La semana en una cebadura

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Por Gabriela Cultelli (*)

Marina Cultelli, Oleo pastel (**)

“Me vienen a convidar a arrepentirme
Me vienen a convidar a que no pierda
Me vienen a convidar a indefinirme
Me vienen a convidar a tanta mierda

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví”

(Silvio Rodríguez, “El necio”, fragmento)

Desde Cuba nuestro canto.

Muchas cosas se entreveraron esta semana que comenzó el domingo anterior con ese canto fuerza, canto aquí estamos, canto que canta una y otra vez “La necedad de vivir sin tener precio” como reza el cartel, y Silvio Rodríguez y su concierto en su – nuestra Habana. Eso que molesta tanto y es el estar vivos pese a quién pese, ese pueblo que alza la voz y acompaña a coro y expresa a toda voz ser “El necio”.

Lo sucedido fue  un fenómeno cultural y político que superó lo sublime y lo que esperan y anuncian desde el norte revuelto y brutal que nos (los) desprecia al decir de José Martí, pero que otra vez le llegó al revés.

Y se confundieron las almas en La Habana, las nuestras del Sur y las del Caribe, y su canto llegó a nosotros.

En Venezuela…

Y ese canto de otra manera se erguía también en Venezuela y ocurría el alistamiento masivo de pescadoras y pescadores y trabajadoras/es del mar ante la agresión contra un barco atunero por 18 marines armados que lo abordaron y mantuvieron prisioneros durante más de 8 horas a 9 pescadores. Al respecto destacaba el venezolano Rander Peña:

Defender a quien alimenta al pueblo es defender la patria. ¡El mar nos une, la lucha nos fortalece!. Hoy, desde La Guaira, corazón histórico de nuestra resistencia, un nuevo grito se levanta sobre las olas: el Sector de Pescadores del Consejo por La Paz y Soberanía ha sido activado. Esto no es solo una respuesta ante la amenaza; es un acto de dignidad. El ataque criminal del imperialismo norteamericano contra el barco atunero Carmen Rosa no solo fue una agresión, fue una puñalada a la vida humilde de nuestros pescadores, a la soberanía de nuestros mares y a la paz de nuestro Caribe”.

Ellos y ellas se alistan en las milicias. Manifiesta por millones el pueblo venezolano en general, luego de ser amenazado desde hace varios días por embarcaciones militares de EE. UU.

No pudieron vencer la revolución bolivariana por elecciones e intentos de desestabilización interna, bloqueos brutales, y ahora la amenaza es militar.

La misma guerra… los mismos farsantes

Y es la misma guerra que desatan en Europa con la aliada OTAN, contra Rusia primero y luego los BRICS+. Esta vez con aranceles, guerra económica a la que el imperio se ve obligado, perdido por perdido, aunque para el propio imperio parece que la cura es peor que la enfermedad.

Brasil se paró fuerte en esa misma guerra desatada que le costó una especie de bloqueo comercial con el imperio del norte, porque aranceles del 50% a la entrada de sus mercancías es como cerrarles la entrada. De todas maneras, se dejó actuar a la justicia y Bolsonaro, el ex presidente, fue condenado a 27 años, aunque EE. UU. se opusiera de ese modo, o aprovechara la ocasión para reprimir a otro fundador de los BRICS+. Mundo Unipolar vs. Mundo multipolar que nace, al menos, con canto diferente.

El mundo unipolar sigue sin respuestas.

Ecuador

Y otra vez Ecuador fue noticia, su pueblo se moviliza para denunciar el impacto del incremento del costo de vida, contra la eliminación del subsidio al combustible, para defender el agua, contra la minería y otras prácticas de saqueo que destruyen las fuentes de vida y la naturaleza.

El pueblo ecuatoriano está movilizado en defensa de la Constitución y de los derechos, al mismo tiempo que el gobierno derechista de Daniel Novoa ha desatado una cruenta represión con más de medio centenar de detenciones arbitrarias y varios/as desaparecidos/as en la jornada de paro nacional. Y así declaraba La REDH- Capitulo Ecuador:

Argentina: “no vengan”

“No vengan” fue la expresión de mi hija al viajar a Buenos Aires días pasados y encontrarse con la desolación de la pobreza invadiendo sus calles.

No hace falta esperar medio minuto más para darse cuenta del desastre que el gobierno fascista de Milei ha significado para ese pueblo hermano, que semana a semana se le enfrenta a pesar de la represión desatada. Es cierto que ha pasado solo la mitad del gobierno, pero ese pueblo no aguanta una segunda mitad en estas condiciones. Solo basta mirar, solo basta querer ver adónde llevan los procesos de concentración de la riqueza y el capital, los procesos de endeudamiento que comprometen a generaciones enteras, en definitiva, cantar las canciones de los más fuertes.

Es destacable cómo el FMI da el mismo crecimiento (5,5%) para Argentina que para Venezuela. Lo que nos interesa destacar aquí es cómo con un crecimiento relativamente elevado en ambos casos, los caminos son opuestos: concentración vs. distribución. Y los resultados también.

Los pobres de Argentina y la mayoría de su población no se enteran de ese “crecimiento”, “crecimiento” para algunos, además de que resulta altamente dudoso ante una economía que desalienta la demanda interna y un dólar a punto de explotar licuando las reservas públicas para mantener su precio, en un proceso de endeudamiento galopante que ya (no dentro de un tiempo, sino desde hace un tiempo) comprometió seriamente el futuro de corto, mediano y largo plazo.

GENOCIDIO no es una simple palabra

Y si fuera así, ¿por qué no quieren decirla? Porque sencillamente no es una cuestión de semántica, o de discusión del término. Reconocer el genocidio contra el pueblo palestino implica muchas cosas.

En primer lugar, reconocer el genocidio es un reconocimiento histórico de avasallamiento sufrido por ese pueblo tras la colonización sionista desde 1948 hasta la fecha, con los agravantes observados estos dos últimos años. Se reconocería un delito de lesa humanidad con todas las implicancias del caso para quienes lo ejecutan y quienes lo apoyan.

Por tanto, al reconocer el genocidio se reconoce la necesidad de perseguir a sus culpables y prevenirlo así, necesidad para el país que lo reconoce y para que éste impulse por todos los medios a su alcance que todos y cada uno de los países del mundo entero lo hagan, respetando así la Convención de la ONU sobre el genocidio. Por tanto, reconocer el genocidio es también una declaración antimperialista.

Las medidas que tomen o puedan tomar los países que reconocen el genocidio pueden ser múltiples, incluso pueden llegar hasta el rompimiento de relaciones con ese gobierno terrorista y genocida, pero a nivel de la ONU puede incluir la aplicación del capítulo 7.º que da la posibilidad de intervención militar a fuerzas multinacionales, vedado hoy por EE. UU.

Al respecto Leandro Grille fue muy claro en la editorial del programa Legítima Defensa cuando en días pasado planteaba refiriéndose a Uruguay que: “Si el Poder Ejecutivo se pronuncia, además se obliga así mismo a tomar decisiones, entre ellas seguramente concurrir a la Haya y denunciarlo, como lo han hecho muchos países, entre ellos Brasil, o Colombia, o México, pero también decisiones en la órbita diplomática y económica, por ejemplo con lo que tiene que ver con la compra de material militar o una cantidad de relaciones económicas que existen o de cooperación como es el caso de la oficina de la ANNI que debe ser cerrada y no simplemente estar en suspenso, congelada. Entonces, lo que diga el gobierno, lo que diga el Poder Ejecutivo no es solo una declaración testimonial, es una obligación, y es una obligación para con la humanidad.”

Es, en definitiva, reconocer una acción intencionada de destruir una nación por parte del sionismo israelí, subimperio en el área que ha jugado a la sombra del imperialismo yanqui en esa región.

 Pero la canción la cantaron también pueblos europeos…

Y la vuelta ciclista en España mostró más que una actividad deportiva, mostró el resurgimiento del “No pasarán” con toda su fuerza histórica, impidiendo la continuidad de la vuelta por la participación en ella de Israel, con un Madrid lleno de banderas palestinas y ese abrazo solidario que solo los pueblos son capaces de dar. Lo mismo Italia, Nápoles, Génova, Milán y un pueblo que retomaba las notas de “O Bella Ciao” en solidaridad con Palestina, pero que también canta contra el fascismo y desde los tiempos de atrás y venideros. Y así en Inglaterra, y otros países logrando que sus gobiernos comenzaran a tomar medidas.

En Francia, un millón de personas participaron en las manifestaciones por la jornada de huelga y protestas en París, Marsella, Besançon, Clermont-Ferrand, Lille y Toulouse, según informa la “Confederación General del Trabajo” (CGT), a la vez que se reconoce que el paro de transporte fue casi total. Fue también fuerte en el sector de la educación, donde en los niveles secundarios y universitarios se levantaron algunas barricadas con enfrentamientos con la policía tanto en Marsella como en París. La presión sindical trata de lograr que el nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, abandone la política de austeridad de su predecesor recientemente defenestrado, que intentó bajar las pensiones a los jubilados, proponiendo un impuesto a los ultrarricos. Porque la crisis llegó y nuevamente la pagan los pueblos. La represión del gobierno de Macrón no se hizo esperar, movilizando 80.000 policías.

Al terminar de escribir esta nota, miércoles 24, sabíamos que la Flotilla de la Libertad había sido nuevamente atacada luego de la amenaza nazisionista que horas antes los acusara falsamente. Italia y España enviaron dos navíos para la protección y asistencia de los ciudadanos que allí viajan; sin duda, las movilizaciones populares de estos días surtieron efecto. En ella viajan 3 uruguayas y un uruguayo. Aún no tenemos información, pero confiamos en que nuestras embajadas y el gobierno uruguayo harán acciones directas para proteger sus vidas, como ya lo han hecho otros países interesándose por sus ciudadanas/os.

Y para terminar por hoy


(Marina Cultelli, tinta china)

 El 18 y 19 de octubre, esperamos a Silvio Rodríguez en el Antel Arena de esta capital. ¿Recuerdan cómo criticaban esa obra? Pues bien, ese monumento a la cultura que se levanta en Montevideo será quien acoja nuestros cantos, estos cantos de vida, de aquí estamos y estaremos, porque como dice la canción de todas y todos, esa que existe y existirá:

“Será que la necedad parió conmigo

La necedad de lo que hoy resulta necio

La necedad de asumir al enemigo

La necedad de vivir sin tener precio”

Así empieza a cantar el mundo, sus pueblos, y seguramente desde este rincón del planeta, no nos quedaremos atrás.

(*) Gabriela Cultelli, Licenciada en Economía Política (Universidad de La Habana), Mag. en Historia Económica (UdelaR), escritora, columnista y co- Directora de Mate Amargo. Coordinadora del Capitulo uruguayo de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad (REDH)

(**) Marina Cultelli: Es una de las artistas uruguayas contemporáneas más versátiles, integrante de la RedH y de su colectivo feminista Libertadoras. Es Licenciada en Artes Escénicas, Magister y fue Profesora en Facultad de Artes (UDELAR), donde integró órganos directivos además de dictar cursos en otras universidades latinoamericanas. Recibió premios nacionales e internacionales. Fue Asesora en Educación y Arte. Desarrolló trayectoria teatral y es autora de varias publicaciones individuales y colectivas. Realizó exposiciones de pintura y performances.

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