Rodney «Buba» Franco
En estos tiempos de campaña, en la que se dicen muchas cosas, es fundamental analizar en profundidad la realidad, más allá de los colores de cada uno, para decidir con convicción a quien apoyar en la construcción de propuestas viables, en la militancia y con el voto.
Una de las cosas que se viene tratando de imponer por parte de algunos sectores sociales y los medios de desinformación masiva es que hay grupos de individuos que viven a costa del estado.
Este dicho que se viene repitiendo tan seguido por trabajadores y trabajadoras, que muchas veces tuvieron que solicitar algún plan o vieron con mucha dificultad el llegar a fin de mes, que fueron víctimas de las políticas Neoliberales de la década de los 90, hoy se paran desde el otro lado, a criticar, a los que aun precisan apoyo para poder subsistir.
Cuando un individuo no dispone de lo necesario para vivir dignamente porque su salario es muy bajo o se halla desempleado, es considerado en el plano social como pobre y por tanto vivirá en situación de pobreza. La misma implica una forma de vida que se decanta por la ausencia de recursos económicos a la hora de satisfacer las necesidades básicas como: el alimento, la vivienda, la educación y la asistencia en salud, entre las esenciales.
Pero ¿Cuál es el apoyo estatal?
En el año 2005 a 20 días de haber asumido Tabaré Vázquez, se voto una Ley que crearía el Ministerio de Desarrollo Social, con la finalidad de atender la grave emergencia nacional que sufría nuestro país con un 39% de su población en estado de pobreza e indigencia. Algo así como un millón doscientas mil personas.
Dicho ministerio, registró, evaluó y atendió a esta parte de la población más afectada por las políticas neoliberales y la crisis del 2002. Propuestas como “Plan de equidad”, que está compuesto por varias reformas estructurales (Sistema Impositivo, Salud, Reforma del Estado, Plan de Igualdad de Oportunidades) y una Red de Asistencia e Integración Social, que se estructuró en un conjunto de medidas y estrategias de acción, entre las cuales se encuentran las siguientes: régimen de prestaciones sociales no contributivas o de transferencias monetarias (Asignaciones Familiares y Pensiones a la Vejez); seguridad alimentaria; políticas de educación para la infancia y adolescencia; políticas asociadas al trabajo protegido; promoción de cooperativas sociales y emprendimientos productivos; políticas de promoción e inclusión social y políticas de atención de la discapacidad.
Esta grilla de políticas y reformas son alguna de las principales causas, a través de las cuales se logró sacar a más de un millón de personas de la pobreza.
No fue regalándoles nada; no fue a partir de las canastas o tarjetas del mides; no fue teniendo más hijos para cobrar más asignación; fue mejorando las condiciones estructurales del Estado y haciendo un seguimiento y acompañamiento a estas miles de familias para lograr sacarlos del pozo de la pobreza.
Fue mejorando el nivel educativo y formativo de estos miles de compatriotas para que puedan acceder a trabajos más calificados.
También cabe remarcar que dicha reestructura estatal genero por si sola un movimiento en el mercado de trabajo, creando miles de nuevos empleos.
A esto hay que agregarle le re instalación de los consejos de salario y el componente de recuperación salarial que puso como pauta el gobierno, generando una importante suba al salario, lo cual también influyo positivamente en el mejoramiento del poder adquisitivo de los uruguayos, sacando por si solo a miles de la franja de ingreso para ser catalogados como pobres.
Los números estadísticos registrados por el BPS y el INE nos marcan que en el año 2004 había 762.447 trabajadores aportando a la Seguridad Social y al día de hoy se registran 1.429.547, prácticamente el doble. Esta es una de las principales causas del achique de la pobreza en nuestro país. Al mejorar la formalización y al regular el salario, a partir de los laudos acordados en Consejos de Salario, tuvimos mejores condiciones para reactivar la economía con una fuerte participación estatal y reinsertar una buena parte de la población al mundo del trabajo, logrando cubrir sus necesidades básicas.
Planes como el Sistema Nacional de Salud (en el año 2004 habían 562.115 usuarios de las prestadoras de Salud las cuales debía pagárselas cada trabajador, mientras en el año 2018 2.534.829 uruguayos usan el servicio de salud), el fomento de las Cooperativas junto al Plan juntos, la Reforma Educativa y el incremento de presupuesto sistemático desde el 2005 a la fecha, la política regional e internacional de abrir nuevos mercados y sobre todo el crecimiento económico sostenido de estos últimos 13 años, son la base fundamental de lograr sacar de la pobreza a más de un 30% de la población.
https://www.mateamargo.org.uy/2019/09/06/que-baje-la-pobreza-la-crisis-de-los-ricos-parte-2/