Por Colectivo Mate Amargo
Dibujo: Adán Iglesias Toledo
M.A.– Uno de los episodios más interesantes que todos destacan cuando hablan de los 50 aniversario de este medio, hoy digital, son “Los prontuarios”. Prontuarios que luego se llevaron también a una a un libro que publicó TAE por aquellos años: “Quien es quien en la rosca uruguaya”. ¿Cómo se construían? Cuéntanos de aquella experiencia.
H.T.- Era la contratapa de Mate Amargo. Los prontuario adquirieron una notoriedad importante. Había gente que cuando recibía el Mate Amargo, empezaba por la contratapa, porque quería saber a ver a quién le había tocado el prontuario. Otra anécdota, fue que alguno los “prontuariados» se compró todos los Mate Amargo en la Ciudad Vieja, era el involucrado, el denunciado. Se daban cosas así.
Podemos decir que durante casi creo que dos años y medio salieron. quincenalmente con el Mate Amargo y nunca tuvieron una, por decirlo así, demanda por mal manejo de información. Nunca difamados, no denunciamos sin tener las debidas pruebas. Estaba muy trabajado, seriamente. Teníamos información de todo tipo.
Esto comenzó por una iniciativa dentro del Mate Amargo. Teníamos que decir algo sobre los grupos económicos y, bueno, allí nos formamos. Formamos un equipo. Me acuerdo que el primer grupo económico, tenía una persona física que era Roca Couture. Fue el primero del que coincidió que teníamos la información adecuada para ello, y comenzamos a ir registrando información sobre su endeudamiento.
En aquel tiempo el Banco Central no tenía un lugar, una página donde entrar y recabar información sobre el grupo económico, recordemos que los prontuarios fueron desde el 86 en adelante. En aquella época había que hacerse, por decirlo de alguna manera, de los informes que el Banco Central distribuía entre los bancos de aquellos deudores más importante, que lo hacía por grupo económico, como lo sigue haciendo ahora, para que los bancos estuvieran atentos a quién le prestaban. Y bueno, esa era una información muy, muy, muy buena.
Aportó mucho aquel magnífico libro de Luis Stolovich, Juan Manuel Rodriguez y Luis Bértola: “El poder económico en el Uruguay actual”. Excelente trabajo. También “Compra de carteras: crisis del sistema bancario uruguayo” de Stolovich, L.; Rodriguez J.M., Olesker, D.; Porto, L. y Pomi; G, allí hay hubo mucha información, sobre todo de los grupos agropecuarios.
Los prontuarios de Prontuario comenzaron a adquirir esa notoriedad y entonces comenzamos a recibir información de la gente de un barrio que era aledaña de una empresa, de trabajadores de la empresa, el sindicato. Recibimos información de trabajadores que recuperaron información de la empresa que tiraban a la basura. Esas cosas se dieron. Era un intercambio de lo más interesante, intercambio popular, que además era hijo de la inserción del Mate Amargo.
Realmente el Mate Amargo en esa época tuvo una distribución importante, pero no porque fuera una distribución comercial o porque estaba en todos los kioscos (que también estaba), sino porque había toda una red de distribución en la que todos éramos partícipes. Es decir, que nosotros no solamente éramos parte del elenco de Mate amargo, éramos parte de su distribución, porque estábamos en el territorio. Llegaba a los grupos y se distribuía.
Si hablamos de “Los Prontuarios” no podemos dejar de mencionar a Raquel Dupont. Todos los sábados de mañana íbamos con nuestro papelito, porque en aquel tiempo no se enviaba por internet, del prontuario. Y allí nos estaba esperando Raquel. En primer lugar, preocupada por el atraso de siempre, aunque fuera un minuto, porque era así, rigurosa y siempre agradecimos que fuera así, por lo rigurosas que eran sus correcciones y rápidas. Raquel fue realmente para nosotros un apoyo imprescindible.
M.A.- Luego continuaste trabajando en las distintas etapas de Mate Amargo hasta el día de hoy.
H.T.- Si. Después del prontuario, participé ya en columnas de economía. Ya en los años 90, la columna la compartíamos con Gabriela Cultelli y una que me distinguía, fue la que se llamó “El número detective”. La idea era recoger información sobre alguno de esos número, indicadores o cosas que el público recibe con siglas y sin saber mucho a se refieren, pero de la cual se sacan conclusiones importantes. Por ejemplo, el PBI, el IPC, el índice medio de salarios, el índice de pobreza. Fuimos haciendo con el número detective un recorrido, sobre todas esas variables, qué significaban y qué era lo que realmente estaban mostrando, y a partir de allí mostrar la situación en ese momento en relación a la inflación, el crecimiento, el salario, la pobreza, El nombre salió de un libro que había leído y que justamente hacía un análisis de ese tipo.
El Número Detective, años después se transformó en “La gráfica de la semana” que publicábamos en EconomíaPolítica.uy y trabajábamos en equipo junto a Gabriela Cultelli, Claudio Fernandez, Pamela Sosa y otros compañeros que incluso se publicó en un libro y junto a dibujos de Adán Iglesias Toledo: “Una gráfica para el muro”.
El trabajo con este actual equipo en primera instancia se dio en base a los asesoramientos sindicales que hacíamos en la época, pero sin duda y hasta el día de hoy, por el trabajo que semana a semana publicamos en Mate Amargo.
M.A.– Uno de los fundadores. De aquel mate amargo que sale, luego de la dictadura, en eso que llaman “democracia”, fue Raúl Sendic. Raúl Sendic escribía aquellos artículos tan agudos de muchos temas, entre ellos economía y previo a eso solía reunirse con varios compañeros, entre los que estaba Héctor Tajam y le pedimos si nos puede contar un poco como eran esas previas de lo que luego se transformaban en artículos de Raúl Sendic.
H.T.– Raúl se reunía con los que escribíamos de economía en el mate amargo. Él era muy perspicaz en el sentido de cómo armar la reunión, que pregunta hacer, porque siempre no dirigía hacia una problemática de la realidad que él mismo quería encarar. Y ahí armaba toda la serie de preguntas para que nosotros fuéramos elaborando. Era una elaboración colectiva sobre determinados temas, que él después, digamos, con su característica principal de gran comunicador, gran periodista, después sintetizaba como ninguno de nosotros hubiera podido hacerlo. Ese registro colectivo era.
Y allí íbamos junto a Jorge Rodríguez, Jorge (Niqui) Simón, Guillermo Pomi, estaba el Pato Quartino, Jorge Blanco y puede que en alguna oportunidad algún otro economista.
M.A.– El trabajo colectivo siempre presente en todos estos años, de una u otra manera. Sin duda es un orgullo para esta publicación haber aportado a ello. Salú Tajam.