Leniatov
El título que lee aquí parce extraño. Sí es cierto, la izquierda perdió las elecciones nacionales. El duelo se vivió y el análisis de dicho acontecimiento está en marcha. A pesar de ello, la izquierda no puede perder su cualidad de ser izquierda. Si la izquierda es en su materialidad movimiento, rabia, incomodidad, la expresión de la lucha por la vida y un mundo más justo, esa es su atomicidad que siempre existe independientemente de los acontecimientos. La izquierda no perdió su esencia sino las elecciones, y los efectos sobre la vida que ha y está generando esa pérdida crecen día a día, aumenta el descontento, el recorte, los impuestos, etc. Por ello ese perder nos fortalece pues dota de vigor nuestra esencia, ante lo cual podemos enunciar:
La izquierda perdió (las elecciones nacionales)
La izquierda no perdió (su capacidad de ser izquierda)
De lo que podemos concluir: La izquierda no es aquello que se pierde, si no aquello que se es, se genera y resurge por efecto de lo que se pierde.
Aceptar la pérdida en un acontecimiento electoral y negar la pérdida del movimiento político es esencial, pues, aunque falte organización, existe un principio de resistencia y lucha, que es condición para el movimiento político. Ello Implica conectar el análisis de la pérdida electoral ante la fuerza de lo vivo que empieza a organizarse desde el enojo, la rabia y los efectos de lo que se ha perdido. Lo que se perdió no es una elección, sino un modo de vida que poco a poco se descompone ante los avances de la derecha.
Por ello, no podemos afirmar la muerte, pues la izquierda resurge de lo perdido, ya que es la fuerza que surge como resistencia. Esto implica superar la pérdida, no para negarla, sino para conservar lo aprendido para el presente y el futuro.
La izquierda es por si movimiento de vida y por la vida. Por ello se debe organizar su presencia, y uno de esas formas es aceptar sus errores, mostrar y fortalecer su visibilidad, sus conexiones y relaciones con otros movimientos sociales y organizaciones.
Si la única forma de la política es la acción de la palabra y del cuerpo, entonces es hora de iniciar la marcha. La fuerza de lo que ocurre día a día debería ser motor suficiente para empezar a caminar.
Ca uno de nosotros percibe que algo va profundamente mal. Sin embargo, el capitalismo capilar nos ha hecho creer que nuestra libertad es libertad de mercado, de oferta y demanda de vienes y servicios, por lo que ante todo lo demás creemos que estamos totalmente solos. En parte es cierto que tanto los objetos como nosotros tenemos caracteres individuales, deseos, necesidades, que nos separan unos de otros. Sin embargo, debemos comprender que esa individualidad es parte/efecto del movimiento de un sistema que nos incluye y que nos ha hecho percibirnos como átomos sin enlace.
Sin embargo, nuestra relación con el mercado, el trabajo, la educación, las instituciones, la política, lo jurídico nos deberían despertar lo suficiente para darnos cuenta de que no existe un solo individuo que exista por sí. Nadie puede conservarse ni modificar su vida si no es en conexión con una multitud de cosas, procesos y fenómenos. Por ello eso que parece ser es una ficción, no estas solo, solo nos han hecho creer que es natural sentirse solo y que estas a tu suerte (o a la suerte del mercado).
En el fondo somos en una generalidad. La generalidad, como categoría, nos hace notar que existen semejanzas, que hay otros que sufren, sienten rabia o ganas de cambiar. Lo general permite notar que hay algo común, pero cada uno vive particularmente esa relación con lo general. Más si existe este particular, entonces no estás solo, están en un sistema donde hay otros. Por ende ¿Qué sentido tiene afirmarte como uno? ¿acaso no te das cuenta que necesitas del cero? De otro sin el cual no puedes afirmarte.
Esta imposibilidad del individualismo y la afirmación del enlace nos lleva nuevamente a la esencialidad de la izquierda, que de forma a veces no visible nos lleva a estar en enlaces productivos con otros. El movimiento está ahí en nuestra atomicidad, la izquierda, entonces en su esencia.
Si vemos y escuchamos el sufrir de la generalidad, entonces la necesidad de afirmarnos como uno pierde un poco de sentido, o ¿acaso alguien cree que si pierde el trabajo o se enferma va a poder rescatarse sólo? Repito no se es sin los otros, no se existe sin otros. Por ello lleva tu movimiento interno de vida a una expresión con otros.
El movimiento es el lazo de lo que no puede seguir siendo como es, el movimiento es comunidad, acción, pensamiento conjunto, reunión, rechazo al individualismo. El movimiento es lo contrario de la incomodidad rumiante que te hace cambiar de canal, aunque “necesita” que esa incomodidad esté para que te des cuenta que la caja boba no puede sacarte de donde estas, sino el lazo de vida con otros.
Es hora de iniciar el movimiento. No te preocupes por el duelo, la tristeza retorna cada tanto para hacernos recordar nuestros errores, pero ahora nos toca organizarnos.
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