Parir con respeto es un derecho.

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Por Claudia Suárez Delgado(*)

 

En el marco de noviembre, mes de lucha contra la violencia hacia la mujer, profundizaremos sobre la violencia obstétrica. Reconocida como una de violencias basadas en género en la Ley 19580. En su artículo 6 la define como: Violencia obstétrica. Toda acción, omisión y patrón de conducta del personal de la salud en los procesos reproductivos de una mujer, que afecte su autonomía para decidir libremente sobre su cuerpo o abuso de técnicas y procedimientos invasivos.

Para conocer más nos entrevistamos con María Eugenia Gómez, integrante del colectivo Gestar Derechos y Parir sin miedo.

 

Mate Amargo – ¿Qué es gestar derechos?, ¿cómo surge?, ¿con qué objetivos?

María Eugenia Gómez – Es un colectivo feminista, somos todas mujeres profesionales de distintas disciplinas: abogadas, psicólogas, Lic en Comunicación, parteras, Doulas, ginecólogas.

Surge con el cometido de proteger los derechos en el embarazo, parto y puerperio. Surge en junio del 2020, en medio de la pandemia sanitaria por Covid-19 que recrudeció la violencia obstétrica y vulneración de derechos vinculados al embarazo y al parto en Uruguay. Con los objetivos de: prevenir y abordar la violencia obstétrica en el embarazo, parto y puerperio mediante asesoramiento legal e interdisciplinario; Promover los derechos de las mujeres, las buenas prácticas en el nacimiento y la lactancia, con enfoque de derechos humanos y de género; Acercar información sobre los derechos en el embarazo, parto, puerperio, lactancia y en relación al área laboral en la maternidad.

M.A. – ¿Cómo es la situación de Uruguay a nivel de violencia obstétrica?

M.E.G. – Es una situación compleja, por muchas razones: primero que nada, es una violencia que no está reconocida ni se visibiliza, en la gran mayoría de los profesionales de la salud incluso es negada. Se la considera muchas veces como una exageración o errónea percepción de la usuaria (persona que va a parir a su bebé a la institución). Es un tipo de violencia de género que si bien está descrita en la ley 19.580, que es muy poco hablada, es un tema casi tabú. Muchas mujeres incluso no reconocen que han vivenciado violencia. Otras sí pueden dar cuenta de que lo que vivieron fue violencia, pero no pueden denunciar ya que el trauma no les deja fuerza para emprender el camino de la denuncia.

Si bien hay ley, hay decretos que describen a la violencia obstétrica detallando las características y las manifestaciones de las mismas en la práctica, en los hechos reales es muy difícil hablar de ella, denunciar y actualmente no hay sanciones ni penas para aquellos que la ejercen.

En el año 2021 se crea el Observatorio de violencia obstétrica (OVO Gestar derechos) con el objetivo de recopilar experiencias y producir datos estadísticos. En setiembre se llevo a cabo la primera encuesta sobre nacimientos del Uruguay (entre el 2000 y 2019).

Las denuncias son difíciles de llevar a cabo y son procesos largos. Cada situación es única y de vivencias muy subjetivas: algunas experiencias son de violencia relacionada a lo verbal, otras más en lo físico, en lo emocional, intervenciones médicas sin explicación ni acuerdos, cesáreas innecesarias, poca participación activa de las familias en el proceso de nacimiento de sus bebés.

Si bien existe la normativa vigente, el hecho de ir a juicio es muy difícil. Los y las profesionales de la salud que tienen denuncias tanto administrativas como judiciales aún continúan trabajando en las instituciones de salud. Tampoco existe un lugar específico para poder atender dicha problemática, Gestar Derechos como colectivo recibe muchas denuncias y relatos de dichas vivencias

 

M.A. – ¿Qué otras acciones podría tomar el Estado para mejorar las formas de nacer?

M.E.G. – Uruguay tiene tres guías, que son para los profesionales de la salud, sobre embarazo y parto. Son documentos del MSP que establecen ciertas normas a seguir y prácticas que no deben ejercerse en relación a la atención, la primera es del 2008, luego 2014 y finalmente 2018 (aquí hay recomendaciones especificadas para cada etapa del nacimiento y prácticas que No deben realizarse, también hubo un documento elaborado por ASSE, en el que se planteaban buenas prácticas en las maternidades con estándares que se deberían cumplir para hablar de calidad)

Pero un control estricto de cómo esto se lleva a cabo en cada maternidad es muy difícil, casi que imposible, sin voluntad ni dinero para tener dispositivos de “control”.

Hace poco, lo que sí se exige, es que las mutualistas tengan preparación al nacimiento pero en algunas es por zoom y tercerizada, luego en el vínculo cercano con el profesional que controla el embarazo es particular de cada modalidad del “gine”

Primero y principal debería controlar y mantener en observación las prácticas, tanto médicas como no médicas, que se realizan con las mujeres y las familias que van a dar la bienvenida a su bebé. Esto implica actualizar protocolos y prácticas que están obsoletas y no tienen sustento científico.

Sensibilizar a los equipos de salud sobre el trato y acompañamiento respetuoso que deben realizar a las usuarias y sus familiares. Mejorar la calidad del entorno, tanto físico (infraestructura recursos materiales, salas de nacer privadas, cómo poder contar siempre con la posibilidad de tener un referente afectivo y alguien más que sea de su confianza ya sea doula, partera) como emocional (acciones y actitudes del personal) de las maternidades. Ampliar la mirada de los equipos escuchando a las familias y sus expectativas sobre su parto y puerperio.

Brindar apoyo psicológico en caso de denunciar violencia obstétrica. Garantizar el derecho a denunciar, facilitando el recorrido de denuncias. Más efectividad en los juicios sobre la temática, acortando tiempos y ejerciendo penas claras (hasta ahora no ha sucedido)

Dar el rol a las parteras en seguimiento y atención en embarazo y partos fisiológicos dejando a la ginecología para situaciones de emergencia.

M.A. – El colectivo está trabajando en un documental “Parir sin miedo”, reúne los testimonios de mujeres que atravesaron situaciones de violencia obstétrica en Uruguay. ¿Podrías contarnos un poco más?

M.E.G. – Con respecto al proceso del corto, nace a raíz del asesoramiento y acompañamiento legal de Romina Gallardo: abogada integrante fundadora de Gestar Derechos, a un grupo de mujeres (hoy colectivo Parir sin Miedo) que habían sufrido violencia obstétrica y se habían acercado a Gestar, por información y para denunciar. Ella propone realizar un documental sobre sus relatos con el objetivo de poder ampliar la visibilización de la temática (tema tabú aún hoy en día en nuestra sociedad). Son cuatro relatos y dos entrevistas que dan marco a la temática: Romina Gallardo y Gilda Vera: partera y activista integrante de la red Relacahupan por los derechos del nacimiento respetado.

Se forma el colectivo, se entusiasma la idea de poder mostrar y dar voz a estas historias, se comienza una búsqueda de apoyos para poder llevarlo a cabo, ya que ningún grupo tiene los recursos ni la experiencia en audiovisual. Allí es cuando surge la posibilidad de trabajar con los estudiantes de Quinto año de Facultad de Artes, orientación fotografía.

El recorrido viene desde marzo, trabajando y coordinando con Mara Hoffmeister (integrante de Parir sin Miedo), yo (María Eugenia de gestar derechos) y Romina Gallardo.

Reuniones para poder definir a quién estaría dirigido cuáles serían los objetivos cómo se contarían las historias y qué contenido teórico aparecería.

Luego se llevó a cabo la etapa de filmación, de entrevistas y ahora ya estamos en la etapa final de la edición, en conjunto con el gran trabajo profesional de los estudiantes (hemos tenido tres instancias de ver el material en crudo y cómo se ha ido editando) por lo tanto el intercambio fue constante y fluido

Es una propuesta que es muy importante para nuestro país, ya que no es común ver o hablar de estos temas en medios de comunicación. Muy poco se sabe, muy poco se habla, muy poco se produce, las denuncias quedan en charlas íntimas o en posteos de Instagram ya que es muy complejo acceder a respuestas concretas de las mutualistas o el MSP.

Es un corto para poder llegar a más personas y siempre estaremos dispuestas a realizar una mesa redonda luego de la proyección.

Consideramos importante poder intercambiar y dialogar luego de su presentación ya que es un tema complejo y se puede abordar desde varias aristas.

El estreno del documental será acompañado por un conversatorio con especialistas. Será un espacio de diálogo abierto, reflexión y compromiso colectivo, con el propósito de avanzar hacia prácticas respetuosas y humanizadas en la atención de la salud sexual y reproductiva. Porque parir con respeto es un derecho, no una excepción. (tomado de la presentación del documental).

También podrá verse en Facultad de odontología el lunes 24 de noviembre a las 14h en el marco de las actividades por el día de eliminación de la violencia contra la mujer. O seguir nuevas funciones en las redes del colectivo: @gestarderechos.uy, @nacerconrespeto,
@parirsinmiedo2025

 

(*) Claudia Suárez Delgado, licenciada en Psicología especialista en Gestión Cultural, ceramista, integrante de la Red de intelectuales y artistas en defensa de humanidad (REDH)

 

 

 

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