Por Juani Casuriaga
Ya Evita decía que las dos condiciones más grandes a las que puede aspirar un ser humano del pueblo son: el amor de los humildes y el odio de los oligarcas. Capaz sean estas condiciones lo que hagan de Fernando Lugo lo que él es para nuestro país.
A esto se suma que el Gobierno Lugo es el responsable de instalar un debate ideológico en el país, incluso sin ser él de izquierda, en el 2008 el debate político se centró en el Poder Ejecutivo y en las necesarias políticas sociales que ese Gobierno gestó y ejecutó. Surgía desde las entrañas de la Constitucional Nacional paraguaya el Estado Social de Derecho.
Su victoria electoral en el 2008 ha sido seguramente el mayor regalo que dio a la democracia de este país. Lo que no se logra olvidar, porque queda en la piel de paraguayos y paraguayas es que en el periodo 2008-2012 fuimos un país feliz.
Las obras de su gobierno fueron la interpretación de las necesidades de su pueblo, Lugo no solo se hizo cargo de los pobres, sino también dignificó el salario de cientos de funcionarios públicos, generando condiciones para asumir el rol de servidores públicos. Generó además en la ciudadanía no politizada una alternativa electoral, pero no solo para ese sector sino para los sectores populares organizados, para el progresismo, para la izquierda. Durante su Gobierno, en el 2010 se conforma el Frente Guasú. El Frente lleva 12 años de vida institucional, ha logrado instalar una chapa y contar con representantes electos en Municipios, Gobernaciones y Parlamento, es la tercera fuerza política del país. Sin Lugo, sin su claridad estratégica, esto no sería posible.
Para el común, Lugo fue el asentamiento regularizado, fue su casa, su calle, su puesto de salud en la comunidad, fue la escuela hablando de derechos, fueron las agentes de salud formando comunidades en salud preventiva, fue Tekopora (subsidio familiar para familias en pobreza extrema), fue la comida de su mesa, fue la semilla protegida, fue el sueldito de los abuelos, fue el remedio en la enfermedad, fue -si se quiere incluso- la muerte digna.
Soberanía energética, soberanía territorial, Lugo es esperanza. Lugo es América Latina unida, Lugo fue canto, arte, poesía popular, fue calle. Lugo logró presencia del Estado sin necesidad de pasar por las seccionales coloradas, Lugo convirtió las necesidades de la gente en derechos. Generó la sensación de un Estado protector, no represor.
En ese Gobierno cometimos muchos errores, no contar con la fuerza parlamentaria para defender un Gobierno popular y la incapacidad de los movimientos sociales de construir una fuerza unificada en las calles fueron las principales. Pero el Gobierno de Lugo no terminó con el Golpe de Estado en el 2012, continúo después con todo lo que logró instalar, actualmente, contamos con 6 senadores electos con 279.008 votos, 2 concejales departamentales que entraron como Frente Guasú y otros que han entrado en alianza electoral con el Partido Liberal, 1 parlamentario del Mercosur, 62 concejales municipales y otros que ingresaron en Alianzas. Hay una estructura electoral mínima del Frente en casi todos los distritos del país.
Un déficit fundamental es la organización política del Frente dentro de los distritos y departamentos, falencia de los partidos que la conforman, falta de recursos, crisis ideológicas, electoralismo, burocratismo, caudillismo y oportunismo político son algunos de los males que sufrimos. Estos males, con Lugo a la cabeza, un liderazgo convocante, con claridad para construir fuerza popular unificada, con quienes todos los partidos del Frente quieren estar y para quienes miran desde afuera, es el líder indiscutido del Frente, los males se subsanaban, o se sentían menos.
El Frente está ahora en una crisis de liderazgo, Lugo internado pos evento de ACV con pronóstico reservado. Pero también con crisis en la estrategia a largo plazo como Frente Guasú que dibuja una crisis en las tácticas de cada partido visible en las definiciones electorales que cada uno va realizando. La Concertación Nacional, liderada por el Partido Liberal excluye al Frente Guasú de su Chapa, varios partidos se alejan de este espacio y van analizando otros nortes, dos partidos del Frente se quedan dentro de la misma. La lista nacional a senadores se mantiene como Ñemongueta Frente Guasú (un espacio más amplio que el frente, con otros sectores de izquierda). La unidad en las decisiones políticas han sido la fuerza del Frente, eso está en peligro ahora, no se avizora ningún liderazgo que pueda retomar la tarea del compañero Lugo.
Eso lo saben sus aliados y también sus enemigos.
Estamos en riesgo, ojalá la crisis sea momento de construir nuevos liderazgos, de retomar los acuerdos iniciales y hacer nuevos si es necesario, pero sin dejar de lado nuestro Tape Guasú (gran camino- programa político del Frente Guasú). Si no logramos superar esta crisis, podría ser el fin del Frente, ojalá no lo permitamos.