocimiento para su condición de nación.

3) Que, en caso que no se dé ninguna de las dos condiciones anteriores, la Constitución Española tiene previstos mecanismos para impedir su violación y mantener la integridad territorial.

4) Que, al final se impondrá la cordura y se buscará una solución negociada (¿la “tercera vía” de la que se habla?).

5) Y si la cordura no se impone siempre tenemos a las Fuerzas Armadas Españolas que sabrán cumplir con su deber.

O sea que el follón está creado y va a ser de tal magnitud que el seny catalán no va ser suficiente para resolverlo. Se habla de “choque de trenes”, de enfrentamiento, etc. Pero todos evitan señalar que en todo proceso de liberación nacional hubo −y probablemente siga habiendo− violencia. No quieren verlo ni admitirlo. Es mejor creer que Catalunya libre será un paraíso, que la RICA será rica, estará libre de deudas (63.000 millones de euros), que todos sus ciudadanos tendrán doble nacionalidad: española y catalana −la UE lo permitiría por primera vez en la historia (no se pueden tener dos nacionalidades europeas, hay que optar por una)− que el comercio con España seguirá siendo muy favorable a Catalunya, que la Hacienda catalana tendrá superávit, que se terminará con el paro, que como consecuencia se podrán aumentar las pensiones…

Por las dudas, he tomado algunas medidas preventivas, si las cosas se ponen feas me largo. Aunque tenga que ser a nado.

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