Por Claudia Suárez Delgado (*)
El arte comunica, tiene la potencialidad de crear realidad y también de intervenir en ella. El pasado 15 de octubre, en el Museo Torres García, se inauguró la muestra “Color Palestina, artistas visuales en defensa de la vida”, una muestra que une a grandes artistas como son: Alejandro Sequeira, Álvaro Bustelo, Ce Vignolo, Cecilia Mattos, Cotty Perlas, Daniel Cardozo, Diego Masi, Edgardo Piki Flores, Eduardo Cardozo, Federico Arnaud, Federico Méndez, Gabriel Bruzzone, Gabriel Muguerza, Gerardo Mantero, Gustavo Serra, Judith Estela Brites Di Sano, Lala Severi, Lucía Aguirregaray, Magdalena Díaz Lagueard, Julio Carné, Marcelo Larrosa, Marcelo Mendizábal, María del Carmen Artigas, Martín Mendizábal, Micaela Perera, Mónica Talamás, Nino Fernández, Octavio Podestá, Pablo Conde, Pepe Pelayo, Rita Fischer, Roberto Píriz, Rodrigo Fló, Santiago Velazco, Tunda Prada y Virginia Patrone.
En el texto curatorial de la muestra nos cuentan:
“Albert Camus afirmaba que la respuesta a lo absurdo es la rebelión. No una rebelión violenta, sino una rebelión ética. La afirmación constante de los valores humanos frente al sin sentido. Seguir componiendo música, escribiendo literatura, creando arte y construyendo comunidades como un acto de fe en la humanidad. El genocidio que están cometiendo en Gaza supera el abordaje conceptual. Se habla sobre él para afirmarlo o negarlo, pero enfrentados a los hechos en sí, sin la mediación de las palabras que construyen otra realidad, el genocidio es algo que despierta en lo más básico del instinto humano un sentimiento de empatía y supervivencia. De ese sentimiento surge esta exposición que expresa la necesidad de hacer algo en el sentido de la vida. Es el resultado de la confluencia de artistas visuales que sintiendo que el horror está día a día, presente y nos coloniza, proponen sus obras plásticas visuales como un acto de afirmación de la vida y un rechazo a la imposición de la muerte como algo normalizado aceptable. Oponer creación a destrucción, contestar con vida a la muerte, con dignidad a la infamia. Es el objetivo de esta exposición.”

Hablamos con el director del Museo Torres García, Alejandro Diaz:
Mate Amargo – Contános, ¿de qué se trata el proyecto?
Alejandro Díaz – Es una muestra que reúne a 35 artistas visuales que realizaron obra expresamente para esta ocasión, con premisas muy simples. Color Palestina refiere a una paleta de colores, que son los de su bandera, y al sentimiento muy fuerte que genera presenciar la violencia sistemática que sufre ese pueblo.
Creo importante destacar que esta exposición tiene origen en el sentir, como te decía, en un sentimiento colectivo de rechazo al genocidio del pueblo palestino. La premisa que asumieron los artistas es muy amplia, simplemente tomar los colores que representan a Palestina como tema visual. Esto definió un espacio simbólico muy abierto para que cada quién se pudiera expresar sobre un tema duro y difícil de asumir en una obra artística. El nombre de la muestra “Color Palestina, artistas visuales en defensa de la vida” sintetiza ese marco simbólico y orienta en su objetivo; oponer vida a la muerte, creación a destrucción.
También me parece importante destacar que los artistas están donando las obras para ser vendidas y que lo recaudado va íntegramente como apoyo a Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza, de manera directa, porque el comprador hace una transferencia a una cuenta de MSF.

M.A. – ¿Cómo surge la idea?
A.D. – La idea surgió en una conversación en un grupo de artistas en donde se expresó la necesidad de “hacer algo”, de salir del estado de pasividad y aturdimiento al que te va llevando presenciar el genocidio de Gaza como un espectador pasivo. Rápidamente se estableció la premisa que ese hacer algo tiene que ser en el plano del arte.
M.A. – ¿Cómo se contactan, seleccionan, a las y los artistas participantes?
A.D. – A partir de tres o cuatro personas que iniciaron la propuesta y empezaron a comunicar la idea, se dio un proceso de crecimiento arborescente, de manera espontánea y un poco azarosa, como son estos procesos. En el comienzo no había un plan, ni se estableció una lista de personas o algo por el estilo, sino que se generó de manera orgánica una convocatoria a la que se fueron sumando integrantes y los nuevos participantes propusieron o convocaron a otros artistas.
Así se fue configurando el grupo, activo y entusiasta, protagonista de esta experiencia y que empezó a gestionar el proyecto. Me parece muy interesante como un grupo amplio de artistas, que no todos se conocían entre sí, fueron generando ese espacio de participación colectiva, asumiendo la realización de la convocatoria, procesar la idea y en definir la imagen gráfica que presentaría a la exposición, etc. En algunos aspectos organizativos sí fue necesario recurrir a la estructura del Museo Torres García.

M.A. – ¿Qué implicancias o cómo se encastra este proyecto en el marco del plan del Museo Torres García?
A.D. – El Museo Torres García cuenta con 5 salas de exposiciones, de las cuales habitualmente 3 están destinadas a las muestras de obra de Torres García y dos a exposiciones temporales.
Cuando llega esta propuesta, fue necesario hacer un espacio en la agenda de este año, que ya estaba completa, pero evidentemente no se podía dejar para más adelante. El proyecto es consistente con la línea de trabajo de exposiciones temporales del Museo, hacemos 5 o 6 exposiciones de artistas actuales cada año. Este año además comenzamos con una iniciativa que llamamos “Arte Solidario”, que consiste en la venta de obras con un destino social. En la exposición anterior, titulada “Epifanías”, se subastaron obras a beneficio de la Escuela Roosevelt, y en Color Palestina como te comentaba, el beneficiario es Médicos sin Fronteras en Gaza. Creemos que se trata de un movimiento interesante, que permite una mayor circulación de las obras de arte y de los recursos, y también genera una amplificación de las acciones, ya que naturalmente la institución beneficiaria va a promover la iniciativa en su propio público. Posiblemente el año que viene continuemos con ese programa.

M.A. – ¿Esperan hacer nuevas ediciones?
A.D. – Nos consta que hay muchos artistas que se enteraron de la propuesta y que por un tema de tiempos, y también de espacio en la sala, no pudieron participar. Si habrá otras ediciones o no, dependerá de la dinámica que generó esta exposición, que como te comentaba es de carácter colectivo, y creo que es uno de sus valores fuertes. Es muy emocionante vivir una experiencia así, en la que la gente se une creando comunidad en relación a un sentir compartido, y creo que el papel del Museo como institución es más de acompañar que el de marcar una agenda.
Les invitamos a conocer la muestra que puede ser visitada todos los días de 10 a 18h en el Museo Torres García, Peatonal Sarandí 683 hasta el 15 de noviembre. Las obras también están publicadas en el Instagram #colorpalestina, con el precio, y que quien quiera colaborar adquiriendo una, pueda comunicarse por ahí.

Fotografía de portada tomada del Instagram de la muestra. Fotografías de la nota tomadas por Claudia Suárez Delgado
(*) Claudia Suárez Delgado, licenciada en Psicología especialista en Gestión Cultural en UDELAR, curadora, ceramista, integrante de la Red de intelectuales y artistas en defensa de la humanidad (REDH).