Por Gabriela Cultelli (*)
Hace ya casi 5 semanas se declaró el paro nacional en Ecuador. Fue convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) el 22 de septiembre en rechazo a las medidas económicas, antidemocráticas por antipopulares, del Gobierno de Daniel Noboa. Las de mayor impacto fueron fundamentalmente las referidas a la eliminación del subsidio al diésel y el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), derivando en un alza de los precios y pérdida del poder de compra de las y los trabajadores.
La represión no se hizo esperar, sobre todo en las comunidades Imbabura y San Miguel del Colón, donde se han reportado actos de violencia extrema y se ha denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades. Los militares han utilizado los llamados “convoyes humanitarios” para entrar en zonas rurales violando todo tipo de garantías individuales según califica la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos.
En la Región de Otávalo la intervención policial dejó un saldo de más de 45 personas heridas y más de 30 detenidos, este martes. La CONAIE denunciaba la brutal e injustificada represión. “Las detonaciones dentro de viviendas y espacios comunitarios dejan, hasta el momento, más de 40 heridos, varios de gravedad. Este es un ataque directo del Gobierno de Daniel Noboa contra el pueblo, que evidencia una política de guerra interna y represión brutal”, manifestó.
Al cierre de esta edición ya se denunciaban 3 muertes y la misma Organización reclamaba intervención urgente de los organismos de DDHH para frenar la masacre, acusando de esta manera al Gobierno de Novoa que “ha convertido nuestras comunidades en zonas de guerra, utilizando gases, balas y violencia indiscriminada contra un pueblo que ejerce su derecho constitucional a la protesta”.
Además se denuncia que la fuerza pública ha bloqueado el acceso a hospitales e incluso ha ingresado a centros de salud, por lo que exigen atención médica urgente, imparcial y sin hostigamiento para todas las personas heridas, conforme a los estándares de la Cruz Roja Internacional y el derecho internacional humanitario, y agregan la exigencia de “liberación inmediata de las personas detenidas y pleno respeto al debido proceso, la investigación independiente e imparcial sobre los abusos cometidos por la fuerza pública, con sanción a los responsables políticos y operativos y la presencia urgente de organismos internacionales de derechos humanos (CIDH, ONU, ACNUDH) para documentar y verificar las violaciones ocurridas” (Telesur).
La Alianza por los Derechos Humanos en Ecuador, advirtió sobre el peligro que se levanta sobre la población además de recordar que las violaciones a los DDHH no prescriben. Al mismo tiempo la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) denuncia que los militares están entrando a hospitales para llevarse a las personas heridas, “Negar atención médica y realizar detenciones en espacios de salud, viola derechos fundamentales y tratados internacionales de derechos humanos”, advirtió.
“La vida de los pueblos está siendo vulnerada bajo el disfraz de ayuda humanitaria. Los territorios indígenas han sido militarizados y nuestros hermanos están siendo perseguidos y heridos”, declaró Hatari Sarango de la CONAI.
Los martirizados fueron:
- Rosa Paqui Seraquive, adulta mayor del pueblo Kichwa Saraguro, presuntamente por asfixia debido al uso indiscriminado de gas lacrimógeno.
- José Guamán, comunero de Chachibiro, provincia de Imbabura, baleado directamente al pecho durante la incursión del “convoy humanitario”. Murió en el hospital a causa de las heridas causadas.
- Efraín Fuerez, asesinado el 28 de septiembre por heridas de bala, de 46 años, en Cotacachi, Imbabura.
En abril de este mismo año se celebraron elecciones en el hermano país, donde a pesar de que se pusieran en duda los resultados, muchos gobiernos de la región y los propios EEUU, se apuraron a saludar en nombre de la democracia. ¿Esto es democracia? Quedamos a la espera de sus rápidas denuncias contra esta barbarie, al tiempo que hacemos nuestra la declaración de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad que agregamos aquí:
(*) Gabriela Cultelli, Licenciada en Economía Política (Universidad de La Habana), Mag. en Historia Económica (UdelaR), escritora, columnista y co-directora de Mate Amargo. Coordinadora del Capitulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH)
