Kintto Lucas

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Quito, 26 de abril de 2012

Queridos compañeros y compañeras:
Desde la mitad del mundo les envío un abrazo fuerte y fraterno al recordar a Raúl Sendic e iniciar una nueva época del querido Mate Amargo.

En los últimos años diversas tareas me han tenido vinculado a las luchas de la América Latina en diferentes trincheras. La última, que acabo de dejar hace dos semanas, es la de Vicecanciller de Ecuador, desde donde trabajamos intensamente en defensa de la soberanía y la unidad de la Patria Grande.

En este camino de los últimos veinte años, además de recordar todo lo que significó Mate Amargo, siempre, siempre he caminado reivindicando a Sendic. El joven y el viejo Raúl. El guerrillero y, sobre todo el pensador, el estratega social y político.

Como siempre, pero tal vez hoy más que nunca por los procesos que se viven en América Latina, es necesario volver a las raíces, a cultivar las raíces, porque los frutos se caen y lo que sostiene al árbol son las raíces.

Por eso es fundamental para los tupamaros y tupamaras, los de cualquier época, los de hoy, los de ayer y los de anteayer, todos y todas, volver al pensamiento de Raúl.

La crisis económica en el Norte, el neocolonialismo estadounidense o europeo con sus Tratados de Libre Comercio e intervenciones tipo Libia, la nueva crisis de la deuda ahora en Europa, la violencia urbana sin límites, el problema de la tierra todavía sin solución en la América Latina, ahora y siempre el problema del agua, la desigualdad, las dudas de los jóvenes que quedan por el camino, el imperio del sistema financiero, la economía como herramienta para lograr la equidad. En fin, todo estos temas y muchos más me hacen recordar los análisis de Raúl Sendic.

En sus últimos tiempos de cárcel y luego desde Mate Amargo, Raúl vio y analizó los fenómenos sociales y económicos en perspectiva y con una capacidad de adelantar lo que se venía, mucho antes de que ocurra y que otros los analizaran.

Sin embargo, no veo una recopilación de sus trabajos, de sus artículos, de su pensamiento. Hoy más que nunca es necesario volver a Raúl y recoger su obra como un aporte para la América Latina.

Mucho se ha hablado y mucho se ha escrito del líder guerrillero, del organizador, de su ética al hacer política, de su coherencia, de su capacidad de comunicación con los de abajo.

Sí, eso es fundamental, pero también es necesario reivindicar al analista económico, al pensador… Solo así, se puede entender en su real dimensión a Sendic. Por eso, sin dejar de ubicarnos en el momento actual con sus contradicciones, es necesario más que nunca volver al pensamiento de Raúl. Querido comandante en alpargatas como diría alguno.

Vivimos tiempos interesantes en la América del Sur y la América Latina. Procesos progresistas con muchas contradicciones intentan llevar adelante algunos cambios. No son cambios revolucionarios pero son cambios importantes y necesarios para lograr una mayor equidad.

Procesos que a veces se sustentan en un delgado equilibrio entre derecha e izquierda, liderados por gobiernos en disputa.

Hay muchos intereses que presionan para que esos procesos vayan hacia la derecha. Grupos de poder presionan a favor de un modelo productivo excluyente, que olvida a campesinos, indígenas, pequeños y medianos productores y reivindica a cuatro o cinco agroexportadores o importadores, que a veces son los mismo.

Grupos de Poder que imponen un modelo que va contra la integración de la Patria Grande, imponiendo intereses privados y Tratados de Libre Comercio disfrazados. Grupos de poder que a veces logran tener la correlación de fuerzas a su favor, porque alguna izquierda al interior de esos gobiernos muchas veces es temerosa, acomodada a la silla y al escritorio. Entonces ya casi no disputa la correlación de fuerzas, y así se entrega y entrega el proyecto liberador a la derecha.

Pero a pesar de eso, al igual que la lucha de clases no termina, la lucha por la correlación de fuerzas no termina. Y es obligación de quienes mantienen las banderas de una historia de luchas, pelear por la correlación. No dejar que el camino se tuerza. Es necesario pelear la correlación al interior de los gobiernos progresistas y fuera de ellos.

Vivimos un período interesante, no es un período revolucionario, es un proceso de liberación nacional con sus idas y venidas y con sus contradicciones. Un proceso que puede llevarnos al despeñadero sino torcemos la correlación de fuerzas hacia el corazón, o sea hacia la izquierda.

O la izquierda interna y externa a los gobiernos presiona por la correlación, o tendremos frases de izquierda en proyectos que fortalecen modelos dependientes y contrarios a la producción nacional, contrarios a la distribución de la tierra y del agua, promotores de la súper agroindustria y las trasnacionales depredadoras de recursos naturales.

En este proceso de lucha por la correlación, es fundamental fortalecer las relaciones revolucionarias entre nuestros países y fortalecer la integración plena de la América del Sur y de la América Latina. En la América del Sur y la América Latina la integración es un objetivo estratégico para lograr la Liberación Nacional.

Pero para seguir peleando la correlación y seguir caminando, es necesario volver a quienes desde la lucha y desde el pensamiento, que es otra forma de lucha, trabajaron por un Uruguay mejor y por una América Latina mejor como Raúl Sendic.

Desde Quito, el deseo de que el nuevo Mate Amargo sepa recoger las enseñanzas del pasado, recreándose y reinventándose en este tiempo que le tocará vivir, sin apartarse del camino pero ayudando a caminar mejor, a entender mejor el camino…

Un abrazo fraterno para todos y todas, y la reafirmación de que seguramente más temprano que tarde Habrá Patria Grande para Todos…

Por: Kintto Lucas

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