Diálogo sobre violencia basada en género, información y comunicación
Por Juana Francisca Gómez (*)
Obra “Desarrollo del grito” (**)
Para continuar en el análisis de los complejos y amplios procesos de comunicación con perspectiva de género, dialogamos con: Teresa Herrera, Doctora en Ciencias Sociales e integrante de la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual (RUCVDS) y Valeria Milman, periodista de larga trayectoria en los medios uruguayos.
Mate Amargo – Podríamos empezar hablando de cómo se fue formando la red ¿qué te parece?
Teresa Herrera – La Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual (RUCVDS), tiene unos 34 años de vida, nada más y nada menos. La componen las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la temática de género. Incluso más de una vez nos han dicho si se sigue llamando doméstica, ya que se ha modificado la terminología, y dejamos ese nombre porque es nuestra identidad. Las organizaciones que componen la red tienen mucha trayectoria y estamos en casi todo el país.
La iniciaron dos o tres organizaciones, decidieron un día, bueno, nos vamos a juntar y nos vamos a juntar, y empezaron a reunirse. Hace décadas, los 8 de Marzo éramos unas cuatro locas en la Plaza Libertad. Ahora hay organizaciones que integramos la Red que, por ejemplo, sostienen el sistema de respuesta, mediante convenios, además de la capacitación, investigación, etc. El cometido básico es la incidencia política.

M.A. – Fuiste parte de la coordinación y ahora aportás desde la comisión de comunicación, ¿qué avances y dificultades ven?
T.H. – Siempre decimos que es imposible ser feminista si no tenés esperanza. Ya no se habla de “crimen pasional”, por ejemplo, que no es poca cosa. Se ha avanzado mucho. Se habla de violencia de género. Se habla de femicidio. Pero todavía la perspectiva de género en la información está lejos de estar ahí. Estoy colaborando con una iniciativa que hay a nivel regional para crear algún programa de inteligencia artificial para ayudar a los periodistas en lo que tiene que ver con la difusión de las noticias sobre femicidio.
En Uruguay, sí, sin duda, hemos avanzado bastante, hay información que se da. Pero es muy variopinto. O sea, tú tienes medios o periodistas que informan correctamente y después te aparece alguno que dice: “apareció muerta”. No apareció muerta, la gente no aparece muerta. Lo que hay que poner es: “femicidio”. Son titulares muy habituales.
También el uso del morbo. Uno lo ve cuando se empieza a entrevistar a los vecinos, hacerle preguntas absurdas. Como si los varones violentos tuvieran un cartel luminoso que dice: “yo soy violento”.
Es decir, la colaboración comunitaria en este tema es fundamental, pero desde la perspectiva de involucrar a las comunidades, tanto la prevención como la sanción social, pero no en ese manejo periodístico.
Se sigue hablando de la prostitución infantil. No existe la terminología “prostitución infantil”, es “explotación sexual”. Entonces, digo, hemos avanzado, pero todavía falta mucho.
M.A. – ¿Y cuáles serían los principales desafíos en la comunicación de este tema?
T.H. – Tendría que ser una comunicación que tenga en cuenta los convenios internacionales, hay material y forma de darse cuenta cómo se tienen que comunicar este tipo de temas. El rol de la prensa en esto, trabajando no solo en los medios, sino en los mensajes que se emiten. Por algo nosotros tenemos un grupo de comunicación también en la Red. Es un tema importante. El cambio cultural tiene que venir también por ahí.
M.A. – A mí me da la impresión, a veces, de que hay temas que sobrevuelan por algunos lugares, pero a otros lugares no llegan.
T.H. – Sí, tenemos problemas de eso, nos tenemos que cuestionar si los lenguajes que usamos muchas veces son los adecuados para llegar a todo el mundo. Porque así como es grave no hablar las cosas por su nombre, también es grave hablar en jerga porque muchas veces lo que provoca es la distancia con la gente. Entonces eso también hay que tenerlo en cuenta. Esta problemática la conoce todo el mundo. Todos tenemos a alguien, familiar, amiga, vecina, compañera de trabajo, que ha sido víctima de violencia de género. Las encuestas lo demuestran claramente: una de cada tres. Lo que nos es ajeno es como miramos, analizamos, vivimos y trabajamos para que no siga pasando. Acá hay una gran deuda con la prevención, que no tiene que ver con plata, solamente. Por ejemplo: la Ley 19.580 dice que esto tiene que ser enseñado en todos los niveles de la enseñanza. Bien gracias. Hay un problema de voluntad política en transversalizar esta temática en la educación. En la formación profesional también.

M.A. – Si nos enfocamos en la disponibilidad de datos como un insumo más para caracterizar este tema en la actualidad.
T.H. – Estamos mal, nos faltan muchos datos y conceptualmente definir categorías. Por ejemplo: los organismos internacionales determinan que todo crimen de mujer debe ser inicialmente analizado como femicidio y eso no ocurre. Cada uno tiene la cifra de femicidio de acuerdo con la conceptualización que usó, ya sea lo público como las organizaciones de la sociedad civil. Esto afecta a la calidad de los datos, tenemos muy pocos datos, datos fragmentarios y mucho folklore, mucho mito alrededor de los datos. Recientemente, por ejemplo, todo lo que suscitó el tema de las denuncias falsas. Y ya quedó demostrado fehacientemente que no son miles. Uno de los estudios que coordiné durante 3 años, en 85 casos de calumnia o de simulación de delitos, había solo dos.
M.A. – ¿Cómo se ve el tema de la comunicación desde la dirección de un informativo?
Valeria Milman – Está bueno que las mujeres nos preocupemos por nosotras mismas, pero me parece que también hay que involucrar a los hombres, creo que es algo que se ha hablado. No solo en la participación de los temas de mujeres, sino también en las discusiones. Creo que un poco es lo que pasa en las redacciones, por lo menos yo, como cabeza de la redacción acá del informativo de VTV Noticias, trato siempre de cuidar mucho la información que se da, y cómo se da. Fuimos formados y recibimos insumos que son distintos de lo que eran hace 20 años. Desde los partes policiales hasta cómo se daba la noticia.
Creo que sí hemos mejorado, obviamente, hay una ley de violencia de género que ampara a la mujer y la protege de alguna manera. Creo que ha sido un avance y ayuda. Pero todavía falta, estamos lejos.
En los noticieros y en general, creo que siempre está presente cuidar a las víctimas, no revictimizarlas, no exponerlas, no dar datos morbosos. También cuidar si hay niños o adolescentes involucrados. Tengo el Código de la niñez y la adolescencia pegado, no es por ser madre, esto me pasaba desde que empecé a trabajar, creo que hay que protegerlos y nosotros somos los primeros, somos los que mediamos en la información.
Hay que cuidar y respetar, pensar siempre en que la información que estamos dando la va a recibir no solo cualquier persona que está en su casa, sino también la familia, amigos, de esa víctima, o sea, los van a ver en la escuela, en el trabajo. ¿Cómo podemos pensar la noticia?, ¿cómo la podemos dar informando? Nosotros manejamos un montón de información, tenemos privilegio de tener información de primera línea, bueno, eso hay que usarlo bien después. Dar información, sí, conseguir esa noticia, si es que tiene que ser una primicia, lo que sea, pero también cuidando el contexto. No todo da lo mismo.

M.A. – ¿Tenés algún momento en tu trabajo que te haya marcado en este sentido?
V.M. – Bueno, esas cosas que te pasan. Si me ha pasado de trabajar en distintos medios con enfoques totalmente diferentes y eso depende mucho de la dirección. En un medio, había que entrevistar vecinos que no vieron nada solo iban a contar lo que habían oído. Esas cosas que a mí no me gustaban, me hacían ruido. Nos cuestionamos cuál era el aporte periodístico real que hacíamos en el tema seguridad con este tipo de información.
M.A. – ¿Cómo ves la dinámica informativa diaria?
V.M. – Creo que sí estamos mejor en muchas cosas. Es un tema a abordar desde varias aristas. El único problema no somos solo los periodistas, sino también todas las unidades u operadores que tienen que ver con el tema: abogados, policías, médicos, técnicos. Si bien se ha avanzado, se necesita avanzar aún más en la formación y capacitación para el tratamiento adecuado de la información.
El tema de los femicidios, cada vez que matan una mujer, en el 99.9 % de los casos va a ser un femicidio, igual se espera el parte. Pero luego también hay pequeños detalles a cuidar que hacen al tema, los detalles morbosos, si era trabajadora sexual, etc., determinadas características que hacen como una justificación del agresor, cuando en realidad es un violento y un asesino. Hay como muchas cosas para trabajar para mejorar el sistema del tratamiento de los datos y la información en esta área.
(*) Juana Francisca Gómez es escritora y miembro del Capítulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (RedH)
(**) “Desarrollo del grito”
Título: Desarrollo del grito
Artista: Enrique Silveira y Jorge Abbondanza
Medidas: 160 x 160 x 15 cm
Ubicación: Museo Nacional de Artes Visuales
Información de referencia sobre el tema: https://www.impo.com.uy/bases/leyes/19580-2017 https://www.violenciadomestica.org.uy/ https://www.impo.com.uy/bases/codigo-ninez-adolescencia/17823-2004 https://ceifem.ei.udelar.edu.uy/
https://portal.trainingcentre.unwomen.org/product/una-introduccion-a-la-igualdad-de-genero- en-el-sistema-iberoamericano/?lang=es
https://universidad.claeh.edu.uy/wp-content/uploads/2025/07/INFORME-FINAL-DENUNCIA S-FALSAS.docx.pdf
https://www.ohchr.org/en/treaty-bodies/cedaw https://www.impo.com.uy/bases/decretos-ley-internacional/15164-1981