Transformar la realidad empieza por el barrio.

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Por Claudia Suárez Delgado (*).

En la complejidad del barrio Piedras Blancas, los y las vecinas se juntan para transformar. Nos reunimos con Noelia Fernández y Santiago Arbondo del colectivo Activá Piedras Blancas para conocer más.

El barrio está ubicado al noreste de Montevideo y tiene como límites las calles Aparicio Saravia, Mendoza, Rafael, Domingo Arena y Cno. Repetto. Fue una zona de casas quinta como lo atestigua el Museo quinta de Batlle y Ordóñez. Una zona que toma impulso a partir del fraccionamiento y venta de solares por parte de Francisco Piria y en un segundo momento en 1909 por una nueva venta del Banco Popular.

Es una zona que se configura como eje comercial y de ingreso a la ciudad de Montevideo y se conforma como uno de los barrios de periferia con grandes complejidades. Noelia nos cuenta que:

“En Piedras Blancas tenemos problemas estructurales, que tienen que ver con derechos básicos, con derecho a tener una salud digna, a tener una educación digna, a tener una vivienda, a tener veredas, a tener servicios, y bueno, y también a tener acceso al desarrollo de la cultura, porque la cultura es parte del barrio. Pero sí, falta todo un cuidado y una atención de nuestros espacios públicos.”

El barrio ha sufrido cada una de las crisis económicas y se ha ido poblando de asentamientos con personas que han sido expulsadas del centro de la ciudad o que han llegado del interior del país, este crecimiento irregular no se ha acompasado con el crecimiento de los servicios.

Por lo tanto los centros de Educación formal, no formal y espacios de cuidado son insuficientes. Esto es visible en la dificultad para conseguir un cupo en los centros educativos de la zona lo cual obliga muchas veces a las familias a enviar a sus gurises a centros más alejados, topándo esto con el problema de transporte que también es insuficiente para la movilización de trabajadores de la zona. Los servicios son escasos también a nivel de los centros de atención de salud y la propia infraestructura, caminería y espacios de recreación.

El último impacto fuerte lo recibió con la crisis de Covid 19 donde el golpe sobre los trabajadores informales y las mujeres que debieron hacerse cargo de los cuidados en sus hogares fue aún mayor. La feria de Piedras Blancas creció exponencialmente con vecinos que vendían lo que podían, muchos de los locales que conformaban el centro comercial fueron cerrando y al día de hoy se han convertido en locales de grandes cadenas comerciales. En plena pandemia los ómnibus circulaban repletos llevando a las personas que aún podían realizar alguna changa o sostener sus trabajos, esto también brindaba un mensaje a la población del barrio del poco cuidado que merecían en esta situación donde para otras personas la respuesta pudo ser el aislamiento.

En el 2020 el barrio se llenó de ollas populares las vecinas y vecinos intentaban organizar su solidaridad para apoyarse en un momento en el cual se retiran todas las políticas sociales.

En el marco de ese momento es que surge Activá Piedras Blancas.

Activá Piedras Blancas nace más o menos hace cuatro o cinco años ya. El objetivo de la organización,… , no es una comisión de vecinos tradicional,…, es un espacio donde la idea es que los vecinos puedan ir a plantear los diferentes reclamos o las diferentes inquietudes que tengan en relación al barrio. A nivel organizativo Piedras Blancas es todo un desafío, ya que no hay muchas organizaciones sociales. Entonces, Activá es eso, es un espacio de vecinos que quizás no solamente es Piedras Blancas, sino que hay vecinos que abarcan parte de todo el territorio,…,  son de Manga, Puntas de Manga, está el área rural  también” nos dice Noelía

“(…) cuando pensamos en el espacio, pensamos como un lugar abierto a todos los vecinos y en una cuestión que sea intergeneracional, (…) no solamente una organización para jóvenes o adolescentes, sino para que todo el mundo pueda participar.” Reflexiona Santiago.

Plantean la necesidad de funcionar como visibilizador de las capacidades del barrio y de esta forma romper con la estigmatización que recae sobre él. Así es como el propio Santiago

continúa comentando: “…en lo que era la crónica roja, ahí poder intervenir y también contar de otras cosas que suceden en el barrio, (…) que tiene mucho para contar de la historia y de la actualidad, tiene muchas cosas también para aportar.(…) generar un espacio que sea también de reclamo, Que no sea solamente un espacio de actividades culturales, sociales. recreativa, sino poder organizarnos para el reclamo y para eso darle una vuelta de tuerca (…) ser nosotros los generadores de los datos (…) poder decir realmente, por ejemplo, cuál es la necesidad de vivienda en el territorio, cuántos kilómetros de vereda nos faltan en el barrio para que la gente se pueda mover,  (…) cuáles son las líneas de ómnibus, qué frecuencia tienen, cómo se mueven y dónde están las personas, y asi poder mejorar ese tipo de cosas. Pensando en trabajar para no solamente ser espectadores de los datos, como el fracking universitario, que viene a absorber datos, hacen comunicaciones y después se deja de lado a la territorialidad. Nosotros ahí queremos ser partícipes activos de eso, donde seamos nosotros los generadores de esos datos, para que no sea solamente un reclamo, sino que sea un pedido de mejora y desarrollo territorial”.

Uno de los proyectos que nuclea al colectivo es la recuperación del cine Piedras Blancas para que vuelva a ser un espacio cultural para el barrio.

“Estamos con el tema de la recolección de firmas para poder recuperar el viejo cine de Piedras Blancas que está en Belloni y Dunant, y pertenece al Partido Colorado, que tiene una deuda con la intendencia. Nosotros sabemos,, porque estamos en el barrio, que hay una necesidad urgente de tener espacios culturales y sociales para que la gente pueda recrearse, pueda sociabilizar y construir otras cosas. Tenemos un proyecto trabajado en colectivo, hay un corto que se hizo para los 300 años (…) los vecinos se identifican con la historia y así se puede trabajar la identidad y la memoria barrial” nos dice Noelia.

Una de las grandes riquezas del colectivo es el trabajo en red. Mencionan el trabajo con los centros de educación formal, el Museo Quinta de Batlle y la Biblioteca pública, nos cuentan qué esto mismo les ha permitido acercarse a las necesidades de estos espacios y al déficit de recursos con los que se sostienen.

De esta forma también como barrio organizado pueden hacer frente a las dificultades que en las propias instituciones surgen, como por ejemplo, la problemática de alimentación en vacaciones de Julio que se da en el Liceo 67.

“…esta semana cerró el comedor en el liceo, como en todas las instituciones de secundaria por vacaciones. En esta coyuntura están sin comedor. Desde el núcleo sindical, armamos canastas, se llamó a las familias, las familias fueron a levantar las canastas y eso habla de la necesidad que hay” continua Noelia

 

El trabajo en Red no se restringe a las instituciones de la zona sino también, por ejemplo, a centros culturales como el SACUDE con el que ha estado trabajando un taller de cabezudos a partir del cual esperan que aquellas personas que se formaron en las ediciones anteriores, este año pueden ser talleristas y de esta forma ir aumentando las potencialidades de las propias personas del barrio.

“…construimos con el otro y nos juntamos con el otro, 10, 20 o 40 personas, que la solidaridad es lo primero. Se trata de apropiarse del propio barrio, de cuidado también, El hecho de que pintes con otros en tu barrio un mural, no solamente queda lindo. Hay una idea de que en Piedras Blancas todo es feo, nuestro barrio, nuestro vecino tiene derecho a tener un barrio lindo, con una estética cuidada, … cuidado de la estética, de la comunicación desde los afiches que hacemos, desde los murales, desde la comunicación visual como organización, es una señal para dignificar el barrio… se han hecho, por ejemplo, dos fotogalerías en el museo,… una fue un barrio con memoria donde se rescatan las memorias de dos vecinos desaparecidos que son Félix Ortiz que desaparece en territorio y Bernardo Arnone, que eran de Piedras Blancas y Walter Medina que fue asesinado en el barrio, que era un estudiante de 16 años que estaba haciendo consulta popular y lo mataron por eso. Trabajamos con la comunidad y generamos red y también identidad y memoria” agrega.

Este tipo de colectivos de creación comunitaria permiten aumentar las capacidades de poder popular. Más allá de eso, en el encuentro surgió el cuestionamiento sobre la demanda de organización y participación en estas poblaciones para poder conseguir los servicios mínimos que vecinos de otros barrios tienen sin la necesidad de trabajo voluntario.

A estos vecinos que viven con menores servicios, y tienen, por lo general, pobreza de tiempo por las exigencias de traslado hacia los lugares céntricos para trabajar muchas veces en condiciones de mayor precariedad, les exigimos que para poder tener actividades culturales o servicios mínimos de caminería tengan que organizarse para su demanda o sostén. Ejemplo de esto es la necesidad de presentar semáforos o construcción de veredas en los presupuestos participativos, obligando a los vecinos a competir entre ellos para ver qué escuela podrá tenerlos. Sumado a esto, cuando se realizan obras en el barrio por lo general no se consulta a estos colectivos organizados, así paso con el realojo de familias en el espacio verde de la biblioteca pública. Esto les lleva a cuestionarse cómo se está entendiendo la participación desde los espacios de gobierno.

Nos Plantean que a futuro proyectan generar el plan Cuchilla Grande, y al respecto Santiago manifiesta que:

“…la institucionalidad, puede tener datos, puede tener muchos estudios, pero nosotros sabemos cómo se construyen esas necesidades y dónde hace falta. Nosotros sabemos que necesitamos un centro de segundo ciclo en el territorio, sabemos que sobre Mendoza, se necesita otro de ciclo básico, se necesitan más escuelas, se necesitan más CAIF, se necesita desarrollo de la atención de salud, falta atención de salud mental. Pero el diálogo es constante, no vamos a construir los hospitales, no vamos a construir las escuelas, lo que nosotros demandamos es el espacio de diálogo constante, la escucha”

Para terminar les invitamos a conocer más sobre este colectivo y sus actividades siguiendo sus redes y a estar atentos a las posibilidades que nuestros propios barrios nos brindan para construir desde la solidaridad.

 

 

(*) Claudia Suárez Delgado, licenciada en Psicología especialista en Gestión Cultural en UDELAR, integrante de la Red de intelectuales y artistas en defensa de la humanidad (REDH), ceramista.

Fotos tomadas de las redes sociales del colectivo.  IG: @activapiedrasblancas, fb: Activá Piedras Blancas

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