El ataque contra una flotilla solidaria
Por Colectivo Mate Amargo (*)
«Nuestra misión es movilizar la solidaridad mundial ante el genocidio en Gaza. Hace más de 60 días que no entra ayuda humanitaria por tierra, esta crisis exige una acción internacional urgente. A falta de voluntad política, mantenemos nuestro compromiso de actuar como ciudadanos del mundo. Aunque agradecemos todo el apoyo, cada día sin investigación retrasa la ayuda y niega la justicia. Tenemos derecho a saber quién nos atacó y puso en peligro la vida de los trabajadores humanitarios.» Así se expresaba La organizadora y portavoz Yasemin Acarel, de la Flotilla por la Libertad, pocos días después de que fueran atacados por drones israelíes el 2 de mayo, en aguas internacionales.
La llamada Flotilla de la Libertad es una organización de origen español, hoy constituido y desarrollado por activistas de diversos países. Su objetivo es estrictamente humanitario, pues desde el año 2010 están intentando, y muchas veces logrando, llegar con ayuda a Gaza, ante un mundo y sus Gobiernos, que lejos de atender esta situación, suelen mantener relaciones con el genocida (Israel), armándolo en el caso de unos (ejemplo EEUU), alimentándolo en el caso de otros con la exportación de alimentos (es nuestro caso), y hasta aportando descanso turístico para soldados luego de participar en la masacre según se denuncia, por ejemplo, en Perú.

Y pasó el 2 de mayo, lo que ya había sucedido en otros momentos (2010). Esta Flotilla abordada por civiles fue bombardeada. Sucedió a casi 26 km de Malta, en aguas internacionales, espacio en el que rige el derecho de libertad de navegación, según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM). El buque atacado navegaba bajo pabellón de Palaos, llevaba a defensores de derechos humanos de distintas nacionalidades como miembros de su tripulación y transportaba, como dijimos antes, ayuda humanitaria con destino a Gaza. Así lo denunciaba un Comunicado de Juristas por Palestina:
“La acción armada tuvo lugar a través de drones (también armados), de los cuales al menos dos impactaron el buque, provocando un incendio a bordo, la destrucción de su sistema eléctrico y una brecha en el casco que lo dejó en grave riesgo de hundimiento. Este acto de violencia, presuntamente estatal, de Israel, podría haber costado vidas humanas, como ya sucedió en una ocasión anterior.
Aunque en esta ocasión la acción armada no haya causado muertes, constituye también una flagrante violación del Derecho Internacional, en particular del Derecho de los Derechos humanos, el Derecho del Mar y el Derecho internacional Humanitario.”

A su vez, las diversas denuncias y preocupación por estos hechos, lograron el apoyo y salvataje del gobierno de Malta y de Italia. Así se expresaba el 2 de mayo pasado en su Twitter (X) el presidente de Colombia Gustavo Petro: “Alejandra Cuellar y Diana Carolina Alfonso, periodistas colombianas del diario Red, se encuentran en la flotilla de la libertad bombardeada ayer por drones al parecer de Israel; el barco iba con cargamentos de alimentos para Gaza y se encuentra cerca de Malta con posibilidad de hundimiento El atentado debe ser denunciado por la República de Colombia y espero de la embajada italiana y el consulado en Malta, máxima atención y ayuda a Alejandra y Diana. Se necesita que el gobierno italiano y el de Malta se activen en la operación de ayuda. La solidaridad es la máxima expresión del ser humano, el ataque a la solidaridad humana es de Nazis.” y el 4 de mayo agradecía la ayuda recibida “Aquí están las colombianas con Greta Thunberg e integrantes de algunas otras delegaciones de la Coalición Flotilla Libertad, atacada en Malta. Gracias por su solidaridad con el pueblo palestino y rechazo total a la acción armada contra la solidaridad de la humanidad”.
Pero nada le alcanza al sionismo que no detiene el genocidio y acelera sus planes de ocupación total de una Gaza diezmada por el hambre, pretendiendo movilizar 30.000 reservistas más para una nueva expansión de la ofensiva sobre Gaza.
(*) Colectivo Mate Amargo es un Colectivo integrado por las y los compañeros que construimos a diario este medio de comunicación popular y alternativo.