Desde hace 8 meses, en Uruguay y el resto del mundo, presenciamos en directo la intensificación de acciones bélicas indiscriminadas de Israel contra la totalidad de la población palestina en Gaza. Ello acompañado de todo tipo de justificaciones que intentan borrar los claros pronunciamientos de la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional así como las recientes evidencias de las acciones del Estado de Israel para amenazar y amedrentar a los fiscales de la segunda durante los últimos 10 años.
Esta agresión ya se ha cobrado decenas de miles de vidas de hombres, mujeres y niños. Israel y sus colonos ilegales arrecian los ataques y la represión contra palestinos y palestinas en la Cisjordania ya ocupada. Este genocidio es justificado por Israel y sus aliados, argumentando el “derecho a defenderse”. Sin embargo, tanto la Carta de las Naciones Unidas como el Convenio de Ginebra desmiente que un ocupante tenga tal derecho. La Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU han emitido, desde 1948 a la fecha, más de 60 resoluciones contra Israel condenando la privación de los derechos del pueblo palestino a su tierra, la ocupación militar y el establecimiento de asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado.
La estrategia de Israel en el mundo ha sido y sigue siendo, colocarse en el lugar de víctima. Toda voz que se manifieste contra la agresión genocida es calificada de “antisemita”.
En nuestro país, las últimas semanas, estamos viendo una embestida brutal contra la Universidad de la República y sus integrantes. La acusación: antisemitismo. Una vez más usan el doble juego del dedo acusador y la victimización para desviar la atención del genocidio que lleva adelante Israel con la complicidad silenciosa del gobierno nacional.
La Universidad es autónoma y cogobernada, y es ella quien decide a quién contrata y cómo. Ni el Rector, ni el poder político, ni los medios de comunicación tienen otra potestad que la de opinar sobre el asunto, que resolverán estudiantes, egresados y docentes en el consejo de la Facultad de Humanidades. Hemos visto ya abundantes posicionamientos públicos al respecto de parte de agrupaciones y miembros de los diferentes órdenes y otras partes interesadas.
Nos interesa centrarnos, sin embargo, en la masacre que está ocurriendo. Hace tan solo dos días bombardearon carpas de refugiados doblemente desplazados a la denominada zona segura en Rafah, matando decenas de civiles. Barbarie visibilizada por imágenes desgarradoras que han recorrido el mundo entero y que llevan el recuento de muertos de esta última etapa a más de 36 mil personas. ¿Qué dice nuestro gobierno al respecto? ¿Dónde están las voces indignadas del sistema político? ¿Hasta cuándo la cobertura de los grandes medios va a tratar de tapar el sol con un dedo? Seguimos esperando que condenen el asesinato sistemático de civiles, la hambruna impuesta como arma de guerra y la destrucción de toda la infraestructura de Gaza (incluyendo todas sus universidades).
Nos interesa centrarnos, sin embargo, en el juego perverso de disfrazar al victimario como víctima: al Israel genocida como faro de civilización; a quienes respaldan solidariamente la lucha por la liberación del pueblo palestino como antisemitas. ¡ANTISIONISMO NO ES ANTISEMITISMO! La crítica al genocidio no implica discriminación alguna contra las personas judías. Son muchos los judíos y judías quienes en forma individual u organizada luchan denodadamente en todo el mundo por la justicia para con el pueblo palestino.
Dejen de mentir: no nos cabe ese calificativo, como sí le cabe al gobierno el de “cómplice del genocidio”. Defenderemos a quienes son injustamente acusados de antisemitas, así como rechazamos y seguiremos rechazando todos los discursos de discriminación y de odio.
Nos interesa centrarnos, sin embargo, en los vínculos institucionales que se mantienen con Israel. Desde las universidades hasta los gobiernos, desde los recursos naturales y Mekorot hasta los movimientos sociales: es el momento de revisar qué tipo de relaciones establecemos, y con quiénes. ¿Seremos en Uruguay cómplices del genocidio o defensores de los derechos humanos? ¿Combatiremos al apartheid al que se somete al pueblo palestino desde hace décadas?
Estamos viviendo un momento fermental en la lucha por la descolonización. En el mundo entero los pueblos se levantan solidarios con la causa palestina. Uruguay no ha sido la excepción, y hemos mostrado en la calle que para el movimiento popular uruguayo, todas las personas valen lo mismo: desde el río hasta el mar, iguales derechos para todos y todas.
Este es el momento de demostrar que en el Uruguay hay reservas suficientes para indignarse ante la barbarie, la fuerza para movilizarse contra la injusticia y la humanidad para defender un mundo con más justicia y dignidad.
Un futuro de paz solo se construirá cuando haya iguales derechos a la existencia, el territorio y la autodeterminación en Palestina, desde el rio hasta el mar. Por ello, la Coordinación por Palestina CONVOCA A CONCENTRAR el próximo jueves 6 de Junio, 19 horas, EN LA PLAZA LIBERTAD para DETENER YA LA MASACRE en RAFAH y toda PALESTINA. Por respeto a TODA LA HUMANIDAD, la DIGNIDAD, EL DERECHO A LA VIDA Y LA AUTODETERMINACIÓN DEL PUEBLO PALESTINO.
Que no nos distraigan. Tomemos las calles para gritar más fuerte que nunca:
¡BASTA DE GENOCIDIO!
¡FUERA SIONISTAS DE RAFAH Y TODA PALESTINA!
¡BASTA DE IMPUNIDAD!
¡ALTO AL FUEGO INMEDIATO Y PERMANENTE!
¡INGRESO DE AYUDA HUMANITARIA!
¡NO A LA EXPULSIÓN FORZADA DE LA POBLACIÓN PALESTINA!
¡LIBERTAD PARA LAS Y LOS PRESOS POLÍTICOS EN LAS CÁRCELES SIONISTAS!
¡RETORNO DE TODA LA POBLACIÓN PALESTINA REFUGIADA!
¡BASTA DE OCUPACIÓN, COLONIALISMO Y APARTHEID!
¡SANCIONES Y RUPTURA DE TODO TIPO DE RELACIONES CON ISRAEL!
¡DESDE EL RIO HASTA EL MAR, DERECHOS IGUALES PARA TODOS Y TODAS!!!
¡¡¡VIVA PALESTINA LIBRE Y SOBERANA!!!