Por Maribel Acosta Damas (*)
Dibujo Adán Iglesias Toledo (**)
El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe bajo el supuesto de la lucha antiterrorista y antinarcóticos que involucra a Venezuela, teje máxima peligrosidad, amenaza la paz de la región y supone consecuencias incalculables para Venezuela, Latinoamérica e incluso para el resto del mundo.
Cronología de los principales acontecimientos:
El 14 de agosto Estados Unidos ordena despliegue militar en el sur del Caribe para “combatir a los cárteles del narcotráfico que operan en esa parte del continente americano”.
El 19 de agosto 4.000 soldados estadounidenses son desplegados en el Caribe, cerca de Venezuela. El 26 de agosto Estados Unidos ordena un mayor despliegue de buques para la primera semana de septiembre, con un crucero de misiles guiados y la presencia de armas nucleares.
El 1 de septiembre el presidente del gobierno bolivariano califica este despliegue naval como «la mayor amenaza continental en un siglo» para Venezuela.
El 2 de septiembre Estados Unidos mata a supuestos “11 terroristas” en un ataque a una embarcación en el mar Caribe.
El 5 de septiembre Estados Unidos ordena el despliegue de 10 aeronaves F-35 a Puerto Rico para supuestamente objetivo de realizar operaciones contra los carteles de la droga y organizaciones narcoterroristas que, según la Casa Blanca, operan en la zona.
El 6 de septiembre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) destaca un comunicado en respaldo al país, en medio de las crecientes amenazas de Estados Unidos y por la defensa del compromiso de América Latina como zona de paz y libre de armas nucleares.
El 12 de septiembre Venezuela denuncia que “el buque venezolano Carmen Rosa, tripulado por nueve pescadores atuneros, que navegaba a 48 millas náuticas al noreste de la Isla La Blanquilla, en aguas pertenecientes a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) venezolana, fue asaltado de manera ilegal y hostil por un destructor de la Armada de los Estados Unidos, el USS “Jason Dunham” (DDG-109), equipado con potentes misiles de crucero y tripulado por marines altamente entrenados. Trump lo presenta, una vez más como un supuesto ataque antiterrorista.
El 14 de septiembre el Ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció este un incremento alarmante en las operaciones de inteligencia aérea por parte de Estados Unidos en el Caribe, las cuales violan las normas internacionales y representan una provocación deliberada contra la soberanía nacional.
El 14 de septiembre la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) calificó de acto irresponsable y provocador, la nueva agresión contra el pesquero venezolano: “Es una flagrante violación del derecho internacional que amenaza la paz, seguridad y la estabilidad de la región”. A su vez, el bloque regional expresó s su “plena solidaridad con los trabajadores agredidos” y reconoció “la labor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que con firmeza y dignidad protegió minuto a minuto a sus compatriotas, ratificando su compromiso inquebrantable con la defensa de la soberanía y con la paz de la región.
El 15 de septiembre el Presidente de Venezuela Nicolás Maduro declaró que la situación actual que vive su país “no es una tensión, es una agresión en toda la línea. Es una agresión judicial, cuando nos criminalizan; es una agresión política, con sus declaraciones amenazantes diarias; es una agresión diplomática; y es una agresión en camino de carácter militar”
Durante estos días, a partir de la amenaza creciente de Estados Unidos, Venezuela ha convocado a su pueblo a la organización y preparación para la defensa del país.
Pedro Antonio Sassone García, experimentado político y diplomático venezolano califica esta situación como delicada en extremo. Sassone, con un largo recorrido en la política venezolana ha ocupado responsabilidades como Viceministro de Atención Integral para la Migración Venezolana del Ministerio del poder popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela, Director del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos, Cónsul y jefe de misión en la Embajada de Venezuela en Ecuador, designado luego de que el gobierno de Daniel Noboa violara la sede diplomática de México en ese país, lo que llevó al cierre de la Embajada venezolana el pasado 16 de abril. Ha ocupado también puestos como embajador de Venezuela en China y secretario de la Asamblea Nacional. Actualmente se desempeña como Cónsul de la embajada de Venezuela en Uruguay.
Maribel Acosta Damas- De acuerdo con la sucesión de acontecimientos recientes en torno al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe- y con amenazas para Venezuela- que comenzó el 14 de agosto reciente, ¿cómo evalúa la situación actual?
Pedro Antonio Sassone- La situación en Venezuela es muy delicada, en extremo. Tiene varios componentes: En primera instancia, la movilización militar de barcos de guerra, de misiles, de armas de destrucción masiva nucleares, la presencia en el Caribe; esto representa una tensión muy fuerte en lo que hemos llamado la diplomacia de las cañoneras. Eso no tiene precedentes, no tiene límites desde el punto de vista de la realidad conocida.

Sí hemos vivido toda una circunstancia de guerra no convencional, de ataques, de intentos de golpe de estado, de boicot en términos de la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales, del intento de destruir la economía, pero esta situación de movilización militar es un nuevo escenario, y de ahí lo delicado en términos de atmósfera generada. Porque el escenario del gran despliegue militar está montado sobre varias realidades. Está montado sobre una narrativa, lo que hemos llamado una narrativa desarrollada por los medios de comunicación a nivel nacional para vender la figura del presidente Nicolás Maduro como parte del Cartel de los Soles, la presencia de bandas delincuenciales, la explosión que hubo de una supuesta nave de tráfico de drogas y de Venezuela ligada también a los grupos paramilitares colombianos. Entonces es toda una circunstancia de narrativas, y la historia conocida es que estas narrativas, en la medida en que se van desarrollando, van cogiendo cuerpo, ellas se estructuran en su propia dinámica y sustituyen la realidad.
Sustituyen la realidad y construyen una realidad inexistente. Venezuela no es ni un territorio de cultivo de drogas ni de tráfico de drogas. En Venezuela no hay laboratorios de procesamiento de drogas, y así lo dicen los informes de Naciones Unidas. De tal manera que Venezuela es uno de los países de América Latina con mayor eficacia en el enfrentamiento a las bandas del crimen transnacional organizado.
Sin embargo, la narrativa sustituye esa propia realidad y la convierte en una realidad inexistente. Y esa narrativa elaborada intenta destruir también los informes desde el punto de vista de Naciones Unidas. Los estudios de Naciones Unidas declaran que el 85% de la droga no sale por el Caribe, sale por el Pacífico hacia los Estados Unidos.
Y apenas el 5% de la droga se comercializa a través del Caribe con el intento, en el caso venezolano, que ha sido enfrentado desde el punto de vista de utilizar el territorio venezolano. Y eso también lo dicen las cifras, reconocidas por Naciones Unidas. De tal manera que el informe de Naciones Unidas indica que Venezuela no ocupa ningún papel preponderante en el mapa del problema del tráfico de drogas.
Sin embargo, la narrativa va construyendo, va corroyendo la institucionalidad. Y entonces se ha creado una situación de mucha tensión porque se combina la narrativa con la presencia de esta movilización militar. Y en ese caso, nosotros sabemos la realidad que vivió Libia, que vivió Irak, que vivieron otras naciones desde el punto de vista de la justificación de la opinión pública internacional para justificar una invasión militar.
Maribel Acosta Damas- Declaraciones del 5 de septiembre del Departamento de Defensa de Estados Unidos apuntan: «Hoy, dos aeronaves militares del régimen de Maduro volaron cerca de un buque de la Armada de Estados Unidos en aguas internacionales. Esta maniobra altamente provocadora fue diseñada para interferir con nuestras operaciones en contra del narcoterrorismo». ¿Qué comentario le merecen estas declaraciones que han sido reforzadas con una amenaza de Trump al derribo de aeronaves venezolanas?
Pedro Antonio Sassone- En la propia narrativa de que veníamos hablando se dijo que hubo un sobrevuelo por parte de Venezuela. Las naves venezolanas hicieron sus maniobras en el territorio nacional, como es la potestad soberana de Venezuela, en ningún momento, y no es la intención tampoco, responder con la misma forma a la presencia de manipulación de que nosotros podemos poner en peligro la seguridad a través del sobrevuelo.
No, el sobrevuelo que fabricaron no se hizo. Y esa narrativa que construyó Trump, de que si “ellos van a sobrevolar y van a poner en peligro la presencia” … Ellos son capaces de destruir los aviones. Entonces, lo que están es jugando adelantado desde el punto de vista de ir avanzando en la preparación de las condiciones que pueda conducir a una aventura militar.
Es decir, ellos van escalando la situación de presión, que es una estrategia de máxima presión hacia Venezuela: presencia de armas militares, presencia de estructuras militares, presencia de armas de destrucción masiva, violación de la normativa internacional, en términos de que América Latina es un continente de paz, en el cual está prohibido la manipulación y el desarrollo de armas nucleares en todo el continente latinoamericano.
Maribel Acosta Damas- Hay varias acusaciones tácitas del gobierno de Estados Unidos: Venezuela como Estado narcoterrorista, Venezuela impide las operaciones de Estados Unidos contra el narcoterrorismo y Nicolás Maduro como jefe de cárteles de la droga. Entonces, una pregunta trasciende hoy a toda la cronología de sucesos ¿qué pasa con Venezuela? ¿Qué hay detrás de esto?
Pedro Antonio Sassone– La acusación de la Armada forma parte de todas estas circunstancias de manipulación. Y las circunstancias de manipulación siguen su desarrollo porque la narrativa de la cuestión de drogas ha estado acompañada con otras posturas de algunos países de América Latina, que se han apegado a Estados Unidos en su acusación de que el presidente Nicolás Maduro forma parte del Cartel de los Soles, de que en Venezuela hay un desarrollo de terrorismo, es decir, que forma parte de la misma dinámica paralela. Y paralela a la narrativa, paralela a la presión militar, viene la posición de algunos países para aliarse y vincularse al proceso de injerencia de los Estados Unidos. Y esa es la historia, lamentablemente.
Es decir, se destruye la unidad continental -que es parte de la debilidad que mostramos en estos momentos en la región- en términos de criterios unificados. A pesar de que la declaración de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), es una excelente declaración, no obtuvo el consenso completo de todos los países, porque justamente estos países que hoy están respaldando la falsa y negativa campaña en contra de Venezuela, son los mismos que no suscribieron el comunicado de la CELAC; que sin embargo fue un avance sumamente importante, porque la CELAC puntualizó en los elementos más importantes de la defensa de la soberanía, de la defensa de la independencia de América Latina como territorio de paz y como territorio libre de armas de destrucción masiva.
Por lo tanto, la CELAC también dio un precedente en términos del proceso de la declaración y la CELAC tendrá que buscar nuevos espacios, nuevas realidades, nuevas convocatorias para construir el consenso frente a esta realidad, porque no es un ataque, y de ahí la importancia de entender la dinámica geopolítica, no es solamente un ataque contra Venezuela. Es un ataque a la región de América Latina, porque una aventura militar contra Venezuela, es un proceso que va a escalar en términos del desarrollo de la guerra en América Latina.
Venezuela no es el único afectado. Es el epicentro, pero esto es una onda expansiva en términos del precedente que se siembra, porque en última instancia ¿qué le están cobrando a Venezuela? A Venezuela le están cobrando su soberanía, su independencia, su libertad soberana de construir su propio modelo; un modelo de justicia social, un modelo de la construcción del socialismo, un modelo de absoluta soberanía y autodeterminación. La forma y la manera en cómo se organiza y se desarrolla el gobierno es decisión del pueblo venezolano.
En última instancia, ¿qué hay detrás de todo esto? Pues detrás está la decisión soberana de Venezuela de la defensa de los recursos naturales, de la riqueza venezolana. Y por lo tanto imperialismo norteamericano va detrás de dos hechos: destruir el modelo político soberano de Venezuela y apropiarse de los recursos del país, que los necesita por la crisis que vive, por la debilidad de sostenibilidad en términos de la dependencia de recursos naturales y por el proceso en el cual está el mundo. El mundo marcha hacia un mundo multipolar, de modo que el ataque a Venezuela es también el ataque al mundo multipolar para frenar, asfixiar, y limitar. Esta es una posición de desesperación porque el avance hacia la multipolaridad no se puede evitar independientemente de las circunstancias puntuales.
El nacimiento de otro mundo, de la geopolítica la diversidad, de la multipolaridad, es una realidad. Nacieron nuevos centros de poder emergente en lo económico, en lo social, en lo tecnológico, de los cuales Venezuela forma parte. Y los recursos naturales del país son decisiones soberanas del pueblo venezolano y de su gobierno.

Maribel Acosta Damas– ¿Cómo se vive hacia el interior de Venezuela esta situación? La prensa occidental habla de despliegues militares internos forzados. Venezuela confirma la movilización popular en torno a la defensa del país. ¿Qué está ocurriendo?
Pedro Antonio Sassone- Venezuela tiene paz interna y a su vez vive una situación de amplia movilización social, que ha sido la característica desarrollada en toda la revolución boliviana. Se vive un proceso de organización comunitaria que ahora toma una nueva forma porque también la organización comunitaria es para la defensa frente a los intentos de ataque, frente a la manipulación mediática y frente a la máxima presión de los Estados Unidos.
El presidente Nicolás Maduro ha convocado al pueblo venezolano y el pueblo venezolano ha respondido. Se han alistado más de 4 millones de personas. Hay una organización, hay entrenamientos, hay estructuras, hay operativos de toda nuestra fuerza militar en lo que hemos llamado la unión cívico-militar-policial y popular; es decir, es el nuevo componente que se suma a las milicias populares. Es una posición soberana de defensa de Venezuela, por la paz. Nos movilizamos para la defensa de la paz, no hay otra forma de preservar la paz en Venezuela si no es con la unidad interna, si no es con la movilización popular.
El presidente Nicolás Maduro ha dicho que Venezuela siempre ha estado dispuesta a sentarse, a dialogar, a buscar entendimientos con todos, incluso con los propios Estados Unidos. Él hizo un llamado a que el presidente Trump no se dejara envenenar por su jefe de relaciones exteriores, el Secretario de Estado Marco Rubio, quien ha desarrollado una dinámica de odio hacia Venezuela y el presidente Maduro justamente hizo el llamado al presidente Trump reiterando que Venezuela siempre ha estado dispuesta a conversar desde el respeto a la soberanía y al derecho internacional.
Nosotros no queremos la guerra, evidentemente. Nosotros somos militantes de la paz, actuantes de la paz y lo han sido demostrado en toda la dinámica del desarrollo de los acontecimientos políticos en Venezuela. Analizando todas las circunstancias históricas, Venezuela se ha enfrentado a un proceso de guerra no convencional de manera sistemática desde el mismo momento en que surge la revolución bolivariana.
¿Y cómo hemos respondido? Hemos respondido con organización social, hemos respondido con movilización, hemos respondido con elecciones. Son 33 elecciones para consolidar el Estado, la soberanía y democracia como elemento importante. Por lo tanto, eso tiene un componente que le da forma y organicidad, que es el componente de la paz.
Es decir, hay elecciones porque hay paz, hay organización social porque hay paz y hay paz porque hay organización social, porque hay responsabilidad, porque hay un compromiso en la unión cívico-militar. Esa es la circunstancia que vive Venezuela hoy y en este contexto de presión no se ha detenido el avance de la economía venezolana.
El presidente Maduro anunciaba recientemente, primero que Venezuela ha alcanzado una referencia de producción industrial alimentaria importantísima. Nosotros estamos produciendo aproximadamente el 98% de los productos que estamos consumiendo. Esto es una superación de la vieja forma que teníamos en el pasado de depender de la renta petrolera en que todo lo importábamos. Hoy Venezuela es autosuficiente desde el punto de vista de la seguridad alimentaria. Esto es una excelente noticia. Y la noticia va acompañada de que tenemos una reserva alimentaria muy importante.
La otra noticia que comunicaba el presidente Maduro es que Venezuela va a cerrar este año con unos niveles de crecimiento que van del 6 al 8%. Eso quiere decir que la economía sigue su desarrollo. Estamos construyendo una economía exportadora y una economía que tiene un fundamento desde el punto de vista de la necesidad de pensar en el bienestar de la población, en la distribución, de superar las restricciones y las consecuencias de estar bloqueados económicamente.
Recordemos que el país ha sufrido más de 1.200 medidas coercitivas unilaterales. De tal manera que el país fue víctima de la destrucción de la base económica de su población que condujo a la migración de miles de venezolanos. Pero Venezuela ha sabido responder a esas circunstancias. El periodo 2017, 2018, 2019 fue un periodo de mucha necesidad, muy duro para el venezolano desde el punto de vista social, desde el punto de vista de su nivel de vida, desde el punto de vista de la presión.
Y recordemos que esas circunstancias también fueron acompañadas con un proceso de insurrección de calle, de vinculación de las fuerzas terroristas, de un presidente ficticio alterno. Y Venezuela fue capaz de superar esa situación. Ha sido capaz de enfrentar la guerra económica, ha sido capaz de enfrentar la guerra política, el ataque mediático a nivel nacional y a nivel internacional.
Maribel Acosta Damas Recientes declaraciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y de gobiernos del mundo, constituyen un espaldarazo a Venezuela ¿Hacia dónde cree que apunta la evolución de este conflicto? ¿Habrá Guerra o negociaciones?
Pedro Antonio Sassone- La realidad de hoy significa un nuevo nivel de presión por parte de los Estados Unidos. Y en la medida de que el pueblo venezolano responde, se organiza y se forma para tener capacidad de movilización, es sumamente importante la solidaridad internacional. De ahí la trascendencia del comunicado de la CELAC y de la movilización que ha habido de los diferentes movimientos sociales a nivel internacional. Nosotros creemos que debe expandirse la solidaridad internacional de los movimientos, partidos y gobiernos amigos frente a este acoso contra Venezuela. Venezuela no está sola porque esta dinámica interna de organización, de preparación, también está acompañada por la solidaridad y por el apoyo internacional. Y ahí están las declaraciones de los cancilleres y los presidentes a nivel de las grandes potencias como China, Rusia, la India, Irán.
Venezuela es un país que no invade a nadie, es un país que no está involucrado en lo absoluto en la problemática de la droga. La enfrenta. Venezuela es un país para la construcción de la solidaridad, de la integración de los pueblos, tal como ha sido la experiencia con el comandante Chávez y ahora con el presidente Nicolás Maduro.
Esperamos que la lógica de la paz se imponga. Es decir, el mundo no puede caer en una espiral de violencia, de enfrentamiento, de invasión, que serían las consecuencias de una aventura militar de los Estados Unidos. Ese es nuestro llamado.
Entonces, salta a la vista que hay una aguda crisis democrática, pero ¿de quién? Queda claro dónde están los asesinos, violadores de la paz y de la seguridad de América Latina.
(*) Maribel Acosta Damas, Dra. en Ciencias de la Comunicación Social, Periodista cubana y docente de la Universidad de La Habana, trabaja y colabora con varios medios de su país y de otros países.
(**) Profesor Adán Iglesias Toledo, Dibujante Gráfico Cubano, Caricaturista Editorial y Director del Medio humorístico DEDETE del Periódico Juventud Rebelde, miembro de la UNEAC, la UPEC y la REDH (Capitulo Cuba). Colabora con varios medios de prensa en su país y en el extranjero. Autor de varios logotipos, y campañas publicitarias, posee en su haber múltiples exposiciones individuales y colectivas, talleres e intervenciones nacionales e internacionales y ha sido premiado por más de 40 veces en su país y otros países.
Foto: Entrevista a Pedro Sassone en Radio Fénix, El Popular.