Por Darío Rodríguez (*)
Sobre fin de julio, la empresa HIF Global que aspira instalar un proyecto para generar combustible presentó en Paysandú, sitio de eventual instalación, los avances y cambios en la iniciativa. Hablaron de la “reingeniería del proyecto” y del derribo de mitos, para “hablar sobre evidencias”.
Uno de los cambios técnicos informado fue la sustitución del sistema de circuito cerrado por un sistema de torres de enfriamiento, cambio que contribuye a la reducción de la superficie construida manteniendo, de esa manera, niveles sostenibles de consumo de agua. La empresa insistió que el consumo será similar al de un centro termal. Por otra parte, las chimeneas no superarán los 30 metros. Aclararon que no se generarán gases tóxicos ni residuos contaminantes.
Sin que se explicitara que los cambios en el proyecto, de alguna manera, obedecen a reclamos de ambientalistas argentinos y uruguayos, se verificaron un conjunto de reuniones; una particular con los medios en Torre de la Defensa.
Tras un ajuste en la recategorización de los dos padrones que se afectarán, se anunció la reducción del 35% de la superficie que utilizará la planta lo que, según dicen, disminuye en un 70% la intervención sobre el monte nativo; aumentando el área de reserva de biodiversidad a 260 hectáreas. Usando la normativa vigente, la empresa se encargará del cuidado ambiental en una faja del territorio.
Por otra parte, tomando nota de las demandas de la industria turística de la vecina Colón, se reubicarán las chimeneas hacia el noreste, disminuyendo su visibilidad desde las afueras de la planta. Esto, señalaron, no afecta la inversión planeada, manteniendo también la cantidad de empleos y el cronograma original.
El nutrido equipo técnico de la empresa recordó que el proyecto está en la fase inicial, esto es de evaluación, por parte del Ministerio de Ambiente, por lo que correrá mucha agua bajo el puente. El mismo, a diferencia del que se instalaría en Tambores, limítrofe con Tacuarembó, tomará agua del río Uruguay.
(Ingeniero Bremmerman, derribemos mitos)
Los informantes destacaron que ya tienen contrato para vender el 50% de la producción (a Manabaf, un comercializador) y que el saldo lo están negociando. Subrayaron que se tendrá en cuenta la generación de empleos de sanduceros y que negocian con UTE la compra y venta de energía. Minimizan el uso que harán del río Uruguay al tiempo que hablaron de planes de mitigación y de monitoreos permanentes para cuando la planta comience a operar. Hablan que circularán unos 100 camiones diarios por caminos que serán mantenidos por la Intendencia y/o MTOP y que no usarán la figura de zona franca; van por la ley de promoción de inversiones. Esto significa que el Estado nacional renuncia a su potestad impositiva; por la vía de los hechos éste, al renunciar, pone millones de dólares.
En relación con el empleo, -un problema central en Paysandú con 8 mil desempleados y más de 20 mil con problemas laborales-, en una población de 122 mil habitantes, expresaron que se generarán 300 puestos directos y otros tantos indirectos.
(La empresa con vecinos en Constancia)
Las proyecciones indican que se comenzará con el montaje de la planta, -con 3.200 contratados-, en el segundo semestre del próximo año y la operativa en el 2029.
Ratificaron que el emprendimiento implica una inversión de 6 mil millones de dólares, 4 mil de ellos se pondrán en la planta y el saldo en sendos parques de generación de energía renovable.
(¡Fuera HIF Global!)
Al tiempo que el gerente general de HIF Global, Martín Bremerman, destacaba que, la actividad en el espacio Gobbi en la capital Departamental era “la quinta casa abierta voluntaria que organiza la empresa, para recibir todos los aportes de la comunidad, y poder integrarnos de una forma más sinérgica”, en la calle se verifica una movilización rechazando el emprendimiento. Otro grupo de activistas, enmarcados en la Intersocial de Paysandú (ISP), vienen recogiendo firmas para formular una petición a la Intendencia, mediante la cual se plantea que ambos padrones que utilizará la empresa, en las inmediaciones de la localidad de Constancia, y las islas del Queguay pase a integrar las áreas protegidas. A nivel político local el apoyo, más allá de matices, parece sólido.
Fuentes consultadas han expresado que, en este mes, con seguridad segunda quincena, estará presente la ministra de Industria, Fernanda Cardona.
Hoja de ruta y academia
Un convenio entre el Ministerio de Industria, Energía y Minería, (MIEM) y la Fundación Julio Ricaldoni (Facultad de Ingeniería-UdelaR) habilitó un estudio y posterior informe bajo el rótulo “Evaluación y perspectivas del uso del agua para la producción de hidrógeno verde y derivados en el marco de la Hoja de Ruta del Uruguay”, donde se evalúan las perspectivas del uso del agua para la producción de hidrógeno verde y derivados en el marco de la “Hoja de ruta del Uruguay”.
El extenso estudio, finalizado en mayo pasado, arriba a un conjunto de conclusiones.
En parte del mismo se exterioriza que “como principal concepto se estableció que se consumen 9 litros de agua ultrapura para producir 1 kg de H2 (esta agua es consumida en el proceso de electrólisis, la misma retorna al ciclo hidrológico, pero no de forma inmediata)”.
“Por supuesto, -escriben los científicos-, que los permisos de autorización de uso de agua seguirán los procedimientos usuales de evaluación de DINAGUA y esos son suficiente salvaguarda para la protección de los recursos hídricos y servicios ecosistémicos asociados. De todos modos, se propusieron algunas recomendaciones atendiendo a algunas características específicas y discriminando según el tipo de aprovechamiento.
Embalses: la eventual presión de la industria del hidrógeno verde a través de este tipo de aprovechamientos no representa un estrés significativo al recurso hídrico. El mucho menor volumen involucrado en esta industria, respecto a los aprovechamientos ya existentes para riego, no justifica ninguna consideración específica.
(Propicio escenario para hacer estudios complejos)
Tomas: es razonable considerar un criterio diferencial de adjudicación para demandas de H2V -y eventualmente otras demandas industriales- que sea más laxa fuera de la temporada estival (donde el recurso está menos presionado) y/o más severa en la temporada estival, de modo de reservar el recurso para usos zafrales. Esto flexibilizaría la autorización fuera de temporada, por un lado, y, por el otro, obligaría a contar con otra fuente de respaldo (reservorio, embalse, agua subterránea) para abastecer la industria durante el verano.
Pozos: una consideración adicional que se podría tomar en la política de asignación de usos es la de proteger preventivamente el uso de aguas subterráneas poco profundas para pequeños usuarios que no cuentan con otras fuentes de agua ni capacidad de inversión para pozos profundos. Esta política conduciría a exigir a emprendimientos industriales que se desarrollan en el medio rural, como el hidrógeno verde, a tomar agua de capas más profundas”.
El valioso estudio está disponible y es de fácil acceso, por lo que conviene tenerlo en cuenta.
También la empresa tiene convenios con la Facultad de Ingeniería, UdelaR, para establecer la “línea de base”; esto es saber las actuales condiciones que tiene el territorio de implantación de la planta y sus parques de generación.
(*) Darío Rodríguez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UdelaR), periodista y asesor en temas de cooperativismo, vivienda y hábitat
