Por Colectivo MateAmargo
Entrevista con la Diputada Bettiana Diaz Rey
Bettiana Diaz, diputada frenteamplista (MPP), mujer y sobre todo incansable luchadora social acompañó al pueblo paraguayo en varias oportunidades, con ella conversa Mate Amargo en esta oportunidad.
M.A: Antes de introducirnos de lleno en el tema que hoy nos convoca relativo a los resultados de las elecciones en ese país, contamos un poquito de esas experiencias previas, tus acercamientos a las mujeres y comunidades empobrecidas, ¿cómo y desde cuándo tuviste este acercamiento con el pueblo paraguayo?
B.D.: En primer lugar, este acercamiento al pueblo paraguayo y sobre todo a las comunidades más vulnerables dentro de la población paraguaya, surge a partir de la participación en el Parlamento del Mercosur, responsabilidad que me han delegado compañeros y compañeras de la organización política. Soy integrante a su vez de la Comisión de Derechos Humanos.
He frecuentado Paraguay en este último tiempo. La primera vez que fui fue en el marco de una audiencia pública sobre desalojos a comunidades indígenas y campesinas, y a partir de ahí empezamos a entablar un vínculo con diferentes referentes de esas comunidades. Realmente me impactó la situación de invisibilización de los niveles de pobreza y desigualdad que hay en la sociedad paraguaya.
Empezamos a trabajar sobre un problema que tiene que ver con el acceso a la tierra y al goce de derechos humanos fundamentales. Hay situaciones que realmente nos parecieron muy graves, como, por ejemplo, las comunidades guaraníes que desalojan cerca de la zona de Curuguaty. Nuevamente vemos que el Estado es totalmente omiso, más allá de que Paraguay tiene la particularidad de reconocer en su Constitución el derecho a la tierra ancestral. Eso es algo que es básicamente virtual. Es decir, por la vía de los hechos no sucede, el Instituto del Indígena en realidad no está logrando funcionar para garantizar los derechos de la comunidad indígena. El gran problema en torno a ello que hay en Paraguay hace muchos años con el Catastro Nacional de tierras no releva cuáles son las tenencias y títulos que hay de las diferentes propiedades. Muchas veces una misma extensión de tierra, incluso que se llega a comprar por parte del Estado, luego es desalojada por un privado que adquiere esa tierra y muchas veces es en complicidad con el propio Estado, con participación de la Fiscalía, o sino también con gente vinculada al crimen organizado que ejerce niveles de violencia en los desalojos.
En el caso de las comunidades campesinas hicimos un trabajo interesante también de relevamiento de las necesidades en torno al acceso a la tierra para producir, para poder asentarse.
Vimos que estaban desarrollando redes de mujeres que había permitido que las mujeres campesinas lleguen a la educación terciaria, que se organicen en la comunidad y que tengan un espacio de organización que les permita, además, pensar en clave de género el desarrollo de esa comunidad. Y eso fue producto de una audiencia pública. Nosotros intercambiamos en base a lo que escuchamos con las autoridades del gobierno paraguayo y prontamente vamos a estar volviendo para ver cuál es la devolución.
Nosotros entendemos que, desde la misión de Derechos Humanos del Parlamento del Mercosur, podemos ejercer algún tipo de presión internacional para que se ponga en agenda este problema, que ya lleva muchos años sin resolver y que solo ha aumentado el peso de la desigualdad sobre las comunidades indígenas y las comunidades campesinas.
M.A: Concretamente sobre las elecciones del domingo pasado y sus resultados, ¿Qué análisis se podría hacer? ¿Qué implicancias y que enseñanzas tiene para todas y todos en la región?
B.D.: Las elecciones de este domingo fueron la muestra del continuismo del Partido Colorado en el gobierno apoyado en su política prebendaria, que tiene por estar gestionando el Estado hace mucho tiempo. Podríamos decir más de lo mismo. Particularidades observadas a partir de la visita en las elecciones internas del mes de diciembre, dejan ver que se había reconfigurado el tablero político.
De alguna manera empieza a suceder algo que genera las condiciones para que se arme esto que se llamó la Concertación, donde se aglutinaron para captar el voto anti colorado, partidos con diferentes identidades políticas que justamente se unían para quebrar la hegemonía del Partido Colorado luego de más de 70 años de gobierno. Esto en realidad ordenó la interna. Ganó el cartismo, por decirlo de alguna manera, dentro del Partido Colorado y compitió con Efraín Alegre, que era quien estaba encabezando la coalición.
En el último tiempo se dio el crecimiento exponencial de Payo Cubas que es una figura que tiene un discurso muy similar a Milei, digamos, por compararlo quizá con alguna figura, para que se logre entender que en realidad lo que hizo fue robar votos a esa concertación. Parte de este discurso anti-sistema que cuestiona el sistema de partidos en Paraguay, fue cooptado por esta nueva opción, que en realidad tampoco tenía una propuesta muy clara, más allá de quebrar con esta lógica de clase política o de que todos son los mismos.
Lo que me parece importante resaltar es que las condiciones para ejercer el voto estaban mínimamente garantizadas con algunas irregularidades. Hubo un gran incendio en máquinas de votación que hizo que se demorara mucho, tanto en la interna como en la Nacional; un asueto, un feriado que se decretó para el viernes previo a las elecciones, juntándolo con el feriado del lunes 1 de mayo, es decir, casi como que armando un fin de semana largo tratando de apostar a la baja participación. Se suma la política prebendaria, de contrataciones, de compra de voto, de acompañamiento a las personas que van a votar sin garantizar la privacidad a la hora de poder digitar qué es lo que quiere votar en la máquina. Todo esto sucedió, es parte de lo que está en proceso ahora de cuestionamiento.
Lo que es cierto es que, de todas maneras, algo que podía llegar a suceder era que por primera vez se generaran las condiciones para sacar al Partido Colorado del Gobierno, no como en ocasión del Gobierno y la victoria de Fernando Lugo, donde también había una gran crisis y ruptura del Partido Colorado, sino en la acumulación del descontento popular. Las organizaciones jóvenes, feministas, todo el movimiento indígena, marcó una preferencia por el proyecto que venía a quebrar la hegemonía del Partido Colorado. Sin embargo, también este voto antisistema que prometía Payo Cubas, que fue la tercera opción y obtuvo en torno al 20% de los votos, también logró captar a las generaciones más jóvenes que no ven más que el statu quo en la oferta electoral.
Lo que podemos esperar es que se continúe algo que viene siendo riesgoso para el Paraguay, que es la proliferación de las estructuras del Estado por el vínculo con el narcotráfico. La corrupción enquistada en un sistema que lo que hace es agrandar la brecha entre ricos y pobres.
Como enseñanza lo que tenemos que rescatar es que en primer lugar, por primera vez después de muchos años, se logró entender que había que juntar muchas voluntades para lograr romper con esta lógica hegemónica del Partido Colorado, aunque no se pudo hacer. Y que el trabajo capilar de las campañas electorales, es fundamental. Pero también es fundamental la comunicación política y tratar de incidir en el sentido común de los electores, que fue un poco lo que hizo este candidato. Cubas realmente fue un proceso de acumulación que no se acaba aquí. Eso lo han declarado las organizaciones.
Algo que es tremendamente llamativo es que la izquierda a nivel parlamentario quedó reducida a su mínima expresión, incluso dejando fuera del Senado la figura de Fernando Lugo. Está claro que esta izquierda y esta coalición de partidos tiene que repensarse en sus lógicas y tiene que lograr ofrecer al pueblo paraguayo un proyecto que sea realmente transformador, porque parte de los errores que cometió la Concertación fue no lograr acordar un mínimo de propuestas para ofrecerle a la población paraguaya en términos de transformación y diferencia con el propio Partido Colorado.
M.A: Muchas gracias