Calle y creciente. Golpeando a los mismos

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Por Darío Rodríguez(*)

Mientras, por un lado, un sector de la población opta por residir fuera de la ciudad, autoexcluyéndose, viaja y se pasea en autos nuevos, una inmensa mayoría anda “pirincheando el cielo”.

Tras la definición de alerta roja para la gente en situación de calle, unas 115 personas fueron alojadas en los refugios Santa Elena y Farol Velódromo en Paysandú. Aquí hay un trabajo conjunto de varias instituciones, comandadas por el MIDES y el CECOED.

La directora Departamental del MIDES, María Inés Firpo, informó a los medios que “por ahora tenemos buena receptividad y las personas aceptan ir al refugio o son recibidos por familiares para pasar la noche. El refugio tiene capacidad para 81 personas, luego de las obras de ampliación que permitieron una decena de nuevos cupos. Allí durmieron 92 personas, además de 10 cupos en la pensión para mujeres”.

Los refugios, y esto es un cambio significativo, están abiertos las 24 horas. Por otra parte, operan los reflejos solidarios de la gente que avisa la existencia de personas en situación de calle y organiza juntada de ropa, merenderos, canastas, etc.

Evacuados e intocables

A todo este aciago panorama, el río viene creciendo y se prevé llegue a los 6.80 metros. Al cierre de junio ya había 41 evacuados, entre ellos 17 niños.  Estas personas se alojan, con estos intensos fríos, en carpa del Ejército, instaladas en la Diagonal San Félix.

(En carpas, incluso con niños)

La represa de Salto Grande evacua de promedio, hasta las 15, entre 19.200 y 19.600 m³/s. No obstante, de darse precipitaciones en la cuenca alta del río Uruguay, el mismo puede continuar creciendo. El invierno golpea duro, a los mismos de siempre.

(Paysandú, el río crece y habrá más evacuados)

Mientras esto sucede, uruguayos y otros agentes que trabajan en el país, tienen depósitos en el exterior por una cifra levemente inferior al PBI que se ubica en 70 mil millones de dólares. Los depósitos externos están en 62 mil millones.

En tanto en el país hay unos 23 mil millones de dólares en las bóvedas. Son de los intocables. Al tiempo que sectores padecen, un puñadito de uruguayos, 17.675, -según un banco suizo-, tienen más de 1 millón de dólares neto.

(Contamos, después vemos  si  ponemos algo)

Ahí están los recursos para las políticas sociales, para evitar la enorme fractura social que, hace tiempo se desparramó por todo el país; impactando en la violencia y la (in)seguridad.

(*) Darío Rodriguez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UdelaR), periodista y asesor en temas de cooperativismo, vivienda y hábitat

 

 

 

 

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